1 Año Y 11 Meses Después
Mi corazón latía con fuerza muy rápido Jamás había experimentado una emoción parecida, mis manos estaban hecho un charco debido al sudor, entrelazo mis dedos una y otra vez y los escondo en mi regazo. Las voces, aplausos y gritos a mi alrededor ensordecen mis oidos pero luego se detiene, y por los grandes y ruidosos altavoces oigo al fin mi nombre.
— ¡Señorita Steel! -todo mi alrededor se detiene las dudas de seguir adelante o enterrarme en mi asiento empiezan, estoy muy nerviosa para poder dar un paso y no tambalear; mi largo cabello ahora rubio cae sobre mis hombros cuando me pongo de pie, mi pulso se acelera y mi pecho do deja de moverse haciendo compás con mis hombros, pero aún así logro pausar mi respiración, la cosa en mi cabeza ahora es más pesada y está muy ajustada. El binotinto que llevo puesto resalta mi piel y lo agradezco Pues en otro caso me viera muy pálida.
- Laure sentada a mi derecha me sacude los hombros suavemente susurrándome algunas palabras de aliento - Puedes hacerlo Steel- siempre lo ha gustado llamarme por mi apellido.
Es de tarde, el sol me da justo en el rostro estando allí inmóvil, viendo una tarde preciosa con sus tonos amarillentos y naranjado alzó la mirada y ahora mi vista está directo en el cielo totalmente despejado; mi vestido empieza a picarme empieza a sentir calor y estoy segura que el ardor que produce el nerviosismo me sube hasta las mejillas.
Cada vez que doy un paso siento que tiemblo más, el caminode las gradas hasta el escenario se me hace eterno, mi rostro no aparece feliz sino consternado y aterrado, apresuró el paso y el alma se me cae a los pies de pura emoción, cuando llegó al taburete y veo el enorme cartón color crema y letras negras que varía de letras entre cursiva y normal.
RILEY STELL CERTIFICACIÓN DE ESTUDIOS
DEL BACHILLERATO.
Estando ahí, di las gracias a los maestros, compañeros y no dije gran cosa si me extendía muy probablemente solitarias las lágrimas, y no quería arruinar mi maquillaje Rebecca re tomo mucho tiempo haciendolo
Y Lizzy el peinado, unas hermosas trenzas decoradas con flores y tuvo mucho cuidado que no se arruinarán por el birrete.
– Logré soltar todo lo que llevaba para cada una de ellas, desde que había llegado ellas me habían acogido y en gran parte les debía a ellas estar en ese lugar. -regresé a mi asiento con los ojos rojos-
— ¡Cariño, lo hiciste! -gritararon todas al tiempo, ellas sabían lo mucho que me había costado llegar hasta ese punto de mi vida, pero jamás preguntaron nada respecta a mi pasado y se los agradecía un montón- Ahora puedes dejarlo estar -dijo Rebecca, dándome un apretón en la mano.
Entonces lloré, lloré porque en realidad me había costado una vida estar ahí, u aunque no tenía necesidad hacerlo me satisfacía porque quería tener algo que llevara el nombre que mi madre había escogido para mí. Lloré porque anhelaba como nunca que ellos estuvieran ahí conmigo, esa meta era más suya que mía y estaba ahí por ellos les debía eso y más. Lloraba a cántaros por él, porque aunque había hecho todo lo que un día anhelé, tenías amargos recuerdos u una vida que jamás podría dejar atrás.
– ¡Ey! -me había sumido en mis pensamientos desde que el director había empezado su charla y no porque no me importara solo que había cosas un tanto más importantes en ese momento. -Lizzy con su dulce voz su mirada curiosa y su rostro expectante me miraban fijamente.
— Te perdiste la despedida de todos.
— ¿Que? ¿Lo dices encerio? -me lamenté
— No pasa nada, de en fin ni siquiera te llevabas con todos -dijo quitándole importancia.
Todos los que estaban en aquel lugar se pusieron de pie (incluyendome) y gritaron un ¡Lo Hicimos! A todo pulmón. Fue allí donde supe que todo había acabado en realidad, desde que había desterrado a Beatriz me decía a mi misma que todo había acabado pero siempre esperaba que todo se saliera de control y me tocará huir, Entonces acepté lo que había sido de mi en ese entonces y me alegro de haberlo vivido todo, ni tenía remordimiento. Así que iba a vivir la vida con esas tres chicas que lo daban todo por mi; en esa graduación no habían padres y era porque todas eran mayores y sus padres tendrían cosas más importantes que hacer como mantener una empresa multimillonaria para darle todo a sus hijos.
— Lauren me extendío la mano para que le siguiera el paso.
Casi corríamos como niñas pequeñas felices hasta el aparcamiento, donde Rebecca había dejado su auto.
- Hay que quitarnos estas cosas ya huelo a trasero de elefante -menciono Lizzy por encima del hombro.
Antes de llegar nos topamos con Luke, era el antiguo capitán del equipo de fútbol de la escuela.
— ¡Chicas! -chilla a nuestras espaldas, se movía de un lado a otro en lodo burlón con una lata de cerveza en la mano y se acercarse a nosotras. Zafó nuestro agarre de un tirón y se interpuso entre Lizzy y yo, reposando ambos brazos en uno de nuestros hombros.
— Debemos celebrar a lo grande, vengan mi casa hay estaremos casi todos, los demás llegarán después de media noche. habrá todo lo que. qui- e- ran.
— Gracias -me apresure a decir- Pero ya tenemos otros planes... -dije con nerviosismo.
— Mi pequeña Ry... -tomó un sobó de su cerveza- No deberías probar a tus hermosas amiga de asistir a la mejor fiestas de sus vidas, además tú as has ido a uno fiesta que he organizado. Acaso, ¿temes de algo? -aquello último lo menciona con picardía.
Lukesiempre ha sido de su chicos que tienen lo que quiere tampoco me gusta ser una s que se lo dato sólo porque se popular. Miré a las chicas y sus cara me rogaban gritos, que aceptara, aviones opción sólo por ellas se cuánto aman sus fiesta y si digo que no, muy seguramente se quedarían conmigo.
– Cierra la boca, no digas tonterías -puse ojos ojos en blanco- Está bien -dije al fin- Pasaremos por ahí, solo un rato -hice enfasis en "solo un rato"-