Musica Ligera

CAPÍTULO 7. EL REPLICAR DE SU ALMA

 

La podría haber llevado a la fuerza pero el recordatorio del fauno aseverando que si la llevaba sin su consentimiento resultaría en su muerte inmediata me apabullaba. 

Tome una de las pocas decisiones conscientes en mi estadía en la tierra. Cumpliria sus demandas, la llevaria con sus padres adoptivos para después encarrilarnos a buscar a las creaturas que le dieron vida. Solo así podría juzgarla realmente. Ella se vio confusa y semi dispuesta. Esperaría dos dias como maximo.

Hablaron de colocarla en un estado ausente, los escuche decir como apagarían su conciencia, la llamaron objetivo. Termine en estado de fuga, entraría por la fuerza para recuperarla, el tiempo no era el acordado pero la alternativa era impensable.

Extraordinariamente como siempre al momento de irrumpir en la guarida de ese clan joven, la niña tocaba música en el asombroso instrumento musical.

Juré por mi padre honrar sus demandas si consentía venir conmigo. 

Algún miembro del clan dio la orden de abrir fuego, la puse a resguardo de las balas imponiendo mi cuerpo sobre el suyo. Con particularidad note nuestros corazones latir cerca uno del otro. Fui consciente también del incremento de la velocidad cardiaca de ambos lo asocié al peligro imperioso pero  solo el mio redobló su esfuerzo cuando ella estuvo de acuerdo en acompañarme a buscar respuestas. Confíe en su habilidad y rapidez para llegar al punto alto del edificio. 

Baje por la ventana, me recibieron con  fuego. Luche con ellos sin dejar de poner toda mi capacidad auditiva a las alturas del conjunto de granito color gris, asi sabria si la niña necesitaba mi ayuda. Llegó al punto acordado, yo contenía a las criaturas con la menor agresividad posible, pero era difícil. Ellos estaban completamente armados, me lanzaban cristales diminutos  a la cara, no me lastimaban pero si me dejaban momentáneamente cegado por centésimas de segundo, las balas buscaban atravesarme la carne, la mayoría solo esparcía un incómodo punzar en el área. saturado de confusión mis  sentidos primarios llamaron al viento a mi mano derecha, ávido impelió a su paso a cualquiera interpuesto, las ventanas se quebraron sin reparo, muchas de las esquirlas se propagaron sobre los tragaformas, aparte de un empujón a varios para eludir heridas graves, sin embargo no dejaban de atacarme, convoque mi contención para detenerlos momentáneamente, uno de ellos se interpuso en una maniobra y termine por perforarle la pierna con la mano desnuda sin querer.

La niña salto y el aire me advirtió de su proximidad al suelo, la encontré ligera entre mis brazos al dar el impulso potente. Me dirigí a una distancia prudente de los enemigos inmediatos y también a la cercanía de su hogar. 

-No soy fan de esto.- dijo luego de recuperarse de los impulsos.

-¿Fan?- pregunte sin entenderle

Reviró los ojos.

- Olvidalo. En cualquier caso ¿Dónde estamos?

Camino en el pasto tenía los pies desnudos. Por algún motivo, era la menor de mis preocupaciones, desde la última ocasión examinandola encontré el rastro de un golpe contundente en su mandíbula, el hematoma era casi imperceptible.

No hice comentario al respecto, sin embargo me enfado lo pocos cuidadosos que habían sido.

-Aquí encontraremos respuestas- Apunte a la izquierda.

No lo acepto.

-Debo volver con mis padres-Se posicionó firme en su tono de voz

-Sabia que dirias eso. Tus padres están en esa dirección, serás breve y concisa, tus captores no tardaran en venir aquí, luego iremos donde yo diga.

-¡Hecho!, ahora ¿Cómo llegaremos?

Me concentré entonces en el compendio, no existía una sola ruta cien porciento segura a kilómetros a la redonda  de donde los huit la probaron se apostaban algunos seres maliciosos,buscando hacerse de la pequeña humana. Podríamos caminar un poco sin necesidad de impulsarnos todavía

-Mi intención era traernos lo más adyacente a tu hogar, si caminamos un kilómetro llegaremos.

-En marcha.

Nos miramos mutuamente como no habíamos hecho, yo adquiri hacia ella una especie de nocivo comportamiento, ponía en perspectiva cada acción, el movimiento de sus labios, sus pestañas, el ambiente del bosque estuvo por envolverme de nuevo sin embargo me contuve, existía una duda en el fondo de mi. Su respuesta me inquietaba sin embargo la efectue de igual forma. 

-¿Por que fuiste al tragaformas voluntariamente?

Se vio desconcertada por mi pregunta

-¿Que es un tragaformas?

-El niño a cuyos brazos corriste- dije conteniendo de mi voz de la confusión

Abruptamente su agraciado rostro se lleno de tonalidades rosadas y rojizas.

-Era mi amigo Uriel.¿recuerdas? En un sueño lo llame

El era su conocido, fue a él voluntariamente. No había sido sincera.

-Sabias de su existencia- la cuestione.

-No, bueno si- comento su nulo conocimiento de su doble vida.

-Nunca fue mi amigo, al parecer era una carga en su espalda- se encogió de hombros -por eso no me contó nunca nada de su verdadera naturaleza, al volverme tu presa me convertí en la de los demás, se quitó la máscara de humano. Planeaban usarme como fuente de su energía o algo asi.

Tristeza ese tórrido sentimiento comenzaba a minar su cuerpo, trasluciría en segundos el llanto la más  difícil emoción en ella. Esos periodos me dejaban con dolor físico.

Volví a despreciarla, ella me estaba manipulando de nuevo estaba seguro. Me estaba hartando de ese comportamiento

-No llores- exigi

-No lo planeaba- susurro.

Para sacudirme metafóricamente ese sentimiento me obligue a rememorar sus palabras.

-Se explicita. ¿Como te volverías fuente de energía?- inquirí sospechoso de nuevo.

Sus ojos me evadieron y eso me gustaba muy poco.

-Pues leí uno de sus expedientes, hablaban de cómo les ayudaría como energía pero no termine de leer.




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