Muros del Pasado

Capítulo 17

Selene’s POV

          Me encantaba este nuevo colegio, ningún niño sabía que mi padre no me quería, aquí ningún niño se metería conmigo para ver como mi papa me pegaba. Duncan y Alexia eran los mejores amigos que podía haber conocido, no me habían dejado sola en ningún momento, me ayudaban a entender algunas cosas que aún no comprendía en este idioma, pero me sentía feliz. Ya quería ver a mi mami para contarle todo lo que había hecho.

El timbre de salida sonó haciendo que todos nos levantáramos y recogiéramos nuestras cosas. Todos mis compañeros recogieron rápido mientras que yo lo hacía despacito.  Por un lado, quería ver a mi mama, pero por el otro lado no deseaba volver a casa. No quería escuchar a mama llorar porque el monstruo le hace daño, no quiero que el monstruo esté cerca de mí y que intente hacerme daño, no quería seguir con ese monstruo.

“Diosito salva a mama de las garras del monstruo y envía alguien bueno para nosotras.”

  • Selene ya terminaste de recoger.- pregunto mi profesora a mi lado.
  • Si seño ya recogí todo.-le conteste sonriente colgando mi mochila en mi espalda.

Corrí hacia la fila sujetando la mochila de Duncan. “Podrá mama venir a buscarme.” Los nervios de no regresar a la cueva del monstruo estaban creciendo lentamente en mi tripita, deseando que el tiempo se parase. Solo quería estar con mi mama, ella y yo, solo las dos riendo felices. Deseaba huir con mama lejos del monstruo.

Cuando salimos a la puerta de la escuela pude ver al papa de mis nuevos amigos y el coche que mandaba el monstruo para llevarme de nueva a aquella cueva tan oscura para mí. Vi a Rayan apoyado en el coche pero no vi a mi mama, tal parece que el monstruo no le dejo venir, me despedí de mis nuevos amigos y camine hacia el coche. Me puse a andar hacia el coche distraída y con la mirada fija en mis zapatos. Tenía la sensación de estar encerrada en un barco andando por la tabla.

  • Aaaay.-chille al caer de culo contra el suelo después de chocarme con alguien.
  • ¿Te encuentras bien pequeña, te has hecho daño?-me pregunto el señor levantándome del suelo y sacudiendo mi vestido.
  • Sele, ¿te hiciste daño?-me pregunto Duncan con notable preocupación en sus ojos marrones.
  • Papi, ¿se hizo alguna herida?-interrogo esta vez Alexi al hombre que se encontraba delante de mí.
  • Tranquilos que vuestra amiguita está bien y sin ninguna herida, verdad pequeña, Selene.-les contesto a mis amigos al mismo tiempo que daba un toquecito en mi nariz con su dedo índice consiguiendo que me riera.
  • Si solo fue un golpecito pequeñito en mi pompis, pero no me duele ni tantito así.-le conteste señalando el lugar mencionado y haciendo el signo de poquito con mis deditos.
  • Me alegro que estés bien pequeña.-me comento el señor sonriente como si fuera un superhéroe dispuesto a luchar para proteger el planeta contra todo mal.

Sin pensar un segundo lentamente me acerque al señor, rodee su cuello con mis pequeños bracitos y recosté mi cabeza en su hombro ocultando mi cara en su cuello. El señor no me separo, todo lo contrario me envolvió con sus brazos fuertemente refugiándome entre su amplia armadura. Este señor me hizo sentir igual que cuando mama me abrazaba contra su pecho. Me sentía tan agustito y tan segura que no fui capaz de retener mis ganas de llorar. Quería que el papa de Duncan y Alexi fuera también mi papa, que mi mama no tuviese que estar atrapada en las garras de ese terrible monstruo.

  • Tranquila pequeña, ya verás como todo estará bien.-me susurro en mi oído al mismo tiempo que pasaba su mano por mi espalda.
  • No quiero ver al monstruo.-dije entre hipitos abrazándome con fuerzas a este señor, mientras que escuchaba los zapatos del resto de la gente.

El papa de mis amiguitos no me intento alejar, solo me decía cosas bonitas, me acariciaba o daba palmaditas en la espalda, para calmar mis hipitos. Pude escuchar el sonido de unos zapatos apresurados detrás de mí pero no quería guiarme para mirar. El señor me separo de su cuerpo al ver que mi llanto había frenado un poco. Seguí hipando y dejando que las lágrimas salieran de mis ojitos mientras colocaba mis puños en mis mejillas intentando dejar de llorar. Si el monstruo me ve o escucha llorando, seguro que me hace daño a mí o a mi mama. Tenía miedo de que alguien le dijera que había estado llorando y que me habían visto abrazar a un desconocido. Con cuidado aparto mis manitas de mi cara y dejo un beso en cada una.

  • Ya esta pequeña, no llores más, te prometo que voy a hacer todo lo posible por ayudaros a ti y a tu mama, vale.-me juro limpiando lentamente mis mofletes con sus manos
  • Selene, mi amor que te pasa.-escuche a mama llamarme detrás de mí.
  • Alexia, Duncan, suban al coche ahora mismo que está abierto.-les ordenó a mis amigos con tono serio quienes estaban algo sorprendidos de verme llorar.

Me gire para verla y eche a correr, llorando muchísimo más que antes de verla así. Mi mama tenia marcas oscuras en su cuello y debajo de su ojo izquierdo, una venda nuevamente en su mano derecha y un curita en su nariz. Ella al verme ir llorando hasta donde se encontraba, se agacho para cogerme en brazos y arrullarme contra su pecho.

  • Alexia, no voy a permitir que ninguna de vosotras dos vuelva al lado de esa bestia.-le aseguró a mi mama sujetando su brazo y tirando de ella hacia un coche plateado.
  • Travis, no puedo salir ahora mismo de ese lugar sin tener un comodín.-le contesto mi mama sin dejarme entender.
  • Señora quiere que lleve a la niña al coche.-pregunto Rayan estirándome los brazos.
  • Si por favor y procura que tenga el cinturón de seguridad bien colocado.-le contesto dejando que me cogiera.
  • Vamos mi niña que tengo una cosita para ti que te va a gustar mucho.-me dijo al oído mientras caminaba.




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