Capítulo 12
PV Will
Una vez adapte la estrategia que necesitábamos para ganar a los puñeteros Irlandeses de Nueva York. Esto me había tenido retenido dos meses más lejos de mi esposa. Esa parte de mí que no podía dejar a mis padres y demás familia sin una estrategia que seguir no me dejo abandonarlos. También Alex me obligo a quedarme hasta que tuviese todo bien ordenado por aquí. Hoy ya estaba seguro que ningún cabo se quedaría suelto. Antes de irme al aeropuerto le diría a mi hermano que me diera un nuevo teléfono móvil ya que este estaba completamente roto desde hace dos días. Me encontraba intranquilo y tenía la necesidad imperiosa de irme al lado de mi mujer.
- Aquí tienes tu móvil arreglado, otro nuevo por si este vuelve a fallar y el de color ámbar se lo tienes que dar a Alex para prevenir cualquier cosa, tienen todas las aplicaciones usadas por la familia y las aplicaciones no tan privadas. – me dijo mi mellizo con dos cajas en una mano y mi móvil en el otro.
- Mil gracias, ahora me marchare a coger el primer vuelo que haya hacia España. – le asegure cerrando mi maleta.
Mientras salía de mi cuarto encendí mi móvil con rapidez deseoso de contarle a Alex que volveríamos a estar juntos y esta vez de verdad. En cuanto la pantalla se encendió e introduje el pin de seguridad en la pantalla me saltaron varias notificaciones, pero solo una de ellas me llamo la atención. En la pantalla me salían más de diez llamadas perdidas de ella. Antes de salir por la puerta de la casa junto a mí padre y mi hermano el teléfono fijo de la casa sonó haciendo que todos mis sentidos se activaran.
- Casa de los Valcárcel. – escuche a contestar a mi hermano.
- ¿Quién habrá llamado? – pregunto mi padre con notable preocupación en su cara.
- Alex, ¿eres tú? ¿Qué te ocurre? ¿Cómo es eso que han entrado en tu casa? – interrogo mi hermano haciendo que con solo esas palabras soltara la maleta en el suelo y corriera hacia donde se encontraba mi hermano.
- Travis, ¿Qué pasa con MI mujer? – le exigí en cuanto estuve cerca.
- Tranquila de acuerdo enseguida mandamos a alguien a protegerte…
- Me quieres decir que ocurre. – volví a solicitar con el corazón en un puño.
- Que alguien se coló en tu casa y ahora esta…
Sin dejarle terminar le quite el teléfono de la mano, para colocarlo rápidamente en mi oído mientras que su nombre salía de mis labios. Sujeté el auricular a mi oreja escuchando como ella imploraba porque no la dañaran, pude escuchar como ese desgraciado le golpeaba y yo me sentía impotente de no poder hacer nada. Podía escuchar la voz de ese desgraciado de los Mckalister como la contaba sus planes, como la asustaba, podía oír como la insultaba a ella y a mis hijos, logrando que mis entrañas se revolvieran. Mi alma se terminó de romper en el mismo momento en que pude percibir como clavaban algo con saña en algo y me destruyo aún más al escucharla gritar mi nombre. Pude sentir la mano de mi padre apretando mi hombro mientras le temblaba todo el cuerpo. No sabía en qué momento habían puesto el altavoz al teléfono, pero sabía que estaban escuchando lo mismo que yo. Estaban escuchando a mi mujer llorar. Escuche unos pasos chulescos acercarse hasta donde se encontraba el teléfono de mi mujer.
- ¿Qué se siente al perder al amor de tu vida Valcárcel? – me pregunto Mckalister al otro lado.
- Escúchame bien Evan Mckalister, te juro que pienso hacerte pagar con creces el haber dañado a mi mujer y a mis hijos. – le amenace con voz siniestra.
- Suerte para conseguirlo bastardo, recuerda que casi te mato una vez y no creo que una segunda vez no pueda terminar con tu vida. – se mofo haciendo que mi sangre hirviera.
- Escucha grandísimo cretino, pide que mi hermano sea quien te atrape primero porque como lo haga yo vas a pagar todo el daño que le has hecho a mi cuñada. – le amenazo mi hermano.
- Sera mejor que nos marchemos de este lugar antes de que alguien llegue, la esposa de Raúl no tardara en aparecer. – le apremio la voz de una mujer que me resulto familiar pero que no conseguía relacionarla.
- Vamos querida aquí ya está todo el pescado vendido. – le contesto tirando el aparato de nuevo al suelo.
Evan salió del lugar en el que estaba junto a aquella mujer y su perro guardián. Podía escuchar el débil llanto de Alex al otro lado, pronunciando mi nombre al mismo tiempo que escuchaba unos pasos arrastrándose por el suelo después de escuchar tres disparos a la lejanía. Pude escucha como esos pasos se acercaban al lugar donde se encontraba el móvil del amor de mi vida, para acto seguido escuchar como algo caía bruscamente al suelo. Pude escuchar la voz del amigo de Alex pidiéndonos disculpas para después volver a escuchar algo bastante pesado caer al suelo.
- Travis, te pido que cuides de mis hijos ahora que ni yo ni su padre vamos a poder hacerlo. – me rogo sin apenas voz y pensando que era mi hermano.
- Bonita no digas esas tonterías, ya verás cómo vas a estar junto a nuestros hijos. – le suplique acuclillándome cerca de cerca del mueble donde se encontraba el teléfono.
- Travis, te rugo cuides de Duncan mi pequeño guerrero y a Jazmín mi dulce flor, te pido, cuida de ellos por nosotros. – le volvió a rogar mi hermano sin darse cuenta que era yo quien le hablaba.
- Alex, no puedes dejarme solo, no puedes dejarnos mi amor. – le roge llorando como hacía mucho tiempo que no hacía.
- Te amo William…
Pude escuchar el momento en que dejo que el aparato se deslizara hasta el suelo por la falta de fuerza. En ese momento escuche como alguien se acercaba corriendo al lugar en el que se encontraba Alex y empezaba a gritar por ayuda, junto a otra persona que no paraba de moverse por el lugar. Al mismo tiempo a mi teléfono móvil llego una foto de ella con un vestido blanco con estrellas azules lleno por su sangre y tirada encima de un charco de sangre. En cuanto pude identificar las voces no lo pensé dos veces solo me levanté de donde me encontraba para llamar a quien había llegado junto a ella.
- Alfonso por favor dime que Alex está bien. – le suplique en cuanto este cogió el teléfono.
- Will, Alex está muy mal, la acabamos de encontrar sin sentido y con el pulso muy bajo, voy a colgarte para así llamar a una ambulancia lo antes posible. – me informo con voz tenue tranquilizándome.
- Te pido me mantengas informado de todo incluso de en qué hospital estará, voy a coger el primer vuelo que me lleve hasta España. – le jure decidido y con la esperanza de que ella sobreviviera.
- No te preocupes, voy a llevar el móvil de Alex para que tengamos más facilidad de informarnos, por eso voy a colgar para que la batería no muera, te mantengo informado. – me comento antes de colgar.
- Hermano yo me voy contigo no pienso dejaros solos ahora mismo. – me informo mi hermano subiendo hacia su habitación.