- Lucy, mi querida Lucy - Dice en tono juguetón y macabro.
Escucho mientras que trato de adaptarme a la intensa luz.
¿Dónde estoy?
Me encuentro rodeada de cristal, son como paredes que me encierran en un mismo lugar, estiró mi mano para ver si hay una salida por arriba, pero nada.
-¡AYUDA! - Grito pero dudo que se escuche más que un susurro lejano.
- No gastes tus fuerzas mi pequeña Lucy - Escucho la vos pero no lo veo, solo veo mi reflejo.
- No...No te puedo ver - Suena más como una pregunta que una afirmación- Dejadme salir de aquí por favor- Le ruego.
- No te será concebido querida - Al terminar de decir aquella oración, puedo ver cómo se va aclarando el cristal hasta que me da la posibilidad de ver más allá de estas, veo un figura de un hombre entre las sombras, la silueta cada vez se ha cerca de un lugar luminoso.
- ¿Co... Como es pos...sible? - Preguntó entrando en un ciclo de nervios y angustia, cuando logro saber de quién se trata.
- Pues mira me, esto fue lo que me hiciste convertir e ir a buscarte, para así hacerte pagar, por lo que me hiciste- Siento como mi sangre se congela y desaparece de mi rostro, debo estar más pálida que el papel.
- Pero, si yo no te hice nada - Le grito - Por favor dejadme salir, te lo ruego - Digo al borde de las lágrimas.
- No, te dije que eso no te será posible, ahora debes pagar por lo que hiciste.
- ¿Q...que me vas a…Hacer? - Tartamudeo un poco al preguntar- Pero, no entiendo, yo no te echo nada, entiende.- Le grito preocupada de lo que me vaya hacer.
- No te are nada, tu misma te lo buscaste y ahora te ahogaras en tus propias mentiras, traidora mal nacida - Trago grueso.
- Pero...- No término de formular cuando veo emerger del suelo sangre - ¿Sangre? - Digo confundida.
- Si mi querida Lucy, mientras que estabas inconsciente, te drene cierta cantidad de sangre, puede que no todo ese líquido te pertenezca - Dice como si lo que acababa de decir fuera normal.
- No seas cínico , por favor sacadme de aquí - Le vuelvo a rogar, siento como la sangre emerge con más fuerza y velocidad y hace que me llegue más arriba de la rodilla - Por favor - Golpeo el vidrio para ver si al menos se rompe y nada eso ocurre.
- No sigas golpeándolo, porque entre más lo haces, más fuerte se hace - Sonríe.
- Eres un desgraciado psicópata - Le grito presa del pánico.
Golpeó más y más la pared de cristal pero nada.
¡¡¡¡¡NADA!!!!
Cuando baje los brazos, me di cuenta de que el rojo carmín ya había empapado casi todo mi cuerpo.
No, no puedo morir así, no así, que hago, trato de darle patadas al cristal pero la espesura de la sangre no me deja darle con fuerzas para este tan solo sería una pluma golpeándolo.
Puedo escuchar la risa de él.
No puedo creer que me allá echo esto.
Pensé que había perdonado y olvidado.
¿Por qué no lo acabe esa noche, cuando tuve oportunidad?
¿¡¡PORQUE!!?
siento como la sangre va cubriendo cada parte de mi cuerpo asta ir ya por mis labios , trato de subir un poco pero no puedo , las lágrimas corren como cascadas por mi rostro , tomo mayor aire para resistir un poco más, pero cuando siento como mis pulmones arden por la necesidad y falta de aire.
Abro la boca inconscientemente, dejando entra por toda mi garganta, tal liquido metálico.
Este es mi final.
Ese fue mi último pensamiento, hasta que sentí como todo se volvía negro.
Abro los ojos al sentir tales ganas de vomitar , corro rápido hacia el baño, abro rápidamente la tapa del inodoro, expulso todo lo que había en mi interior, siento como mi espalda se arquea por los impulsos , mis pulmones arden por el poco oxígeno que les llega .
Al terminar, hundo un botón para que se deshaga del vómito, me levanto mareada y con un dolor de cabeza horrible, me acerco al lavamanos y me miro al espejo.
Me quedo estupefacta.
* Wow, me voy muy demacrada *
Tengo el maquillaje todo corrido, me veo más pálida que el papel, paso en dorso de mi mano por mi frente para quitarme el sudor gaélico que hay en ella.
*Por lo menos mama no escucha nada * Pienso.
Me lavo bien la cara, hasta desaparecer el maquillaje.
Me des visto, para darme una ducha, buscó mi celular, en el bolso de mano que había llevado al club, pero no está.
¡¡DONDE DEMONIOS ESTAS!!
Grito en mi interior, busco en todos lados y nada.
Editado: 31.10.2020