Musica Ligera

CAPITULO 9. INTERLUDIO DE LOS ORÍGENES

 

 

-Bien, dime ahora a dónde vamos y con quien.

-Que tu sangre sea algo que otros quieran debo suponer vienes de los Caminantes.- dijo con misterio

-¿Quienes?

- Es un caso similar a los tragaformas. Te contaré sus origenes y tu posible historia.

Deje de respirar inquieta por saber más.

-¿Que conoces de la historia humana?

-¿De que parte?

-Una guerra de aproximadamente quinientos años.

En su mueca encontre ligera petulancia como si pensara que no sabia nada al respecto.

-Eramos muchas culturas diferentes con gobiernos distintos y lenguas también. La guerra la inicio un pais pequeño y escalo hasta ser global, el unico gobierno aparecio para ser el salvador de la humanidad. Aun que creo es pura propaganda- asegure mientras lo decía.

El asinto.

-Si empezo con los humanos, querian expandir su territorio pero existian otras creaturas, siempre hubo diferentes especies pero tras tal desastre global experimentaron con loque no debieron- meneo la cabeza deprisa como si quisiera borrar un recuerdo.

-Los humanos querian mercenarios para sus asuntos con otras especies y en las montañas encontraron cientos de caminantes   primitivos, ellos eran salvajes sin raciocinio, entonces comenzaron a modificarlos en masa  para su beneficio,  La matanza de todo aquel interpuesto, haciéndolos astutos y menos erráticos. Tras cien años de servicio comprendieron lo suficiente  deslindandose de la guerra en apariencia, se relegaron a zonas pantanosas en las sombras actuaban de mercenarios para el mejor postor, lo único que aceptaban por su detestable trabajo eran humanos .En la guerra sobraban presos de así que los daban como sacrificio.

-¿Como que solo aceptaban humanos?- fui incapaz de contenerme

-Los usaban de alimento-contestó a regañadientes

-¿Se los comían?- pregunte con voz aguda

-Beben su sangre, los más salvajes ingieren sus órganos - escuche su repulsión a tal acto implícito en su voz.

-Que asco.

Escucho como jade ante tal cosa. Este tipo describia a unos vampiros o a unos caníbales ¿Como podría pensar que yo provenía de ellos?

Estaba por reprocharle cuando me dijo.

-Aun no termino de narrar la conexión que tienes con ellos.

Me trague mis palabras otro rato. 

-Después de la guerra humana, ellos tuvieron la suya contra otras especies para quedarse con tierras, se dividieron en dos asentamientos grandes, como todos evolucionaron y  son criaturas refinadas, con leyes estrictas según su propia definición. Tal es así que cuando uno de los suyos no seguía la normativa social es exiliado a irse con los humanos. Pueden procrear con ellos. Si vienes de una de estas criaturas eso explicaría tu curación. Ellos sanan rápido.

¿Podría ser posible? ¿Sería una mezcla de esa raza que decía? Me inundaban las dudas quería ser capaz de tener características algo a que agarrarme para reconocer si podría ser una de su clase.

-¡Cuéntame más!- le exigi

Apabullado por el tono exaltado de mi voz me miro raro.

-¿Qué deseas saber?

-¿Hay muchos de esa raza en los humanos?

-Caminantes- me recordó- Y no. Los exiliados aprenden a volverse nómadas o a irse a territorio humano, al elegir lo primero básicamente se eliminan entre ellos. Los que eligen la humanidad como escape se comprometen a no tocarlos así les permiten el ingreso, a los que esta práctica les es displicente se concentran en estudiarlos. 

-¿De que se alimentan los que ya no beben sangre?

-No dejan de beber sangre, dejan de matar humanos que es muy diferente.

-Dices entonces que las personas que me crearon deben ser uno humano y otro un caminante. ¿Qué tanto debo tener de caminante?

-Tus características no las conozco en su totalidad. Asumo que son variables.

-¿Como podriamos saber?- insistí

-No lo sabremos y no nos arriesgaremos a descubrirlos por evidentes razones.

Me dio una mirada envenenada.. 

-¿Sugieres que voy a querer sangre?- aventure  abriendo mucho los ojos.

-Posiblemente

Abri los ojos y me concentré en mi apetito y no tenía hambre ni sed, ni antojo de nada, se asemejaba a haber comido hacía un par de horas, satisfecha.

Sus ojos se ensombrecieron,abandonaron todo buen término. 

-¿Esto influye en tu veredicto?-me atreví a preguntarle guardando mi distancia.

No debía olvidar que el creía que yo era la culpable de acabar con varias vidas

-Probablemente- me miró de nuevo y encontró miedo en mi ser.

-No atacaré a nadie, la idea es repugnante- casi grité.

Y solo imaginarme alimentandome de fluidos de personas me generaba mas nauseas que la última comida que hice. 

-No apresures tus conclusiones.

-Sigamos el camino ya no queda tiempo, el sol no se debe ocultar a nuestra llegada.

Me haye sin ese miedo apresante de otros pensamientos en la camilla del cuartel de Uriel, esas ideas me dieron miedo por cuestionar mi humanidad. Ahora mismo no importaba, mi razón estaba perdiéndose en el anhelo profundo del autodescubrimiento milimetro a milimetro.

-¡Bien! Pero ¿Cómo comprobaremos que soy mitad caminante?

-Preguntaremos personalmente.

Sentí la adrenalina subir desde mis pies a la coronilla.

-¿Iremos ahora?

-Si, con los Caminantes de la reina Carulad- lo último lo pronunció con soltura pero ignoraba el significado.

-¿Ahí estarán mis progenitores?- se me comprimió el corazón y se me erizaron los vellos de la nuca como reacción.

Se encogió de hombros.

-Desconozco el paradero de tus creadores. Suena improbable pues sería un exiliado  sin embargo no lo descartes.

Mi pecho se llenó de emoción como nunca de expectación. Ni en una presentación estaba yo tan ilusionada.

Sabía que nunca ansiaria la sangre, si eso era lo único desagradable y nefasto de ser caminante no me desagradaba tanto la idea de ser un híbrido. Pero suponía que eso lo descifraria al encontrarme con ellos.




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