My Angel

Capítulo 16. Cruda verdad.

Jhoath.

¿Alguna vez han sentido esa sensación de que algo se rompe dentro de ti? Bueno, eso fue más o menos lo que sentí cuando vi esa estúpida foto de JungKook y Hee-Young besándose, una foto que amablemente mandaron a mi número, junto a unas pocas palabras que decían “ahora es mío, perra”.

Sé que esa maldita arpía solo está usando a JungKook para molestarme, para hacer que deseé matarla y vengarse de mí. ¿Saben algo? Lo está logrando. Es una maldita y jodida mezcla de emociones que están enloqueciéndome, siento que me mareo y por momentos me dan ganas de vomitar.

JungKook yéndose al lado de Hee-Young.

Hee-Young fastidiándome y saliendo con el chico que me gusta.

Yo siendo una idiota al dejar salir los celos y querer controlar la situación.

Si, confieso que fue una estupidez dejarme llevar por los celos, pero comprendan, nunca experimente eso, no sé cómo mierda controlarlo, me sentí tan molesta cuando la vi sonriéndole y él mirándola, me sentí tan… ah, ni siquiera sé cómo describirlo, solo sé que actué de modo impulsivo, y ahora estoy jodiéndome yo sola, porque empujé a JungKook a los brazos de esa arpía.

Sé muy bien que JungKook no me ama, que solo me ve como una amiga, pero, ¿de verdad esta tan cegado? ¿Tan desesperado esta de recibir amor que va al lugar donde lo han despreciado y pateado más de una vez? ¡Por Dios! Yo puedo amarlo, yo puedo ser ese apoyo, consuelo y cariño que necesita, solo necesito una oportunidad, de amarlo y de que me ame sin sombras del pasado, con su corazón vacío solo para mí, como yo se lo daría a él sin dudar.

Me niego a creer que JungKook es un idiota, desesperado e imbécil, me niego a no luchar por una oportunidad, pero esta situación está haciendo que pierda la cabeza. Aprieto con más fuerza la almohada en mi pecho. Me niego a llorar, no derramaré lagrimas hasta lograr resolver y aclarar esta situación, aun cuando mi cuerpo imploré por esa catarsis, quiero ser racional, no emocional, por primera vez en mi vida.

Ahora, solo busco el valor para decirle a JungKook porque me comporte de esa manera, y no soy idiota, sé que eso significa que tengo que decirle que estoy enamorada de él. Sí, estoy enamorada de Jeon JungKook, de ese chico tierno, noble, divertido, infantil, pero también fuerte, decidido y valiente. Sé que al principio será raro, pero tal vez, si le enseño que hay otro tipo de amor, algo más sincero, correcto y sano, él logré amarme como yo puedo hacerlo, con todo el corazón.

El sonido de mi celular anunciando una llamada me hizo volver a la realidad. Con esperanza, lancé la almohada y me lancé a la cama para tomarlo, esperando encontrar el nombre de JungKook en la pantalla, pero contrario a mis pensamientos, solo había un número que no reconocía, así que contesté para averiguar quién es.

–¿Hola? –pregunté apenas tomé la llamada.

–¿Te gustó mi regalo? –preguntó Hee-Young al otro lado de la línea, haciendo que rodará los ojos.

–No es mi cumpleaños, así que no tienes por qué ser tan generosa –dije con voz firme, no voy a caer en sus juegos.

–Pues mereces eso y mucho más, a ver si eso te enseña a saber quién soy yo, de una buena vez por todas.

–Vaya, si ese esfuerzo lo empelarás en sacar buenas notas en la escuela, me superarías –dije burlona –. Ya te he dicho que tus venganzas son patéticas, solo me hacen caerme de la risa, así que ya no me hagas perder más el tiempo, Hee-Young –dije colgando la llamada y bloqueando el número.

De verdad detesto a esta chica, es tan cruel e inhumana que me sorprende que siga viva. Iba a llamar a JungKook para decirle las patéticas amenazas de esa niña, pero me detuve. Una idea paso de pronto, haciendo que dejará a un lado el teléfono y me enfocará en ella. No puedo ir nada mas así y decirle a JungKook lo que esa chica me hace como si tuviéramos cinco años, podría hacer que se vuelva a alejar de mí, y no quiero eso, así que esta vez, tendría que recolectar pruebas, y así, alejar a Hee-Young del corazón, pensamiento y sentimientos de JungKook, y de ese modo, comenzar a hacerme un hueco en ellos, así como él fue haciendo uno sin darse cuenta en los míos.

○○○○○

–Wow, que cara de zombi tienes esta mañana, ¿te encuentras bien? –me preguntó Lina cuando entraba a la cocina con la mochila y bufanda en mano.

–Me quedé escribiendo y cuando me di cuenta, ya era de madrugada –me excusé, tomando una taza y yendo por café.




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