My Angel

Capítulo 22. Reconciliación.

Jhoath.

Luego de lo que sucedió con JungKook, fui a refugiarme al lugar más seguro que tenía en la escuela: la biblioteca. Fui a una de las secciones más alejadas, donde solíamos estudiar o pasar el rato, el mejor lugar para pensar ahora.

Mis labios aún se sentían muy hinchados y palpitantes, pero eso no me hacía salir del shock en el que estaba. Sabía que JungKook tenía una faceta intensa, seductora, pero nunca pensé en experimentarla de este modo, y aunque eso nublaba un poco mi mente, lo que me hacía perderme eran las últimas palabras que me dijo.

Había algo en mi interior que estaba rompiéndose, sobre todo cuando me pidió perdón. El tono de voz que uso, esa lágrima resbalando por su mejilla, me dio la sensación de que estaba despidiéndose, de que se estaba rindiendo, de que ya no quería seguir luchando.

¡Mierda! Eso duele, duele mucho más que la traición. Pasé una mano por mi cabello, dejándola caer en mis labios, acariciándolos con suavidad. ¿Por qué, JungKook? ¿Por qué me confundes de este modo? ¿Qué es lo que necesitamos para salir de este hoyo que está consumiéndonos?

Mi vista fue hacia el reloj, notando que faltaban quince minutos para la clase. Suspire y me puse de pie, para buscar a JungKook y que me diera los papeles que se quedó, necesito eso con urgencia. Concentrada en mostrarme indiferente, caminé por el pasillo, hasta que el bullicio en uno de ellos llamó mi atención.

Noté que no muy lejos, había un grupo riendo sobre algo. No les presté mucha atención, seguí caminando. No quería distraerme ahora, necesito enfocar toda la fuerza de voluntad en mi persona, para no quebrarme frente a JungKook.

–¡Me vale una mierda! ¡Yo quiero saber quién fue! –gritó una voz conocida, que me hizo detener.

Sin pensarlo demasiado, caminé hacia el lugar, viendo como JungKook estaba dentro de un circulo, rodeado de casi todos los estudiantes, arrugando una hoja entre sus dedos. No había visto a JungKook así de enojado, ni siquiera cuando discutió con Ryu Kyun.

Pronto me enteré de que yo era el motivo de su discusión, donde Jang Suk me estaba tachando de zorra, porque cree que me fui a encerrar con el Heredero de Empire, que resultaba ser JungKook. Sacudí la cabeza, realmente divertida con sus declaraciones.

Jack Suk era un completo imbécil e iluso, no acepta el hecho de que jamás saldré con él. Está completamente furioso de que lo rechacé, de que lo humillé, creyendo que, al joder mi reputación, me hará caer a sus pies, o al menos, que le rogaré para que detenga esos rumores.

Lo que me hacía sentir asombrada, era el modo en que JungKook me defendía, como se rebelaba ante alguien a quien le tenía miedo, sólo por defender mi honor. No pude evitar recordar sus palabras, cerrando los ojos para no soltar alguna lágrima.

Lamento haber llegado tarde.

En ese momento, me dieron ganas de decirle que no era su culpa, que era la mía por ponerlo en una situación que lo perjudicaba. Al abrir los ojos, vi a JungKook darle un golpe a Jang Suk, sometiéndolo al instante. Esa acción me hizo confundir más de lo que ya estaba.

Por primera vez, analizó las palabras de JungKook, las mías y las de Hee-Young. Cuando lo hago, me doy cuenta de algo importante: aquí hay algo que no coincide. Hay muchos hoyos en estos sucesos, hay muchas cosas que no han sido explicadas, hay muchas cosas que no concuerdan.

Alcé la mirada, y la escena que presencié, hizo que se formará un hoyo en mi estómago y la furia comenzará a brotar de mí.

JungKook siendo golpeado.

JungKook siendo amenazado.

JungKook siendo valiente al rebelarse.

La furia estaba teniendo sus efectos en mí. Mi mandíbula tensa, mis manos en puños, mi mirada enfocada en una sola persona. Veía todo en rojo, escuchaba un pitido en mi cabeza, teniendo un objetivo en mi mente: darle a Jang Suk la golpiza que se merece.

–Lo siento, papá, voy a romper mi promesa… –susurré.

Caminé hacia ellos, empujando a todos aquellos que me estorbaban sin piedad o preocuparme de como caían, llegando hasta Jang Suk. Lo jalé de su saco, dándole dos golpes en el rostro y empujándolo con una patada de JungKook, caminando frente a él para protegerlo.

» Te di una advertencia, Jang Suk –dije, quitándome el saco, lanzándolo hacia un lado. Tomé las mangas de mi camisa, arremangándolas y luego amarrando mi cabello –, ahora, es tiempo de que pagues las consecuencias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.