Muto (en corrección)

Se acerca el fin

Han pasado unos días desde que dejé el poblado de caníbales, cómo Damián me había dicho a 500 metros efectivamente había una granja de caballos, todos estaban bien así que supuse que los cuidaban los pobladores, por lo tanto, solo tomé uno y al resto les dejé las puertas abiertas para que tuvieran la libertad de ir a donde quisieran, aún estaba lejos de las costas, pero estaba seguro de que debía dirigirme en esa dirección.

Vi que a la lejanía había un paradero de carros, por lo  tanto me desmonté y me acerqué a ver que había, até a mí caballo y luego me acerqué a una patrulla de policía que estaba varada en la entrada, todo estaba en aparente orden, quizá sacaría la radio después de ver el lugar, todo estaba oscuro y no oiga nada, fui hasta la parte de atrás, tal vez había algo que me fuera útil, sin embargo, por andar metido en mis pensamientos no me percate de en qué momento pusieron un cañón detrás de mi cabeza.

-No hagas ningún movimiento o te volaré la tapa de los sesos-

Era una voz femenina, se le notaba nerviosa, giré lentamente para que me viera, aunque yo tampoco podía ver el suyo ya que me estaba iluminando el rostro con una linterna.

- ¿Ángel? -

Inmediatamente bajo la linterna y su rostro se hizo claro a mí vista.

- ¿Daniela? -

- ¡Ángel! -

Se tiró a mis brazos mientras me abrazaba con firmeza, por un momento me quedé procesando hasta que por fin entendí y le devolví el abrazo de igual manera.

-No puedo creerlo, enserio eres tú, te estuvimos buscando después de que desapareciste-

-Lo siento, no creía que estuviera bien quedarme con ustedes, sentía que los iba a poner en riesgo, todos mueren por mí culpa-

-No es así Ángel, estamos vivos por tu culpa-

Ella me volvió a abrazar de manera cálida.

-Bueno, pero ¿Qué haces aquí? ¿Dónde están los demás? -

Su mirada por un momento se hizo algo triste.

-Creo que deberías venir-

-No sé si tenga el valor de darle la cara a mis papás o al resto-

-Ellos estarán felices de verte créeme- 

-Está bien, ¿Me ayudas a cargar unos víveres? -

-De hecho, por eso venía- 

Me ayudó a colocar las cosas en una caja mientras las poníamos sobre el caballo y las asegurábamos para que no cayeran, luego me metí en la patrulla y saqué la radio que había, tal vez nos podría servir un poco, luego retomamos el camino que ella me indico, le conté que era lo que había sucedido en ambos pueblos, quedó algo aterrada por lo ocurrido directamente con los caníbales.

-Bueno llegamos, nos estamos quedando en el claro de allí-

Por un momento quedé frío, no sabía cómo iba a enfrentar a mi familia, pero tenía que hacerlo, agarré la cuerda del caballo como si mi vida dependiera de ello.

-Volví- 

Lo primero que me sorprendió es que sólo había 3 vehículos, mí humvee, la casa rodante y el auto de Ray.

- ¿Daniela con quien vienes? -

Esa voz, esa voz la reconocería donde estuviera, era la voz de mi madre; le alcancé la soga a Daniela para que sujetará al caballo, deje la radio en el piso y ví a mi madre, llevaba el pelo recogido hacia atrás una camisa de cuadros manga larga de mi padre, una blusa blanca debajo.

-Hola madre-

Su expresión no denotaba nada, estaba esperando a que actuará y luego sentí su abrazo.

-Ángel mi niño, mi dulce niño ¿Dónde estabas metido?, estaba sumamente preocupada por ti-

Podía sentir su agarré con fuerza, así que le correspondí de igual manera.

-Yo creí que estarían mejor sin mí, así no estarían en riesgo por mi culpa-

-Hijo tú no tienes la culpa de lo que gente mala te haya hecho, sabes que te amamos y vamos a estar junto a ti, es más tu padre se desapareció dos días mientras te buscaba, él sintió que era su culpa que te hubieras ido…-

- ¡Ángel! - 

Escuché dos gritos más al unísono y luego fui tacleado por una pequeña Sara que ya no estaba tan pequeña y una Juanita que me derribó.

Decían tantas cosas tan rápido que era casi difícil de comprender.

-Ya, ya niñas no han llegado hasta acá para que sean ustedes quienes lo maten- 

Entre risas nos levantamos, ahora solo faltaba ver al resto de mi familia.

- ¿Dónde está papá, Alice, Martín y el resto-

Sus miradas se opacaron un poco.

-Tu padre, Martín, Jason y los demás están secuestrados-

- ¡¿Qué?!-

-Hace unos días nos estábamos refugiando en una casa de campo cuando llegaron un grupo de locos y nos invadieron, ellos nos ayudaron a ganar tiempo para escapar, sin embargo, a ellos los secuestraron, hace unos dos días escuchamos una transmisión de un grupo que era una resistencia entonces tu hermana fue con Angie a buscar ayuda-



#2194 en Ciencia ficción
#14930 en Otros
#1846 en Aventura

En el texto hay: zombies, accion, venganza

Editado: 14.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.