Capítulo 19

PV Will

Me encontraba apoyado en mi coche junto a mi hermano esperando que los niños salieran del colegio y que Alex llegara a buscar a su hija. Mi hermano me había rogado que le trajera conmigo para poder ver a mi mujer y asegurarse el mismo del estado en el que se encuentra. Cedi a su capricho para conseguir de una santísima vez que ella me viera como quien era y no como a mi hermano. Me estaba impacientando por volver a verla. La última vez que la vi, llego a recoger a Selene con una nueva marca en su rostro, que aun cuando se cubrió el golpe con maquillaje yo pude distinguir la diferencia en su rostro de ninfa. Me estaba odiando para aceptar las condiciones que puso para salir de ese lugar, pero si me paraba a pensarlo era lo más sensato si queríamos alejar las garras de ese desgraciado de aquella dulce niña.

• Hermano ayer me contacto Piero uno de los hijos mayores del desgraciado de Evan y el señor Marco el padre de este estuvo hablando vía telefónica con nuestro padre.-me comento en un susurro que solo yo había escuchado.
• ¿Qué narices quería ese mocoso de ti?-interrogue con la sangre en ebullición.
• El muchacho me llamo para pedirnos ayuda tanto para el como para sus dos hermanos, su media hermana y la mujer a la que su padre lleva cinco años torturando, lo más divertido es que Don Marco le pidió la misma ayuda a nuestro padre.-me contesto haciendo que sonriera de lado.
• ¿Y porque se supone que debemos fiarnos de ellos? No dejan de ser su familia.-comente tranquilo empezando a idear una estrategia de asalto.
• Según entendí del muchacho y de lo que este señor hablo con nuestro padre, es que Evan se ha descontrolado y que ha enloquecido, solo tiene en mente vengarse de ti haciendo daño a Alex y que tiene una obsesión insana con ella.-contesto haciendo que el día se oscureciera completamente para mí.
• Hermano en cuanto los niños salgan del colegio llevaremos a la pequeña Selene con nosotros hasta que logremos acabar con ese desgraciado.-le afirme mirando seriamente hacia la puerta del colegio.

El sonido conocido de un coche me hizo mirar detrás de mi SUV y pude ver que era el coche en el que traían todos los días a Alex. Cuál fue mi sorpresa que solo vi bajarse a uno de sus guarda espaldas, al hombre del bigote con un gesto serio y con una carpeta que me hizo ponerme alerta. Le vi dirigirse al maletero del coche y hacerme un gesto con la cabeza para que me acercara. Mi hermano y yo nos miramos con extrañeza.

• Dile a ese hombre, que le entregue esto a tu esposa.-me pidió mi hermanos entregándome una especie de monedero pequeño.

Lentamente y con disimulo me acerque hasta donde se encontraba el hombre. Cuando vi lo que hacía en el maletero, algo en mi interior me aseguro que algo no estaba yendo del todo bien con la estrategia de Alex. El hombre me entrego con disimulo la carpeta roja junto con una carta escrita en un folio de color azul claro doblado en cuatro pliegues. Desdoble la hoja encontrándome con la hermosa caligrafía de mi diosa. Me dispuse a leer el contenido de la carta mientras que el hombre se encargaba de bajar las dos maletas grandes, las dos mochilas y tres cajas precintadas.

Cuando termine de leer aquellas letras solo tenía una cosa en mente coger a este hombre que estaba ayudando a mi mujer y que me llevara hasta donde ella se encontraba para arrancarla de las garras de esa mala bestia. Mi hermano se acercó con notable curiosidad al ver la ira anidada en mis ojos. No tuve que pasarle la hoja que había entre mis manos para que la cogiera, no tuve que ordenarle que leyera el contenido ya que lo hizo el mismo y no tuve que explicarle como me sentía en ese momento después de la lectura de ese papel.

• Hay que poner el plan que tenéis tú y papa en funcionamiento lo antes posible.-comento mi hermano arrugando la hoja en su mano y cogiendo las maletas para meterlas rápidamente en mi coche.
• Bayron y yo estaremos a su disposición para sacar a esa niña de aquel infierno.-nos aseguró el hombre de bigote con fuego en sus ojos.
• ¿Por qué tendría que confiar en vosotros si no habéis sido capaces de evitar un poco del sufrimiento de mi mujer?-le cuestione con un gruñido.
• Si no hemos hecho mucho en estos últimos años es porque la niña Alexia no quería que lo hiciéramos ya que eso acarrearía la desconfianza de ese hombre y el peligro para la pequeña Selene.-contesto.
• ¿Rayan dónde está mi mama?-escuchamos preguntar a nuestras espaldas.
• Duncan, Alexi, subiros al coche que no tardaremos en irnos.-les pidió mi hermano a mis hijos.

Pude ver a mis hijos subirse en el coche y como el tal Rayan terminaba de subir las cosas a mi coche para después acercarse hasta la niña de ricitos castaños. Yo cerré el portón del maletero y me acerque lentamente a la niña respirando tranquilo para hablar a la niña.

• Hola hermosa princesita, yo soy el tío Travis y tú debes de ser la preciosa Selene.-se presentó mi hermano revolviéndole el cabello.
• Si yo soy Selene, mi mama me puso ese nombre porque le gustaba esa diosa.-contesto la niña estirando la mano en modo de saludo que me hizo sonreír.
• Pequeña Selene, tengo que contarte una cosa, que seguro que vas a entender.-comento el hombre acuclillándose a su lado.
• ¿Qué le ha hecho el monstruo a mi mama?-pregunto alterada con sus ojitos llorosos.
• Cariño mama me manda a decirte, que vallas con el señor Valcárcel y que te quedes con su familia hasta que todo se solucione.-le comento el hombre acariciando su rostro.
• ¿Pero y mama?-volvió a preguntar abrazándose a sí misma.
• Pequeña, mama ahora está algo delicada para escapar, pero te juro que tu mama va a reunirse contigo muy pronto, tu mama tiene a mucha gente que ha jurado ayudarla.-le juro a la niña besando sus manos.
• ¿Por qué no viene también ella conmigo?-volvió a cuestionar.
• Porque primero tenemos que estar seguros que tú vas a estar protegida princesa y tu mama confía ciegamente en estos dos señores.-le contesto abrazándola con fuerza como quien abraza a un hijo.
• Princesa verdad que vas a venir con el tío Travis, mientras que tu mama escapa de ese lugar.-le propuso mi hermano a la niña que le miro con ojitos llorosos y ofreciéndole una de sus manos.
• Si mama pude pelear con el monstruo tranquila si estoy con ustedes, entonces sí que voy.-contesto la niña cogiendo la mano de mi hermano.
• Pequeña te juro que dentro de poco volverás a estar con tu mama y que seréis muy felices.-le juro el hombre.
• Rayan le puedes dar un beso a mami de mi parte.-le pidió besando la mejilla del hombre.