Muñeca de Cristal [libro 1 - Saga Cristal]

Capitulo 1

Septiembre, 2017

 

La pequeña chica de apenas ocho años de edad se encontraba muy asombrada por todo lo que sus ojos estaban admirando.

No estaba segura de la razón, pero todo aquello no podía sino producirle escalofríos.

— ¿Te gustan? He pasado muchos días intentando plasmarte con gran detalle.

La voz gruesa de aquel hombre hizo que Boneka se sobresaltase girándose inmediatamente con una mano en su corazón.

—Lo siento, no ha sido mi intención asustarte — agregó entrando por completo a la oficina cerrando la puerta detrás de él.

— ¿Qué es...? —Intentó articular la joven chica pero el oxígeno no llegaba regularmente a sus pulmones — ¿Qué es todo esto? — logró preguntar señalando lo que le rodeaba, sin embargo, sus manos temblaban.

— ¿No es obvio? —Preguntó con delicadeza acercándose lentamente a la niña—, eres tú —respondió una vez que estaba de pie junto a ella.

Boneka sintió el miedo crecer dentro de ella, a pesar de su corta edad sabía que eso no podía ser algo normal.

—Pero son muchas, señor Denalio — dijo mirando a su alrededor.

La gran oficina contenía muchos cuadros que eran retratos de Boneka, el escritorio estaba cubierto de fotos de ella en diferentes lugares, en diferentes días, unas sonriendo, otras simplemente caminando o jugando. Unas, acompañada por su mejor amiga Ashlee, otras con Lucas, pero la mayoría eran todas de ella.

—Sé que son muchas, pero nunca me es suficiente —susurró y deslizó lentamente su mano por el cabello negro de la chica —. Siempre quiero verte más — agregó deteniendo su mano en el cuello de Boneka, quien podía sentir cómo las lágrimas querían brotar de sus ojos, pero ella no lloraría.

—No creo que esté bien —susurró intentando retroceder, sin embargo, el hombre mucho más grande que ella sujetó su hombro con fuerza.

— ¿Quién dice que no está bien? —Preguntó agachándose para quedar a su altura — ¿Quién puede mandar en su propio corazón? —las yemas de sus dedos comenzaron a acariciar la piel del cuello de Boneka, haciéndola sentir incómoda de una forma que jamás había experimentado—. Pero claro, de eso tú no puedes comprender aún, eres muy pequeña — dijo suavemente al tiempo en el que una de sus manos recorría el cabello de Boneka y la otra se mantenía en su cuello.

—Sé que eres un adulto al igual que mi papá y él dice que solo quiere ver a mamá — analizó rápidamente Boneka — entonces tú deberías solo querer ver a Julie.

—Eres muy inteligente, eso te hace aún más hermosa — sonrió sin apartar su mirada de los labios de la chica — pero también te hace peligrosa así que quiero que me escuches muy bien.

Dicho esto, alzó a Boneka por la cintura sentándola sobre el escritorio.

Al sentarla tan bruscamente, el vestido rosa de la niña se alzó un poco por encima de sus rodillas. Boneka sintió mucho miedo en aquel momento, tenía una presión muy extraña en su pecho y no le agradaba en lo absoluto. Quería gritar, pero algo no se lo permitía, sencillamente no lograba hacerlo.

—Eres muy hermosa para mí — dijo acariciando su rostro —. No puedo dejar de mirarte y solo quiero estar cerca de ti y yo no creo que eso esté mal — su tono de voz le parecía muy extraño a Boneka.

—Déjame, quiero irme — musitó la pequeña intentando quitar las manos de Denalio de su rostro.

— ¡No!

El grito y sus manos chocando bruscamente contra el escritorio, sobresaltaron a Boneka revolviendo su estómago.

—No quiero que te vayas —dijo más suavemente —. Boneka, no puedes contarle a nadie lo mucho que te quiero, me alejarían de ti — susurró con su voz un poco quebrada y con la mirada fija en sus ojos.

Boneka sintió cómo Denalio llevaba una mano a su cintura aún carente de forma, mientras que su otra mano se deslizaba lentamente por su pierna subiendo por la rodilla.

— ¡Déjame, por favor! —exclamó siendo consciente del miedo irracional que recorría su cuerpo.

—Querida Boneka — volvió a susurrar, pero esta vez a su oído—, a nadie le dirás lo que hoy has visto, a nadie dirás lo que confesado ha sido, porque entonces, tu inocencia se habrá ido y la vida entera consigo.

La niña comprendió del todo las palabras, comprendió la amenaza implícita y además de ello, entendió perfectamente lo que sintió después. Un dolor agudo nubló su vista y un grito salió de su garganta más no pasó de la mano que presionaba su boca. Sintió cómo algo filoso se deslizaba por el muslo de la pierna izquierda.

Denalio la había cortado.

—Ahora, te llevaré hasta el baño y vas a limpiarte —ordenó Denalio con voz firme, Boneka sentía las lágrimas caer por sus mejillas, le dolía el corte —. Nada ha pasado, ¿está claro?

No respondió.

— ¡Te he hecho una pregunta! —le gritó haciendo presión en su corte haciéndola llorar con más fuerza.

Esta vez Boneka asintió con rapidez cerrando los ojos.

—Y si le llegas a contar a alguien, por si no te ha quedado claro, este dolor que sientes ahora no se va a comparar al que te haré sentir, no solo a ti — dijo ladeando su cabeza —, sino a tu amiguita Ashlee.



#378 en Detective
#270 en Novela negra
#5076 en Novela romántica

En el texto hay: psicopata, romance, guardian

Editado: 22.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.