MuÑeca De Trapo

Capítulo 10; la calma antes de la tormenta y una pisca de arena.

Paso la temporada de exámenes, terminábamos un nuevo ciclo escolar y el penúltimo antes de salir de la escuela preparatoria, avían quedado atrás dichos rumores sobre mí y los asesinatos bajo nombre de homicidios habían quedado en el olvido, al final ya no estaba sola Betty y Jeff estaban conmigo cada día de clases y aun que trataba de todo al fin me rendí en intentar formar lazos con mis compañeros en general quedándome solo con ellos mis padre seguían igual que antes sin importar que cosa pasara solo podían ver a su hija como un cero a la izquierda, por suerte el abuelo de Jeff son invitaba a comer y hacer la tarea en su casa era divertido ya era tanto el tiempo que pasábamos que teníamos nuestro propio cuarto y cosas de limpieza sin embargo realmente tengo un poco de curiosidad por la familia de Betty nunca los he visto a diferencia de lo que creo era su papa un hombre alto, fornido, calvo y con una barba en forma de candado el parecía realmente aterrador el llego cuando estaba una tormenta y con una sola mirada Betty agarro sus cosas y corrió directo al auto mientras ese hombre firmaba la boleta de salida.

después de eso no nos aviamos vuelto a hablar suponía que estaban disfrutando de las vacaciones, el pensar en eso era inevitable pensar en Jeff con su abuelo subiendo una montaña para meditar.

Sin embargo, una llamada detuvo todo tipo de pensar y escuchar un grito al otro lado de la llamada, eso realmente me puso la piel de gallina cuando después del grito dijo -“ayúdame empaca tus cosas”-, entonces se escucharon risas, sin saber que hacer fui y empaqué mis cosas, cuando por mi ventana se vio un auto estacionarse y tocar la bocina, después una notificación entro a mi celular era chico toro mandándome una foto de todos los chicos en el auto.

Parecía increíble mis papas estaban en la sala y no tuve otro remedio que saltar por la ventana con todo y mi gran bolsa de ropa corrí hacia el auto y todos se rieron al presenciar dicha escena, Betty y Jeff tenían ropa ligera como para ir a la Olaya y el abuelo lucio diferente era divertido verlo fuera de su traje de monje que y sin pelón ahora tenía el pelo suficientemente largo como para hacerse una colita.

El abuelo condujo a dirección a la carretera saliendo de la cuidad, para dirigirnos a un pueblo, conducimos toda la noche, las estrellas eran hermosas el viaje con música y la compañía de ellos era reconfortante.

Todos llegamos a las seis de la mañana a disfrutar el abuelo estaba muy cansado y nosotros corrimos a dirección a esa casa de madera muy elegante.

Era la casa de vacaciones de Jeff y su familia-esta casa le perteneció a mi madre no solemos venir aquí, pero esta es una ocasión especial.

- “¿ocasión especial?”

- “si, ya no venimos solo mi abuelo y yo ahora tengo amigas con quien venir a disfrutar y no sentir esta gran casa solitaria.”

Dijo Jeff a Betty una vez estábamos a pies de la puerta, en eso un gran suspiro se escuchó y era el pobre abuelo detrás de nosotros que después grito- ¡cuidado! - al volver a voltear a la puerta un gran perro se los abalanzo encima,

Resulta que Jeff tenía un perro enorme como un oso bebe que cuidaba la casa, por suerte el perro no hiso más que lamernos y dejarnos cubiertas de baba mientras Jeff se ría sin parar.

Una vez dentro se mostraba un estilo rustico y elegante como si alguien evitara la casa sin embargo los cuartos y la cocina estaban vacío y con unas pocas telarañas rastros de que efectivamente nadie vivía en ella por mucho tiempo.

- “nosotros venimos una vez al año por unos días mi melón cuida de ella”

Dijo el abuelo muy sonrientemente- “¿y cómo es que el perro sobrevive?”

- “él es alimentado por los aldeanos el no solo cuida la casa también al pueblo entero por eso él vive aquí y no con nosotros en la ciudad”

Dijo Jeff ante la respuesta de Betty, todos nos acomodamos y después bajamos a cenar, de sorpresa el abuelo nos llamó al patio donde pudimos cenar al aire libre frente al fuego con una hermosa vista al mar y las estrellas fugases.

- “oh abuelo yo quiero naranjada amo esa bebida”-dijo Betty- “claro, yo también amo esta bebida, pero a Jeff no les gusta ningún cítrico”.

- ¡oh Jeff eres un amargado como el limón! ¡¿cómo no te gusta las bebidas naturales?!

Jeff solo estaba sosteniendo un vaso de agua mientras miraba el mar oscuro con su hamburguesa al borde de caer.

- “Jeff su comida se va a caer agárrala o melón se la comerá.” Le dije para que dejara de disociarse en el horizonte.

Esa fue la noche más tranquila que tuve y tendría Betty mi abrazo toda la noche por miedo al fantasma y yo por primera vez me sentí en paz como si formara parte de una familia de verdad.

Al día siguiente nos fuimos al mercado del pueblo a comprar globos y pintura, era el día de la pintadera, y todos en el pueblo se avían preparado para ellos desde niños hasta abuelos todos listos para tirarse globos de agua y cubetas de pintura, el día la pasamos en la calle pintándonos y mojándonos en el atardecer bajamos a la playa para disfrutar la tarde, Jeff saco una pistola de agua y de metió al mar de un clavado.

Nosotras nos asustamos íbamos corriendo detrás de el por miedo a que se ahora cuando el abuelo grita- ¡corran que sale el supershark! - Entonces nos quedamos confundidas después el abuelo solo saco su celular y empezó a grabar y una gran ola se acercó y en ella Jeff salto y nos disparó con mojándonos de agua- ¡se los dije!



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En el texto hay: suspenso, un misterio oculto

Editado: 15.09.2024

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