Conduje como loco, mi pulso iba a mil, cuando divise la cabaña mi corazón estuvo cerca de detenerse, todo estaba hecho un desastre, el huerto que habíamos plantado tenía un montón de huellas, me baje del auto y entre desesperado buscando a alguno, sin embargo, por dentro todo era peor, había unos cuantos cuerpo tirados en el suelo, revise todas las habitaciones hasta que comencé a escuchar disparos en el bosque, al momento que iba a salir por la puerta un infectado se abalanzo sobre mí, caímos al suelo, por reflejo instintivo nos hice dar una vuelta quedando sentado sobre él y sin perder tiempo le dispararé en la cabeza, sin previo aviso otro me tumbo, alcance a colocar mi arma en sus fauces para nuevamente disparar, volví a escuchar más disparos, apenas voltee a la puerta del conductor otro iba a intentar tumbarme pero por la adrenalina fui más rápido y le disparé varias veces en la cabeza, comencé a conducir en la dirección que oía los disparos, agradecía que el auto fuera todo terreno por tantos escombros y demás cosas que cubrían el suelo, a medida que avanzaba podía notar que iban apareciendo infectados entre los árboles, habían de los tres tipos de infectados y a lo lejos pude notar que todos se iban concentrando en una sola dirección, podía ver a Ray, Daniela y Sara acorralados contra un árbol, empecé a tocar el claxon, ellos entendieron y le lanzaron al suelo mientras yo embestía a todos esos zombis matándolos por el impacto.
- ¡AL AUTO YAAA! -
Grite mientras descendía y comenzaba a dispararle a los que venían del lado de ellos, cuando se subieron yo también lo hice y comencé a dar marcha atrás.
-Gracias al cielo volviste-
-Sí bueno agradéceme cuando salgamos de este lugar-
Por voltear a responderle a Ray un muto cuadrúpedo impactó contra mi ventana haciéndome girar el volante, provocando que chocara de lado con un árbol.
- ¿Están todos bien? -
-Sí-
Respondieron casi todos al unísono, intente arrancar nuevamente pero el auto estaba atascado y no encendía.
-Vamos cariño enciende vamos…-
Seguía sin responder, podía oír a Sara llorar, un impacto contra el lado que no estaba contra el árbol me hizo salir de mis pensamientos, era un infectado, a medida de los segundos más y más se comenzaban a aglomerarse por los lados del auto.
-Todos hagan silencio…-
Daniela le tapaba la boca a Sara, tal vez si no escuchaban nada adentro después de un tiempo se irían, aunque no sabía cuanto más podría resistir el vidrio, Ray las vio, tomó su escopeta y estaba a punto de abrir la puerta para salir pero le detuve la mano, él me volteo a ver, había algo que había notado hasta este momento, varios metros delante de nosotros había un acantilado y podía escuchar un río, me levanté de mi puesto y me fui a la parte trasera donde tenía guardadas todas las cosas hasta que encontré la cuerda que yo usaba para escalar.
-Ángel ¿Qué estás haciendo? -
-Allí hay un río, los guiare al acantilado necesito que hagan silencio entendido-
-De lo que estás hablando es una locura, un suicido-
-No me importa-
Abrí la compuerta del techo, había un montón de manos intentando sujetarme, debía haber casi unos cincuenta o más infectados alrededor del auto, comencé a buscar un buen punto desde donde saltar en el vacío, hasta que divise un tronco que se había partido y solo quedaba su parte inferior, el resto se debía haber caído, hice una lazada en un extremo del lazo y luego comencé a subir un poco por el pino que tenía atrapado el auto para abalanzar sobre el suelo.
- ¡Aquí malditos monstruos síganme! -
Comencé a correr en dirección del acantilado, de vez en cuando volteaba para dispararle a uno que otro, pude divisar que ya no había ningún infectado rodeando el auto, baje derrapando un poco la colonia para darme impulso y vi que ya estaba cerca del tronco que había visto, cómo les llevaba un poco de distancia alcance a asegurar el lazo en el tronco y cuando estuve de pie sostuve un poco la respiración, todo se movía en cámara lenta, al ver que estaban lo suficientemente cerca solté la respiración y corrí en dirección del acantilado mientras desenfundaba mis dos pistolas y le disparaba a los que estaban demasiado cerca, solté mis armas mientras caí al vacío y me sujetaba muy bien de la cuerda y usaba mis piernas para no golpearme con la roca, mis manos me ardían ya que había olvidado ponerme guantes pero no me interesaba, tuve que hacer el esfuerzo mientras me sujetaba de la roca para no ser impactado por la lluvia de infectados, cuando por fin note que ya habían caído todos ví que a uno de mis lados cayó un infectado sobre un salidero; por lo tanto con un poco de impulso comencé a correr en la dirección contraria, hasta donde me dejo el lazo y luego me lance en su dirección nuevamente para darle una patada y que cayera con el resto al río, por un momento mientras mi respiración se normalizaba aprecie el paisaje, estaba comenzando a atardecer, el resto de los muertos se fueron flotando por el río.
- ¡Ángel! -
- ¡Aquí estoy! -
Comencé a escalar sujetándome de la cuerda, al llegar prácticamente al borde pude observar la cara de los muchachos que venían en mi dirección y al verme una sonrisa se formó en sus rostros y en el mío también, luego sentí un jaloneo en la cuerda, mire hacia abajo esperándome encontrar con algún infectado pero no fue así, volví a sentir otra vez el lazo moverse y ahí lo entendí, no era que tuviera un zombi en la cuerda, apenas me asomé ellos por mi expresión de miedo entendieron que era lo que estaba pasando, intente lanzar una mano para sujetarme del borde y Ray a sujetar la soga, pero fue muy tarde el tronco se desprendió del suelo sin darme tiempo de sujetarme.
Editado: 14.02.2021