Muto (en corrección)

Ojos esmeraldas

Ya han pasado varias semanas desde que todos nos habíamos dividido, había pasado por varia ciudades ya y  conseguido más gasolina, mis ataques fueron bajando exponencialmente y el dolor ya era algo más fácil de sobrellevar  pero tenía un problema, se me estaban acabando las provisiones, muchos almacenes solo tenían comida pero podrida por ello había decidido llegar a una zona donde pudiera cazar, calor no es que hiciera esta labor un tanto más fácil, estaba terminando el verano o pues eso creía, sin embargo, a pesar de ello la brisa era escasa como las lluvias, muchos de los animales de granja que había visto también habían muerto por que sus dueños los habían abandonado y estos dependían de como ellos los mantuvieran, en ocasiones tenía que tomar caminos diferentes a los pavimentados, ya que habían filas de carros abandonados y esto no era nada bueno ya que siempre tendía a ser una trampa llena de dientes y mutos. Estacioné mi auto frente a la granja en la cual había llegado, no veía a nadie en la redonda por lo tanto preferí bajar e inspeccionar.

-Hola ¿Hay alguien? -

Nadie me respondió, la casa estaba sola, habían muchos muebles que se estaban comenzando a corroer por culpa de la humedad, pero eso no me importó así comencé a buscar en la despensa, no  había nada, solo cosas que no me servirían  como salsas y aderezos, pero nada de comida, al abrir  la nevera vi lo de siempre comida  ya podrida, cerré de un portazo, ya me estaba comenzando a desesperar, llevaba 2 días sobreviviendo con una bolsa de nueces; escuche un sonido que provenía de la planta de arriba e inmediatamente quedé alerta, saque una de mis pistolas y subí al piso de arriba, el pasillo estaba completamente oscuro ya que solo había una puerta abierta, volví a escuchar el sonido que provenía de la pieza con la puerta abierta.

- ¿Quién está ahí? -

Nadie respondió por ello me fui acercando lentamente  y  cuando estuve en el borde de la puerta entré con rapidez dispuesto a matar si era un muto y a amenazar  si era algún tipo de maleante, pero apenas entre vi pasar un grupo de mapaches que salieron  corriendo del susto y lo que menos deseaba encontrarme en el momento, un maldito muto, pero había algo raro en él, no tenía una buena vista de su rostro, me acerque lentamente buscando como dispararle pero hubo algo que no ví, un vidrio en el suelo y apenas lo pise pude escuchar cómo se rompía, levante mi rostro y aquella cosa se abalanzo sobre mí, me hizo caer al suelo y mi pistola se me cayó, no podía alcanzar otra ya que tenía mis manos sobre su cuerpo para que no me mordiera por lo tanto hice palanca con mis piernas para mantenerlo separado y luego con mis manos le rompí el cuello, sin embargo, el ruido de un vidrio quebrándose me hizo notar unos ojos que me  observaban deseosos, note que al final del pasillo había un muto en pose cuadrúpeda, sobre su espalda sobresalían varias de sus vértebras, era una de las variaciones del muto; mi lapso de análisis se rompió cuando la oí gritar  mientras corría en mi dirección, rápidamente desenfunde otra de mis pistolas y le dispare a su cabeza y así quedó tendida en el suelo, yo por mi parte me quede retrancado contra la puerta mientras esperaba a que mi corazón volviera a su lugar, cuando ya estuve un poco mejor revise aquella habitación, estaba bastante iluminada y era amplia por igual, debía ser la habitación de los padres, tenía un gran televisor, habían muchas fotos, tomé una de ellas y pude ver que era un niño junto a un hombre ambos con una guitarra, luego otra, pero esta era solo de un hombre joven y una mujer joven, se veían bastante felices, el solo ver esa foto me daba alegría, seguí revisando la habitación cuando me percate bien de lo que estaba en la cama  de los padres, había un cuerpo, eso  explicaba un tanto el hedor que había en la pieza, la gran sábana blanca que estaba cubriendo el cadáver había sido movida, podía notar que era un cuerpo de un cuerpo masculino, pero no quería verlo, ahora sabía que era lo que estaban comiendo los mapaches y aquella zombi; cada vez me sentía más débil así que me senté en la ventana a ver al bosque, mi estómago rugió muy fuerte, lo último que llegaría a hacer sería canibalizar un cuerpo, vi la hora, apenas eran las 10 de la mañana, poco a poco el sueño me iba ganando hasta que al fin cerré los ojos.

Una ligera risa me sacó de mis pensamientos, era como la risa de una niña, pero se me hacía conocida, no podía ser, era la de Caisy, apenas me asomé por la ventana pude ver que más allá de unos tres corrales, en el borde del bosque había una niña.

- ¿Caisy? ¡CAISY! -

Pude ver cómo aquella figura que me parecía un tanto espectral comenzaba a correr por el bosque, baje las escaleras y salte las vallas, no me importaba la debilidad que sintiera, no me importaba los árboles que me taparan el camino, tenía que alcanzarla, mi cuerpo me impulsaba; tenía que descubrir si era ella o quien.

- ¡Caisy!¡por favor espera! - 

Estaba subiendo una colina y cuando llegue al filo de ella no la vi más, pensé que mi cabeza  debería estar jugando conmigo por culpa del hambre, me retranque contra un árbol y deje que mis lagrimas comenzaron a bajar, estaba cansado de todo esto, mi familia no sabía dónde estaba, si estaba bien o si ya eran muertos, la muerte de muchas personas ahora pesaba en mis hombros, la incertidumbre y miedo de volver a ser capturado por la corporación y quedar nuevamente como si fuera nada más que un mero experimento y con ello la tortura a la que fuimos sometidos; todo esto ya está comenzando a colmar mi paciencia. De nuevo la risa de aquella niña retumbó entre los árboles y pude ver de dónde provenía, la vi pasar, otra vez con ese vestido blanco y retome camino colina abajo, sin embargo, ya no era capaz de correr, solo caminaba mientras me todo daba vueltas, no vi una rama y terminé por tropezar, rodé colina abajo hasta llegar a la base donde se escuchaba el sonido de un río, pude ver que allí estaba, aquella figura de una niña de blanco, comencé a acercarme arrastras sobre el suelo y mientras cada más me iba acercando  podía notar que su vestido no era blanco, era un vestido de flores, y cuando estuve cerca más cerca aun, levanté mi vista a su rostro y el que una vez parecía el de Caisy se desvaneció y apareció el rostro de otra niña que nunca había visto.



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En el texto hay: zombies, accion, venganza

Editado: 14.02.2021

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