A la mañana siguiente.
Mi corazón dió un vuelco de alegría al escucharlo saludar desde el otro lado de la puerta mientras tocaba suavemente.
- Enseguida voy. -repondí medio dormida arrastrando hasta mi alma, pero con una enorme sonrisa de aliento.
Abrí la puerta y me encontré con la cara sonriente de Jacob con una bolsa.
- Buenos días Elis, disculpa ¿Puedo llamarte así? -pregunta haciendo gestos de que había metido la pata.
- Lo dude un segundo, pero me decidí «si quería empezar mi nueva vida como Guardiana debería usarlo» pensé. También amoldare más a mí oído y así tal vez lo dejaré de escuchar extraño cuando alguien lo diga.
- No te preocupes desde ahora llámame así, pues ese es mi nombre supongo -dije encorvan mis hombros.
Hizo mueca de satisfacción y me dió un beso en la mejilla tan suave que solo el simple toque de sus labios hizo que me estremeciera.
- traje comida, si quieres batallar debes tener suficiente energía -dijo mientras movía la bolsita de un lado a otro cerca de su rostro.
- ¿Y eso a que viene? -no pude evitar preguntarle- Pensé que... Te verías enojado conmigo por lo de anoch..
- Sé lo que ocurrió, y tal vez te agrume -puso una mano en mi rostro- Pero no dejaré de insistir -finalizo dandome un tierno beso en la comisura de los labios.
- Asunto arreglado, desayuna vístete y pasaré por ti en quince minutos para empezar tú entrenamiento.
- Está.. bien -dije dibujando una sonrisa en mis labios.
Pasado más veinte minutos (20Mn) llegó.
- Eres un impuntual -dije apenas ví asomar su rostro, con mi brazos cruzados.
- Y tú muy estricta, ya vámonos quieres -ambos reímos - Esta bien.
Caminamos un sin fin de kilómetros o al menos eso sentí.
- ¿Ya llegamos? -dije casi sin aire.
- ¿Encerio Elis? Llevas preguntando eso desde que salimos de la cabaña.
- Lo siento es que hacía tiempo no hacía cardio; algo me dice que estamos caminando en círculos.
- Por fin dices algo bueno, si eso es tu primera lección.
- Tú jamás te cansas de ser un idiota verdad -dije bajando la mirada.
- La pequeña Elis está sentimental hoy -dice burlandose.
-fruncí el ceño - Bueno aque te refieres con que mi primera lección. -dije para cambiar el tema.
- Haber cuando peleas, no puedes cansarte tan fácil ese esa es la señal de tu atacante para darte un golpe fuerte y terminar muriendo.
- De acuerdo, ya entendí -mientras retomaba el aire, ya nos habíamos quedado en una parte del bosque bastante frondosa y el suelo bastante húmedo - Y ¿Luego?
- Luego está tú defensa, aprenderás a meterte en problemas y tú misma salir de ellos como dices -aquello último lo dijo con un geste de comillas en sus manos - Como si yo no pudiera hacerlo.
- Ya deja de alagarte y empecemos de una vez.
- Elis, recuerdas ese día con Jake -dice muy bajito.
- ¿Que pasa? -acercandome a él.
- ¿Puedes hacer lo mismo que hiciste con tu brazo?
- No lo sé, creí que tú sabías de donde había salido. -dije un poco decepcionada.
- No, jamás había visto algo igual.
- Estás diciendo que tal vez tampoco soy una guardiana, tú debes saber todo esto, tú tienes que tener en claro que pasa conmigo por eso me uní a ti.
- Ya cálmate quieres -dijo poniendo una mano en mi mejilla. - Debes intentar hacerlo de nuevo, y averiguaremos porque lo haces, está bien.
- Golpeame -le solté.
- Estás loca, no haré tal cosa, puedo herirte.
- Ahs encerio, necesito saber porque y como lo hago y tienes que ayudar me.
- Pero golpeándote es tu idea. -dice estrañado
- Claro el día con Jack pensé que alguien nos atacaría y por eso reaccione de esa manera si ponemos lo mismo ahora tal vez resulte.
No sabía lo que está haciendo o pidiendo en realidad pero me parecía una buena idea para empezar que ver hasta dónde podía aguantar yo, ver mis capacidades al cien y pero también descubrir aquello que hacía; así que yo era diferente de ellos aún no había entendido esa parte muy bien pero ya tenía suficiente con ello, no quise indagar más hasta estar totalmente prepara para lo que iba a escuchar.
- Está bien -responde condesanimo.
Me pasa algún tipo de espada o arma que en mi vida había visto o no lo recordaba; la parte filosa brillaba o eso me parecía y era un mini puñal hasta que el la toma en su mano y con un breve movimiento se hizo más grande hice lo mismo y también me funciono, iba a saltar de alegría pero comprendí que era lago tonto pues para ellos debía ser totalmente normal hacer esto.
Da su primer golpe, no logro esquivarlo y me envía inmediatamente hacia un árbol situado unos metros de mi. Siento un dolor inmenso en mis costillas maldigo por unos segundos pero me levanto, lo miro a él paralizado y está muy angustiado casi con las lágrimas.
- No actúes como una niña, estoy bien -digo burlándome de él.
- Pensé que te había matado ¿Porqué no lo esquivaste? -dice mientras se acerca a mi.
- Estoy bien! Hagámoslo de nuevo -dije evitando que se acercase más.
- ¡Estás loca! no lo haré de nuevo.
- Entonces le diré a otra persona que lo haga, tranquilo no eres el único.
- Está bien, está bien pero por favor esquivalo quieres.