-Estuvo divino el desayuno Liam - Digo con sinceridad, levantando los platos sucios y colocándolos en el lavabo para lavarlos.
-Lo sé, soy un grandioso Chef - Suelto una pequeña risa, a la vez que niego con un movimiento de cabeza.
- Pero me salió egocéntrico el niño, ¿Con que cosas me saldrá ahora? - pregunto con picardía.
- Quien sabe - dice, cuando siento que me toma por la cintura girándome lentamente, sonrió por lo que tengo planeado hacer - Hay muchas cosas que este niño te quiere hacer, ¿Sabías eso?- Niego - Y ¿Tu que le quieres hacer a este niño?- Pregunta con un brillo malicioso en los ojos.
-Muchas cosas- Digo mientras me acerco poco a poco a su rostro que dando a tan solo un par de centímetros de este.
Observo como cierra sus ojos esperando el contacto de mis labios con los suyos, y es ahí donde aprovecho su descuido para así poder embarrarle espuma en todo su rostro, sonrió cuando trata de limpiarse pero le agarro la mano derecha, hago que se gire hacia el lado izquierdo y lo estampo contra la puerta de cristal, coloco mi mano izquierda en su espalda haciendo que se mantenga pegado en el vidrio, jalo hacia arriba la mano derecha por la espalda haciendo que suelte un quejido débil.
-¿Sorprendido? - Se ríe - Creo que tengo más sorpresas pero no quiero dártelas todavía - Digo, presionándolo nuevamente contra el cristal, cuando intenta separarse de el- Ni lo intentes - Digo segura de mis palabras.
- ¿Nerviosa?- Dice tratando por tercera vez despegarse del cristal pero no lo dejo, lo presiono más duro contra él.
- ¿Sabias?, que tengo mucho tiempo sin entrenar, y para tu suerte estoy algo oxidada- Finalizo subiendo un poco su brazo derecho para provocarlo más.
-A mi parecer no estas oxidada - Dice logrando deshacerse de mi agarre para luego pasar uno de sus brazos por mi cuello y con el otro brazo hacer le presión a este - Solo estas aburrida... Ah! y sobre todo me querías probar.
-¿Quien? ¿Yo? Jamás querido - Le doy un codazo en su estómago haciendo que suelte todo el aire y me suelte para doblarse un poco por el dolor, corro hacia la sala rodeando el gran mueble quedando en el medio de la esta, observo como se aproxima al gran mueble, sonrió un poco ya extrañaba esta adrenalina -Querido estas equivocado, yo jamás de los jamases te probaría, pero si te confieso que estaba aburrida - Digo lanzándole los pequeños cojines del sofá grande y los de un solo puesto soltando algunas risas, para muchos parecemos niños sin nada que hacer, admítanlo.
-Con que así quieres jugar (?) ... juguemos - No ha terminado la frase cuando paso por encima del sofá y yo salí corriendo hacia la parte de atrás de este, cuando se regresa por el mismo camino se tropieza y cae de boca en el suelo, me rio como hace tiempo no lo hacía, me doblo sujetándome el estómago con ambos brazos, exagerado lo sé, pero no aguanto la risa, lo observo y no se mueve, mierda , me dejo de reír , camino hacia donde él se encuentra tendido en el suelo, me pongo en cuclillas y lo muevo.
-¿Estas bien?- Pregunto preocupada, cuando veo que no se mueve - Liam, esto ya no es un juego - Digo lo más seria que puedo.
- Si, si lo es - Se levanta rápido y se abalanza sobre mí, comienza a hacerme cosquillas, y yo me reír como una foca retrasada.
- Ya... Y.... Ya.... please - Digo entre risas – Por favor - Repito, todos dicen que hay dos opciones de terminar la guerra de cosquillas con un beso o con un golpe, bueno esta no será la excepción , me decido por la segunda , lo golpeo su frente haciendo que él se confunda por un segundo y lo empujó hacia un lado haciendo que él se acueste y yo quede encima de él, me posiciono encima de su ingle , tomo sus manos y las sujeto con fuerza por encima de su cabeza - Te dije que pararas - Digo a pocos centímetros de su rostro - Pero no lo hiciste - Muevo un poco mis caderas - Y por ende debes sufrir las consecuencias- Digo con un movimiento lento hacia arriba y abajo de mis caderas.
- No de...deberías hacer eso - Lo dice en un susurro entrecortado.
- ¿Hacer que?- Me hago la que no entiende nada y presiono un poco más mi entrepierna contar la suya, siento como se va colocando duro por mis movimientos lentos y cada vez me agrada lo que me hace sentir.
- Si no te detendrás tú serás la que vas a sufrir - Lo dice serio, lo comienzo a besar por el cuello y rostro pero continuo con mis movimientos en las caderas, cuando siento que se colocó totalmente duro me detengo, me levanto y camino hacia las escaleras como si no hubiera pasado nada, lo miro y puedo ver la confusión en su rostro, suelto una risita pequeña al llegar al otro piso.
Camino en dirección a mi nueva habitación, estaba a punto de abrir la puerta cuando me empujan contra la pared.
- Pero que demo...- Dejo la frase a medias cuando siento unos labios presionado los míos con posesión y salvajismo y yo lo correspondo, cuando se separan mi respiración esta entre cortada e igual que la de él.
- Te dije que te detuvieras - Desliza sus manos desde mis muslos hasta casi llegar a mis glúteos pero me eleva un poco para hacer que enrolle mis piernas en su cintura, y así lo hago - Ahora vas a sufrir- Dice y me vuelve a besar ferozmente, presiona su entre pierna cada vez más contra el mío, gimo entre sus besos.
Editado: 31.10.2020