Muto (en corrección)

Blanco

-Vamos Caisy solo tienes que relajarte y apunta-

-Pero hermana es muy difícil para mí-

-Tranquila mira como yo lo hago- 

Podía ver como Cacia estaba enseñándole a disparar a Caisy, podría ser aún una niña pequeña pero este mundo la estaba obligando a crecer rápido y tenía que aprender aun muchas cosas como a defenderse, tan pronto el tanque del auto quedo lleno les avise para que pudiéramos seguir el camino, pronto comenzará a nevar y necesitábamos encontrar un refugio antes de ello, ya con todos acomodamos pudimos salir de aquel pueblo; la única que se notaba  disfrutaba mucho de todo era Caisy que iba viendo por la ventana de su lado, tenía una cara que expresaba tanta alegría, tanta vida, ella no merecía sufrir nada de esto, ella debería estar yendo al colegio, jugando con sus amigos, disfrutando de su niñez, no acá viajando en un auto militar huyendo de unos monstruos que nos quieren comer a todos, por su parte Cacia simplemente miraba por la ventana, tenía la mirada perdida en el vacío mientras en sus manos sostenía un relicario que tenía en su cuello, estuvimos conduciendo así por unas cuantas horas hasta que una alarma rompió el silencio del ambiente, está  indicaba que ya eran las 5 de la tarde, era mejor que buscáramos un lugar para pasar la noche ya que todo se estaba poniendo oscuro y ya había aprendido que es mala idea conducir de noche, vi un hotel abandonado y gire hacia ese lugar, Cacia entendía por qué lo hacía, al bajarnos una ventisca fría nos envolvió, se notaba que pronto llegaría el invierno, esto sería algo malo, nieve, infectados y pocos recursos.

- ¿Hermanita vamos a pasar la noche acá? -

-Sí, creo que si-

-Está bien nos vamos a dividir Cacia y Caisy revisen la parte de abajo yo revisare el segundo piso-

-Sí señor-

Respondió Caisy como si esto fuera un paseo y tuvieran que  irse a registrar;  revise habitación por habitación, no quería que hubieran algunas extrañas sorpresas, cuando entre a una pieza encontré una donde de seguro se había quedado una familia, ya que habían juguetes aun en el suelo, ropa que parecía de una niña y un niño pequeño, entre esas cosas encontré también una muñeca de trapo, la levante y la limpie un poco, de seguro tal vez a Caisy le gustaría, en la otra pieza casi no fui  capaz de abrirla, el simple hecho de moverla un poco dejo salir un olor putrefacto, tuve que taparme la nariz y la boca con la chaqueta, cuando entre vi algo espantoso, habían 3 cuerpos colgados y 2 más en el suelo, en la pared de aquel lugar estaba escrito en sangre “ESTE ES EL FIN” , “DIOS NOS ABANDONÓ”, “NO HAY CURA”; este último me llamo más la atención que todos, es imposible, tiene que haber algún tipo de cura, alguien en el mundo tiene que ser inmune a esto o deben haber personas investigando como detener todo, simplemente salí de aquel lugar, al terminar de revisar todo baje en búsqueda de las chicas, las cuales estaban esperándome en la recepción.

- ¿Qué encontraron? -

- Encontramos unas latas de comida y ningún infectado y ¿Tu? -

-Nada, unos cuantos cuerpos, pero ningún infectado, aunque…-

- ¿Aunque? -

-No se encontré a esta pequeña superviviente en una de las piezas de arriba-

Le mostré la muñeca a Caisy, la cual inmediatamente puso una cara de felicidad inmensa y se bajó del mostrador y corrió hacia ella cogiéndola en brazos, comenzando a girar sobre ella misma mientras la abrazaba, me sorprendía que aun hubiera niños de su edad que se alegraran con algo tan sencillo, la mayoría preferían cosas súper caras, me recordaba mucho a mi infancia.

-Muchas gracias, Ángel, es lo mejor, la voy a cuidar mucho-

-Jajajaj vale-

La vi saliendo, corriendo hacia los sofás del lugar y luego tirarse sobre ellos y comenzar a hablar con una vocecilla diferente a la de ella como representando la voz de otra niña.

-Gracia Ángel-

-hmm ¿Por qué? -

-Por lo que estás haciendo por nosotras, nadie nos habría ayudado y además quiero que Caisy pueda ver a nuestros padres, esa niña es mi todo-

-Si se nota que es bastante buena y también de que tú la amas por igual-

Por un momento Cacia recordó lo que había pasado cuando nos conocimos por eso fue a sentarse junto a ella para seguirle el juego con la muñeca.

Una vez el carro estaba oculto, revise un poco el exterior para asegurar que no hubiera nada cerca luego volví a entrar y decidí hacer algo de comer, hicimos una mini fogata en  la recepción para poder pasar la noche, después de comer Caisy cayó dormida sobre las piernas de Cacia abrazando a la muñeca la cual había decidido llamarla Penélope, Cacia parecía algo preocupada mientras le acariciaba el pelo de la pequeña, me recordaba muchas veces cuando era niño y en las noches de tormenta mi mamá hacia lo mismo por mí para calmarme, sin embargo, la curiosidad me gano.

- ¿Esta todo bien? 

Cacia me miro y entendió mi pregunta, tomo una de las almohadas que había traído y la coloco bajo la cabeza de su hermana y se sentó junto a mí.

-Creo que el trauma en Caisy es mayor de lo que yo creía, le he escuchado hablar con esa muñeca de cosas que ella no solía hablar, casi como si hubiera desarrollado otra personalidad, no sé qué hacer, me siento perdida-



#2194 en Ciencia ficción
#14925 en Otros
#1845 en Aventura

En el texto hay: zombies, accion, venganza

Editado: 14.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.