MuÑecas

Capitulo 4

Al cabo de unos minutos de quedarse en silencio ambas suspiraron con alivio, Daniela estaba aterrada, preocupada y desconcertada, no se esperaba que su secuestrador fuese una mujer, y menos que al ser tan delgada haya podido manipular su cuerpo inconsciente hasta dejarla en la habitación donde estaba ahora, ¿Qué la llevaría a cometer semejante locura?

-bueno será mejor que comamos algo y hagamos lo que diga, sino se va a enojar mucho y no quiero que nos lastime- dijo Camila acercándose a la pequeña heladera tomando cosas de su interior.

-sí, está bien, me pregunto quién será esa mujer, qué es lo que quiere de nosotras …

-no tengo idea, pero dijo que nos necesitaba para algo, y hay cuatro camas, cuatro sillas alrededor de la mesa y suficiente ropa en el armario para varios cambios, nosotras solo somos dos… aún le faltan dos chicas más. –sentenció Camila.

- ¿Cómo podés decir eso tan tranquila, no tenés miedo?

-sí, lo tengo y mucho, pero también tuve mucho tiempo para pensar, sino para qué pondría aquí tantas camas y sillas si solo fuese una víctima… algo está planeando y necesita que seamos cuatro.

-esto es terrible, debe haber algo que podamos hacer.

-no lo creo, si bien somos dos, es riesgoso, es una mujer fuerte y esta armada.

Daniela reviso cada parte de la habitación buscando algo con lo que puedan defenderse, pero nada servía, todo era de plástico, frágil, nada lo suficientemente resistente como para incapacitar a esa mujer. Se metió al baño y siguió pensando mientras estaba en la ducha, algo debían poder hacer, pero lo que más le llamaba la atención era la ropa que había en el armario, era toda muy formal como antigua, como si fuesen las que usaban las muñecas de porcelana o Alicia en el país de las maravillas, eran muy bellas, pero le daban una mala espina, no sería fácil frenar esta situación menos cuando no sabían que había del otro lado de la puerta.

Por un momento se dejó caer en la tristeza y la angustia que tenía en el alma, lloro en silencio bajo el agua que caía sobre ella, se acostó en posición fetal en el suelo y lloro hasta el cansancio, un golpe en la puerta la alerto haciéndola levantarse rápidamente, esta se abrió dejando ver a una Camila con expresión de angustia.

-tonta pensé que habías hecho una locura- comenzó a llorar con fuerza y congoja, se acercó a ella y la abrazó mientras el agua las empapaba.

-lo siento, solo necesitaba estar sola un poco.

-lo sé, lo sé, también lo he hecho, pero he estado sola todos estos días y de pronto llegaste…  tenía miedo que te hayas lastimado y me dejaras sola.

Se quedaron en silencio unos momentos, luego Daniela susurro en su oído “no te dejare sola en esto”.

 

Mientras tanto en todas las noticias la familia Ferrero aparecía pidiendo la aparición con vida de su hija, hablaba de ella, sobre las cosas que le gustaban, sus pasatiempos, lo buena chica que era, pedía por favor que vuelva, si había pasado algo que se fue así que estaría todo bien que podía volver tranquila, pero sí en cambio alguien se la había llevado lo atraparían, como sea, pero lo harían.

La madre de Daniela había sido hospitalizada por el estado en que había quedado a raíz del shock nervioso, Charlie y Pablo eran los que iban de invitados a todos los programas de televisión para hablar de Daniela, repasando cada momento y detalle de ese día, ya habían pasado cuatro días desde su desaparición y la familia seguía buscando sin cansancio, la policía estaba trabajando, pero no hallaban ningún rastro que los llevara a algún lado,  compartían su imagen en las redes sociales, habían colocado su foto en cada poste de luz y negocio de todo el barrio porteño, nadie sabía nada, tenían miedo de poder encontrarla nunca, pero Charlie jamás se rendiría, haría lo que fuera por encontrar a su hija, lo que sea.




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