MuÑeca De Trapo

Capítulo 4: los secretos mejor guardados son lo que se olvidan.

Estaba en medio de un cementerio el olor de humedad se sentía por doquier, la briza te abrasaba con una emoción de soledad y tristeza, el cielo era gris, los cuervos posaban en las ramas de aquellos arboles sin hojas, las tumbas cubiertas de fango y suciedad, algo me detiene, no me dejan avanzar, esa mano con grandes garras me sujeta el tobillo,

- “¡suéltame, suéltame ya!”

Sus feas manos me jalan hundiéndome en el lodo y al voltear a mis costados un pedazo de metal en punta de alguna tumba rota está a mi alcance sin pensar clavo la punta de aquel objeto en esas manos que me impedían caminar, un fuerte grito surge desde el suelo y corro, escapo a toda velocidad que me es posible.

Escondiéndome entre tumbas mientras escucho un suspirar agitado, y como sus pies se arrastraban por el suelo, su jadiar se acercaba cada vez más y…

Realmente me encuentro en mi cama envuelta entre sabanas, teniendo ese sueño nuevamente, y siempre termina igual, nunca descubro que pasa al final o ¿Quién es? Aquel que jala de mí, sin embargo, deseo poder terminar ese sueño, algo me llena de curiosidad, algo me dice que no es un sueño.

Sin darle tanto rodeo me alisto para ir a la escuela con Betty, ella tomo la maña de acompañarme de ida y regreso.

Ya no era solo yo, con aquellos monstros que tanto me atormentaban, ahora Betty llenaba de luz y color este ambiente tan obscuro hoy camino al colegio tuvimos una plática que fue relativamente peculiar.

- “marta ¡sabias que hoy en la revista salió un apartado que me lleno mucho de intriga!”

- “así ¿de qué trata?”

- “Es sobre los sueños, ¿no te ha pasado que sueles tener sueño que se repiten una y otra ves? Y que quieres terminarlos o ¿estar en ellos mucho más tiempo?

- “creo que si…y tú?”

- “¡CLARO! Tengo un sueño donde estoy con un niño bueno un chico y íbamos juntos estábamos en un carro en una autopista cuando el carro choca y de ahí no puedo seguir durmiendo, quiero saber que paso con ese chico, la verdad no creo que sea un sueño, mira.

Al terminar de decir eso Betty se desabotona el uniforme mostrándome una marca que le había sido dejada por un cinturón de seguridad, una cicatriz que, de tan solo verlo, podría saber lo dolorosa que debió ser.

Sin embargo, la información anterior era muy valiosa, podría ser que, nuestros sueños sean, en realidad.

- “hola chicas.”

Jeff llega e interrumpe la conversación, estaba a punto de molestarme cuando.

- “Jeff ¿sabes guardar un secreto?”

- “claro que si los mejores secretos guardados están conmigo.

- ¿Cómo cuáles? Eh

-no te los diré Betty, no ya no serían secretos, además los mejores secretos son lo que se olvidan, y aun que quiera contarlos no podría, porque los olvide.

-ouh, ¡que basura eres Jeff!

-ambos dejen de discutir es hora de clase, lean su libro en la página 57 y lean la historia de won fa y lían su, que el hecho que sus notas en chino estén bien signifiquen que deban holgazanear.

- ¡Dāngrán lǎoshī!

Después de un día en la escuela con esos dos seres que parecían ser inmunes al miedo, o sordos a los rumores que se decían hacia mi persona. Tuve que investigar y obtener información así descubrí que.

Si bien un sueño recurrente puede ser por traumas de algún recuerdo, estrés, o molestia y que podrían evitarse con una buena rutina para dormir, en una página secreta de internet encontré.” ¿tienes pesadillas recurrentes?” “¿quieres quedarte más tiempo en tus sueños? No te preocupes brujas al rescate” si bien la publicidad parecía ser bastante absurda no dejaba pasar la idea de no terminar ese sueño, y tras una lista a seguir de magia blanca estaba lista para dormir y saber la verdad.

Hay estaba en el cementerio, las aves volaban de los árboles secos, y el lodo en el piso por una lluvia anterior, me sujetan de los pies, tomo esa cruz de metal oxidada y lo clavo en las manos de esa cosa, y corro hacia las tumbas y me escondo entre ellas, los gritos y jadeos se acercan más y más, hasta sentirlo detrás de la lápida, de un momento a otro el sonido de esos pies arrastrándose se alejan asta desaparecer a lo lejos, alzo mi mirar.

No hay nadie soy yo y las tumbas, de repente comienza la lluvia, por el cielo no puede saber si era día, tarde o noche, perdida sin noción del tiempo comienzo a caminar por el cementerio entre tumbas bajo la lluvia.

De un momento a otro comienzo a llorar de tal manera que soy escuchada y cargada en brazos por una mujer… tapada por su regazo alcanzo a mirar un choque en la carretera a la entrada del cementerio.

Sin más cierro mis ojos…

Ese olor a café dulce, humedad y cigarros ¿podría ser?, no… no creo

Era ella era mi abuela, la casa de mi abuela, velas rojas y blanca, bolsas con pétalos de rosa en ellas, botellas de agua y lo que creía jugo de uva con dibujo de animales decoraban la repisa una estatua de la santa muerte encima de la chimenea, los mosquiteros en las puertas y ventanas.

Era ella, era su casa. - “amor te voy a contar una historia esta es de… espérame aquí.”

Alguien había llamado a la puerta algún pedido encomendado a mi abuelita.

pero la curiosidad me gana ¿qué es lo que hay en la libreta que albergaba mil historias?, no debí verla, no debí tocarla, sin imaginar que terminaría con más preguntas que respuestas, avía más que dibujos, dibujos de los monstros que siempre me habían estado atormentando, en eso recordé que mis padres me dijeron que ella nunca aprendió a leer ni escribir…todo lo que me había contado en realidad era real ella…

Alguien entra interrumpiendo mi pensar y grita mi nombre. La voz de una mujer dice “no puedes hacerle esto es tan solo una niña”

“esta es nuestra única solución o nosotros seremos los castigados decide tu o ella”

Un silencio se mantiene en el cuarto.

A punto de ser regañada por el aspecto de esa mujer, veo una sombra en la ventana era el, el hombre de sombrero y voltea a ver la fijamente escucho un “es el” y caigo, caigo a un tan profundo y desierto, ya era tarde ara ir a la escuela, ahora sabiendo la ubicación de mis sueños estaba segura de lo que iba hacer y nadie tenía el derecho detenerme.



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En el texto hay: suspenso, un misterio oculto

Editado: 15.09.2024

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