– ¡Por el ángel! exclamó una voz hay espalda -Elizabeth estás bien.
– Todos mis huesos se tensaron bajo el largo abrazo de Jacob, hundí más la cara a su pecho desean que con esa acción ella desapareciera.
– Elis ella tiene estaba muy preocupada por ti -jacob hace que me incorpore pone sus ojos fijos en mi; queria gritarle en la cara a ella lo mala que era, que lo sabía todo. Pero al ver la mirada de Jacob una pulsada en el pecho me dijo que no lo hiciera, me obligue a mírale la cara (a beatriz).
– Gracias, ya estoy bien -le ofrecí una sonrisa que no alcanzó mis ojos, acompañado del desdén de mi voz.
Me despegue de Jacob una parte de mi quería seguir aferrada a su cintura, tenía miedo no había una parte de mi cuerpo que no temblará de solo pensar en ello, pero ya había tenido suficiente tiempo de recomponerme no del todo pero al menos lo suficiente para poder mostrar que si lo estába. alise la ropa que llevaba puesta como si de verdad necesitará de eso.
–¿Vamos por algo de comer? -dije para disminuir la tensión.
– Buena idea -solto beatriz - Los espero afuera -y salió volada de la habitación.
- Me daré una ducha -le avisé a Jacob sin poder mirarle a los ojos.
Su dedo índice vagamente hizo recorrido por mi mejilla, llegó a la parte baja de mi rostro, levanto ligeramente haciendo que mis ojos quedarán directos a los de él.
Con un gesto asintio lentamente, se acercó y pude sentir su respiración en mi lóbulo sostuve la reparación mientras sus cálidos labios besaban la comisura de los míos y me embriagaba con su rico aroma metal fundido y una leve sensación a menta o quizá hierbabuena aún no me decido - No tardes dijo antes de alejarse.
Solo después de asegurarme que no había nadie en la habitación puedo volver a tomar aire.
Me tomé mi tiempo en la ducha, además de elegir un atuendo aunque no tenía tenía muchas opciones, mi armario variaba entre los colores blanco, azul oscuro, negro algunas prendas gris y púrpura, si se trataba de jeans creo que todos tenían el mismo tono y diseño y además de unas cuantas sudaderas, no sabían de dónde habían sacado la ropa tampoco de los había preguntado no sabías que respuesta esperar lo que no quería arriesgarme, pero se los agradecía de igual manera.
Está vez quise sentirme y verme renovada, solo para seguir fingiendo mi gran mentira. Así que opté por un suéter blanco, salí de mi acogedora cabaña. El atardecer se empezaba a notar desde un rojo intenso hasta el amarillo que iba desapareciendo.
Mientras caminaba hacia Jacob mi mete no paraba de repetirse "actúa natural" necesitaba pensar en un plan.
Me detuve solo a unos pasos de él, me sentí rara la principio. Pensé quq era alguno de mis recuerdos pero no había señales de dolor, mis alas no estaba mi visión no se nublo simplemente algo de mi cambio, en ese instante me sentía fuerte mucho poder recorría todo mi cuerpo, miré a Jacob y hay estaban todos mis sentimientos hacia el acomodados esperando a salir, todos nuestros momentos juntos acomulados, como si siempre fueran estado ahí y la que hubiera desaparecido era yo.
Mi cabeza o cerebro actuaban como una máquina que hubiera perdido archivos y ahora solo a recuperado todo, recordaba a la perfección cada historia, a cada persona en ese lugar, me recordaba a mi. Pero también recordaba a Riley.
Era fantástico, cuando volví a la realidad y los ví allí a todos, sentía un breve vacío por la perdida de emili y no había tenía tiempo de sentir su muerte como las amigas que éramos, aquello me hizo pensar en Jack y Lilith necesitaba verlos me había alejado de ellos por qué los quería proteger pero no los quería perder y me urgía saber de ellos.
– ¿Oye? ¿Estás ahí? -escuche a Jacob decir pero sus labios no se movían, Entonces lo comprendí estába en mi cabeza, la última vez que lo hizo no había terminado muy bien y yo había hecho un show. -Con una sonrisa asentí- aún veía todas las imágenes de mi vida pasar por mi mente pero oía su voz...
– Llega a ese lugar, cariño.
– ¿A qué te refieres? Pregunté.
– A ese lugar dentro de ti. Lleno de vida, tan brillante que esa luz incontrolable se
Refleje en tu mirada, que todos puedan oír cuán feliz estás porque tú risa sonará como un trueno en sus oídos, que vean quien eres ahora, que vean que eres incontrolable.
– ¿Que cosas dices? -me ruborice.
–solo digo lo que veo en ti.. -me sonrió y sentí un vacío en mi, sabía que ya había dejado de hurgar mi cabeza.
Me tomo de la mano - Gracias le susurré.
Eso me bastó para tener un día normal; me senté allí pero en realidad no lo estaba, mis pensamientos vagueaban buscando algún sentido.
– ¿como te va con eso de ver el futuro Tris? Has visto algo que nos lleve a Henrry
–¿Cómo sabes que esa en mi habilidad?
– Casie atraganto con el nudo nudo invisible en mi garganta, no había pensado en eso. Pero la mentira tocó mi lengua -Eres muy famosa por aquí, nadie para de hablar de ti.
El silencio hundundo el lugar, Beatriz no quiso continuar con mi intento de charlar.
– ¿Recuerdas a Lilith y a Jack? -la pregunta se dirigía a Jacob.
- puso los ojos en blanco antes de reponder – Si, claro como no hacerlo
Ahogué una risita que sabía que le habría enfadado si la fuera soltado
- Iré a verlos mañana -dije sin vacilar