Mushroom Girls-Magia y Amistad

23. recolectando ingredientes raros.

El sol apenas se asomaba sobre las copas de los árboles cuando las Mushroom Girls se reunieron frente a la cabaña. Amanita sostenía una canasta de mimbre, y sobre una mesa improvisada había frascos vacíos, mapas del bosque, una lupa y una lista escrita con letra cuidadosamente redondeada.

—¡Bien! —exclamó Amanita con entusiasmo—. Hoy tenemos una misión especial: recolectar ingredientes raros para nuestras recetas y experimentos del mes.

—¿Y qué tipo de ingredientes? —preguntó Shiitake, ajustándose el sombrero de ala ancha que usaba cuando salía al bosque.

—Hongos que crecen solo con la primera luz del día, pétalos que solo se abren si les hablas suavemente, y una raíz que, según Reishi, aparece donde hay paz total —respondió Amanita, señalando la lista con una sonrisa.

—¿Hablarle a una flor? —se rió Portobello—. Bueno, si hace falta, hasta le canto.

Las chicas se adentraron entre los árboles. El bosque las saludó con su frescura matutina y el sonido de los pájaros. Caminaban entre raíces retorcidas y arbustos suaves, cada una con una pequeña canasta y su tarea.

Matsutake se adelantó, consultando un libro de campo.

—Aquí dice que el Aureolum Luminae, ese hongo brillante que buscamos, crece cerca de troncos caídos y absorbe la primera luz del amanecer. Miren, allá.

Bajo una raíz expuesta, brillaban pequeñas setas doradas con un leve resplandor.

—¡Son tan lindas! —dijo Champiñón, agachándose con cuidado—. ¿Las puedo recoger yo?

—Claro —dijo Amanita—, pero usa el cuchillo de recolección. No queremos dañar el micelio.

Con suavidad, Champiñón cortó las setas y las colocó en su frasco de vidrio, observando cómo todavía emitían un suave resplandor.

—Parecen pequeñas estrellas atrapadas en el bosque —susurró.

Más adentro del bosque, Shiitake guiaba al grupo hacia un pequeño claro.

—Esta zona tiene buena tierra y mucha humedad. Aquí es donde suelen crecer las Silvisus Murmuris, las flores que se abren si les hablas.

—¿Qué les decimos? ¿Hola? —bromeó Portobello.

—Lo que quieras, pero dilo con cariño —dijo Reishi mientras se agachaba y acariciaba los pétalos cerrados de una flor azul violeta.

Las chicas se turnaron. Amanita habló de su amor por los hongos. Matsutake contó una pequeña historia. Portobello cantó una estrofa alegre, y de pronto…

¡Pop!

Una de las flores se abrió lentamente, revelando un núcleo brillante de color ámbar.

—¡Funcionó! —gritó Shiitake emocionada—. ¡Están respondiendo!

Poco a poco, una docena de flores comenzaron a abrirse mientras las chicas hablaban y reían suavemente.

—Creo que solo querían ser escuchadas —dijo Reishi, sonriendo.

El último ingrediente era el más difícil: la Raíz Serena, que solo crece donde hay “paz absoluta”. Las chicas caminaron en silencio por un rato, buscando el lugar adecuado.

—¿Cómo encontramos paz total? —preguntó Champiñón.

—No es algo que se encuentra… es algo que se siente —respondió Reishi con voz suave.

Caminaron hasta una loma cubierta de musgo, donde solo se oía el viento. Las chicas se sentaron en círculo, respirando profundo.

—¿Recuerdan cuando nos conocimos? —dijo Portobello de pronto.

—Sí. Nunca imaginé que terminaría compartiendo mi vida con ustedes —dijo Shiitake, cerrando los ojos.

—Aquí me siento en casa —susurró Amanita—. Y eso me da paz.

Justo en el centro del círculo, una pequeña raíz blanca comenzó a asomar entre el musgo. Reishi abrió los ojos lentamente.

—Ahí está.

Recolectaron la raíz con cuidado, sin arrancarla por completo, y la envolvieron en una tela suave.

De regreso en la cabaña, las chicas colocaron los ingredientes sobre la mesa central: los hongos brillantes, los pétalos que escuchan, y la raíz de la paz.

—Cada uno de estos ingredientes tiene una historia —dijo Amanita, acariciando los frascos—. Y esa historia nos une.

—Deberíamos preparar algo especial con ellos —dijo Portobello—. ¿Tal vez un té brillante?

—O un pastel que escuche tus emociones —sugirió Shiitake.

Las Mushroom Girls rieron mientras el sol de la tarde iluminaba su mesa. Habían vuelto con los ingredientes, pero también con nuevas memorias, risas compartidas y la certeza de que, juntas, cualquier búsqueda se convierte en una aventura inolvidable.



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En el texto hay: fantasia, aventura, slice of life

Editado: 28.05.2025

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