Aquello que me dijo me dejó pensando creo que hasta por unos momentos sostuve la respiración no tenía claro porque me sorprendió tanto sólo era su madre una persona cualquiera, la pequeña sensación de duda pulsando en mi pecho se activo. «creo que viene en este antes» dijo mi subconsciente siempre entrometido.
regresé a tierra miré a mi alrededor me encontraba sola, ella se había ido me quede como una tonta esperando a que pasará quién sabe qué cosa; me recosté en la cama llevé las rodillas a mi pecho y como si fuera la primera vez sentí la necesidad de dejar que mis pensamientos vagaran, de vez en cuando la sensación de que alguien me observaba se colaba en mí, Pero sabía bien de dónde venía. En ese limbo en que me encontraba, llegué a sentir la noche sólo porque ya tenía los huesos helados no sabía cuánto tiempo llevaba en esa posición pero cuando fui a estirar las piernas estás Me dolieron un poco. Eran aproximadamentelas ocho el lugar estaba casi sólo algunas mujeres con niños en sus respectivas cabañas eso me hizo pensar en que si algún día ellos tendrían paz o siquiera podrían ellos llegar a conocer una escuela, los amigos u otros lugar diferente a este, cerré mis ojos apreté los puños ¿hijos? ¿Familia? ¿Qué había de mis sueños de ser escritora? ¿Reconocida? Tal Cómo unos globos pinchados con un alfiler mis sueños se esfumaron desde hace tiempo junto con la esperanza. Me permiti abrir los ojos y darme cuenta que unas lágrimas salieron de ellos no sabía porque lo estaba haciendo ¿Por ellos? ¿porque no tendré una vida normal?.. o por él..
Oí un gruñido y una sombra con hermosa sonrisa se materializó frente a mí.
– Ey -dijo en susurro mientras ponía su mano en mi mejilla humedad - ¿Qué sucede?
– de inmediato olvide porque tenía que estar enojada con él, -curve las comisuras de mis labios mostrándole una agradable sonrisa
- Nada- respondí al fin poniendo más distancia entre nosotros.
– volvió a situarse cerca de mi s– Seguro ya conociste a mi madre ¿Te acuerdas de ella? Ustedes se llevaban muy bien. bueno eso antes de que...
– Si, entiendo -lo corte y evité que se acercara más. Aunque había algo que me hacia dudar de lo que decía. - Pero por eso tenías que contarle todo lo que me ha pasado esta ahora, Jacob no la conozco y tampoco lo quiero hacer no confío en nadie ¡entiendes! No quiero que nadie me tengas lástima decirles a todos lo que sucede conmigo de inmediato pensarán, eso tampoco Necesito una segunda sombra. ¡porque te comportas así! -me estaba ahogando con eso de protegerme.
– Si, preocuparme por ti es malo para ti como le llamas a esto que estás haciendo Elis, y no te olvides que estás hablando de mi madre, no entiendo porque eres así con ella si ella lo único que ha hecho desde que desapareciste fue buscarte hasta el cansancio.
- No me importa si tu madre o no, no confío en ella -al instante me arrepentí de haberlo dicho aunque sabía que era su madre en el fondo algun que no andaba bien sabía que haberlo dicho empeoraría las cosas con Jacob.
– Por favor dime que no acabas de decir eso aquello- se pasó las manos por el cabello, supe que había metido la pata nuevamente y esta vez hasta el fondo.
– ¿Sabes que? no sé qué hiciste con la Elis -él suspiro- mi Elis, esta es otra versión mucho más amargada y odiosa de ella -se frotó los dedos por los ojos- Espera estaba ¿llorando?- yo no sé qué más hacer para sobrellevar todo esto que estás pasando pero no... ya no te entiendo.
Sus ojos se encontraron con los míos y unas lágrimas asomaban se obliga a cerrar los ojos y apartar la mirada.
– Lo... Yo lo siento - dije apenas en un hilo de voz- dudé si lo había escuchado-
Se alejó de mi en dirección contraria, sentía cómo me ardia la piel, se me encogió el corazón ya no sentía el frío de la noche.
Acostada escuchaba susurros, gritos de mi nombre una y otra vez, las ramas ahora parecen sombras esperé con ansias que se abriera la puerta y Jacob entrará por ahí, Pero eso jamás sucedió senti rabia porque me había abandonado me quedaba claro que no me entendía en absoluto.
salí afuera sólo necesitaba sacarme este sentimiento me acurruque en un sillón de bambú que se encontraba afuera eso no ayudó pero el fuego que antes corría por mi piel seso por el frío de la noche.
eran rededor de las 2 de la mañana y no había dormido nada aún habían pensamientos absurdos de ir a cualquier lugar y estar tranquila o buscar yo misma a Henrry demostrarle que no tenía la gema, ambas eran tan tontas que de seguro terminaría muerta en cualquiera de los dos casos.
cerré los ojos y lo que parece un instante y cuando los abrí ya había amanecido permanece inmóvil por unos segundos por la posición en que me había quedado dormida.
Sentía un breve vacío en alguna parte de mí pero ignore esa sensación, con movimientos lentos y un un poco adolorida me puse en pie e hice lo habitual, me duche, duré más de lo habitual pero lo necesitaba salí con una leve sensación de confianza en mi misma tome unos jean junto a un suéter de color purpura muy ancho que podía doblar mi peso y aún así caber en el, salí, pero esta vez Jacob no fue por mí desayunar la verdad no sé porque creía que haría tal cosa había insultado a su madre obvio que no llegaría me salté esa parte del día y así disfrutar la hermosa mañana era un día bastante soleado sin una nube negra me recordó a mi padre, a él, le encantaban los días soleados; Ví a Jacob pasar por encima de mí con sus enormes alas perfectas en los segundos que anduvo por ahí no dirigio ni una sola vez su mirada hacia mi, aunque fuera algo tonto sentí de que algo de mi palidecia con aquella acción.