Discutimos por mi tarea, ella no entendía la importancia de su muerte y tampoco mi misión. Pero no tenía porqué saberlo, para ella todo era cuestión de supervivencia para cualquier creatura la supervivencia era esencial.
-Lo es. Por milésima vez nunca podría herir a alguien- me dijo enojada.
-De no ser tú, es tu sangre- le volví a explicar sintiéndome frustrado -sangre que otros podrán usar.
Todas las creaturas en este mundo eran torpes y poco aguzadas de mente, había quedado en claro su poder regenerativo, si ella muere todos los problemas se acabarían por muy poco que me agradara la idea de su deceso.
-Si y si tan solo me quedara con los humanos al resguardo del ejército no podrán tocarme- rebatió con sus ojos claros viendome insidiosos.
-El tragaformas Uriel está dentro del continente y puede llegar a ti- le recorde
-Si le dijera al ejército probablemente no lo dejaran entrar de nuevo
La niña pensaba a los humanos infalibles contra los ataques de otras especies o de la propia humanidad, ellos también podrían estar buscándola ya.
En estos días en su compañía comprendi su personalidad férrea, muy aguerrida. Habia tenido lapsos donde la pequeña me parecía inocente y sinceramente mi avidez para saber mas de ella me ganaba la cordura. Toda ella era sumamente peligrosa.
- No es garantía. Ademas eso esta en segundo plano por tu forma de ser pienso es probable que por voluntad hagas algo malo. Eso me da pauta para asesinarte -confesé amargado por el hecho en si.
Se levantó enervada, planeaba no hacer caso de sus palabras .
-¿Cómo puedes decir eso de mi? No me conoces, no sabes nada de mi carácter- me gritó.
Por supuesto que lo sabía, me dediqué a ella en cuanto buscamos respuestas juntos.
-Eres egoísta, terca, mal hablada, zafiro. Promulgas medias verdades por no decir que eres el ser más altanero de la historia.- le dije en voz neutra.
-Si muy perceptivo celestial. ¿Sabes que eh notado yo de ti? Eres prepotente, autoritario te piensas por encima de cualquier ser viviente. No sabes nada de la humanidad. - hablaba gesticulando con las manos- Y eso solo te hace vil y despreciable. Puede que seas un Dios o no pero en lo que a mi respecta no eres mas que un ser ruin , te sientes con el poder de arrancarle la vida a otro solo por tus ordenes.
Los primeros insultos no me afectaron del todo, así era visto ante ante ella, empero me enfado su segunda acusación.
Yo no era ruin, trate de llevar la situación con diplomacia. Y si era mi obligación asesinarla por órdenes.
Ella tenía el don de sacarme de mis casillas con pocas palabras, trataba de darme lecciones de moralidad una simple niña.
-Los hombres y los demás seres de este plano se masacran unos a otros entre razas son crueles pero entre los suyos propios son lo más vil de este plano. Asi que disculpa si no valoro tu opinión sobre la forma correcta de comportarse o de sentir entre especies. Si simple mortal, si mi padre me lo ordena debo acatar.
Mi voz transmitía mi ferocidad y poderío, mi voz se alejó de los aposentos los centinelas circundantes se doblegaron por obligación de sus vinculaciones a mi persona como debía ser, La niña sin embargo pareció resiliente a mi regaño.
-Si tan por encima de nosotros estas ¡oh gran deidad! tu obligación mas bien sería guiarnos o ayudarnos a mejorar pero no, tu prefieres someterme y aniquilarme antes de recorrer todo el camino y afrontar lo venidero. Enseñarme a evitar mi abominable acto contra las especies , podríamos encontrar otro camino- Termino aun ufana.
Quedé pasmado por tanta insolencia y al mismo tiempo irritado por la posibilidad de que tuviera razón.
!NO! Inexistente, me lo pidió a mi. Mi padre me había escogido a mí, la niña moriría por ser la culpable de futuramente diezmar a la población.
Seguía siendo un endeble heraldo, ya debería haberlo hecho.
Hasta la fecha no había sentido tanta frustración, ese momento me apabullo, se embotaba en este cuerpo. La descargue fácilmente con el balcón a puño limpio asestando golpes.
Me faltaba la oxigenación.
Resuelto, le vociferó de nuevo a la creatura mas irritante del cosmos.
-No existe otro camino, debes morir.
Me veía de hito en hito con su mandíbula firme, ella siempre firme.
-Siempre existe una alternativa ante inocentes. ¿Sabes Eurus? No eres débil sino falto de prioridades, no sabes cual es si la vida o tus ordenes- siguió reprendiendome.
Me dolió, lo hizo. Era un dolor físico se estiró y amoldo a mi cuerpo pegado al centro de mi donde estaba mi corazón.
-Tu que sabras de seguir leyes y códigos. Debo obedecer para regresar a mis hermanos con mi señor y creador- rebati de igual forma.
-Si tu Dios es el ser creador de a todos. Dudo le encomiende a uno de sus hijos asesinar a otro de sus creados. Y si es asi Eurus no creo que pertenezcas ahí.-
Se resguardo en el cuarto de baño, azotando la puerta tras de si.
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Editado: 29.09.2020