Narra Ángel
Seguía sin poderlo creer, al fin estaba con mi padre nuevamente, era el abrazo más cálido que nos habíamos dado a pesar de estar completamente empapado, cuando nuestras respiraciones se normalizaron rompimos nuestra muestra de afecto, mi padre se siguió limpiando las lágrimas de los ojos.
-Tranquilo papá estoy bien ¿Por qué lloras? Al fin los pude encontrar ¿Todos están bien? ¿Cómo está mamá y Alice? -
Sabía que era hipócrita preguntar si todos estaban bien saliendo lo que les había hecho, pero tenía que mantener una fachada, una mentira que me dolía.
-Lloro porque estoy feliz de que estés aquí, pero también porque creímos que habías muerto, pero tú nunca te cansaste de buscarnos, me siento como el peor padre de este mundo…-
Verlo de esa manera me rompía el alma, puede que él siempre hubiera sido duro conmigo, pero eso jamás iba a evitar que lo quisiera, era mi padre al final de cuentas.
-… tu madre y tu hermana están bien, aunque han pasado muchas cosas en estos meses, están en el campamento-
- ¿Cuál campamento? -
- Unos metros más arriba siguiendo el cauce del río por donde venías tenemos instalado todo, ven vamos todos estarán muy felices de verte-
-coff coff Ángel-
Voltee a ver a Ray que me estaba llamando la atención.
-oh cierto no los he presentado papá ellos son Ray…-
-Raymond-
Me interrumpió un tanto seco, se le notaba que estaba algo enojado porque mi padre había amenazado de matarlo.
-Mucho gusto-
-… y ellas son Daniela y Sara-
-Un gusto en conocerlas, perdón por lo de hace un momento, vengan vamos al campamento-
-Padre-
- ¿Sí? -
- ¿Cómo podemos llevar el carro? -
-Espera cómo conseguiste un auto de los hijos de la noche-
- ¿Los qué? -
Daniela y Ray sabían perfectamente acerca de ellos, pero sabían que era un tema delicado para mí en especial con mi familia por ello se hacían los que no sabían nada.
-Qué bueno que aún no te los hayas encontrado a esas personas...-
Su mirada entristeció en ese momento, yo sabía cuál era la causa, pero no podía romperme a llorar frente a él, tenía que ser fuerte.
-...pero bueno ¿Cómo lo conseguiste? -
-Lo encontré abandonado, tenía llaves y combustible, es una larga historia-
-Está bien luego me la cuentas, vamos con los demás-
Subimos al auto y comencé a conducir por donde me indicaban, tenía que admitirlo me sentía algo extraño, no sabía como iba a reaccionar mi familia de nuevo al verme, no sabía como reaccionaria yo; cuando divise el claro todos bajaron, pero yo me quede en el auto, me sentía congelado, habían varios carros y una fogata en el centro.
- ¿hijo?… ¿Vienes? -
Mi padre me sacó de mis pensamientos, había varias personas que se nos quedaban viendo, voltee a ver a los muchachos, ellos también se sentían incómodos.
- ¡Elijah querido ven! -
Esa voz la reconocería donde fuera, mi pecho volvió a sentirse como si otra vez estuviera en el cauce del río luchando por respirar.
-… ¿Ángel? -
Y ahí estaba como siempre, irradiando felicidad y vida, intente pronunciar palabra alguna, pero nada salía de mi boca.
- ¡ANGEL! -
Al menos mi cuerpo si fue capaz de reaccionar en ese momento y correr a donde estaba mi madre, comencé a llorar otra vez, no sabía sinceramente cuantas veces lloraría hoy pero no me interesaba ni lo más remoto, mi madre comenzó a besar cada parte de mi rostro y luego me volvió a abrazar.
-Mi hijo, mi dulce y pequeño hijo te extrañe tanto-
- Y yo a ti madre-
-No puedo creerlo, creíamos que habías muerto o peor aún que te habías infectado-
Apenas dijo eso sentí como un balde de agua fría me caía encima mío y me devolvía a mí realidad, era casi capaz de escuchar las voces se mi cabeza que gritaban monstruo una y otra y otra, no sabía como llegar a decirle a todos lo que me había ocurrido y lo que había hecho, pero lo más importante aún cuál sería la reacción de ellos.
-Hijo ¿Estás bien? -
Sentí el suave toque de mi madre en mi rostro y lleve mi mano a la suya, quería asegurarme de que si fuera real y no una alucinación por el muto o por culpa de la caída que acaba de tener y de que en verdad aun iba flotando en el agua moribundo.
- Sí, estoy bien ¿Dónde está Alice? -
-Ven acompáñame-
Íbamos caminando, más bien iba siendo arrastrado por mi madre, mis amigos me seguían mientras íbamos mirando a todos los otros sobrevivientes del campamento hasta que llegamos camino a una casa rodante, mi madre se detuvo en seco justo a la entrada del auto.
-Ángel solo te quiero decir que durante todo este tiempo muchas cosas cambiaron-
Editado: 14.02.2021