Capítulo 29. Revelación.

Jhoath.

–¿Aún falta mucho, mamá? –pregunté cansada, llevaba como una hora sentada en la silla, y no era nada cómodo.

–Tranquila, ya sólo me falta un broche –respondió, caminando frente a mí –. Oh, cariño, has quedado realmente hermosa –celebró mamá con una sonrisa.

–Sólo lo dices porque eres mi mamá.

–Claro que no, velo por ti misma –sugirió.

Me levanté, yendo hacia el espejo de cuerpo completo. Mierda, JungKook se va a morir.  Mi vestido era negro con mangas cortas. Cerca del pecho y la clavícula, había un poco de encaje, mientras que el corte era de sirena, lo que hacía que me quedará ajustado en el lado inferior, mientras que la falda era suelta.

Decidí recogerme de nuevo el cabello, dejando broches plateados de modo estratégico en mi cabello. Por primera vez, estaba usando un labial rojo en mis labios, que los hacia ver más voluminosos de lo que eran, mis ojos estaban delineados, haciéndolos ver más grandes. En conclusión: me veía hermosa.

–Wow, me veo muy hermosa.

–Claro que sí, tú eres muy hermosa –dijo Lina, que se hallaba sentada en el sofá.

Ella tenía un vestido color vino que le quedaba estupendo, dejaba al descubierto sus hombros y tenía unas aberturas en la falda, donde podías ver sus largas y torneadas piernas. Su cabello estaba recogido en un moño, su maquillaje era suave, teniendo gran énfasis en los ojos, y calzaba unas zapatillas doradas. Lina se ve preciosa.

» JungKook es afortunado de tenerte como novia.

–Yo soy la más afortunada, créeme.

–Vámonos ya, los chicos deben estarnos esperando –dijo Lina, poniéndose de pie.

Nos despedimos de mamá, subiendo al auto de mi hermana. Esta vez, no usamos máscaras, lo que me hacía feliz, pues quiero ver el rostro de todos aquellos que dudaron de JungKook y lo tacharon de algo que no era.

» ¿Nerviosa? –me preguntó, luego de abrocharse el cinturón y encender el auto.

–No, ansiosa y emocionada de ver la cara de los idiotas cuando vean quien es JungKook en realidad –respondí emocionada, haciéndola reir.

–¿Crees que quiera cambiarse el apellido? Jeon le queda bien.

–Ni idea, aunque Kim JungKook también suena bien. Supongo que tendremos que acostumbrarnos al cambió.

–¿Sabes? Nunca pensé que te enamorarías del hermano pequeño de Jin, el mismo que papá salvó ese día.

–Hubieras visto la cara de JungKook cuando le dije que sabía todo –mencioné con una pequeña sonrisa –, pensó que iba a hacer una venganza digna de película.

–¿Y lo hubieras hecho? –preguntó interesada.

–No. Él no mató a papá, fue ese conductor irresponsable que ahora paga su condena en la cárcel. Jamás culparía a JungKook, y espero esa no haya sido la razón, por la que hayas dejado a Jin en el pasado.

–No fue por eso. Sí, estaba dolida y quería consuelo, pero también sabía, que necesitaba tiempo para sanar. Mi mente estaba dividida en tantas sensaciones, tantos pensamientos, que fue lo mejor para ambos –confesó en un suspiro.

» Nunca dude que algún día, tendría el valor para buscarlo de nuevo, de volver a empezar esta historia. No creí que una propuesta de trabajo en su empresa fuera la forma, pero no lo pensé demasiado cuando acepté. Fue lo mejor que pude haber hecho.

–Lo fue, Lina, lo fue –aseguré con una sonrisa.

–Entonces, ¿dime como esta eso de que Namjoon invitó a Sam a la fiesta? ¿Están saliendo o algo así? –preguntó Lina, entrando a una calle privada.

–Sam no me ha dicho nada, sólo que disfruta mucho de conversar con Namjoon. Dice que es muy inteligente, honesto y carismático. Namjoon casi me tira cuando me abrazó y agradeció la sorpresa que le hice, fue hermoso ver su sonrisa con sus bellos hoyuelos.

» No sé si ellos salen o algo así, nadie me ha dicho nada, pero puede pasar algo, después de todo, Sam esta soltera al igual que Namjoon, y de una manera loca, se complementan.

–Sam es muy linda, muy divertida y con picardía, justo lo que Namjoon necesita, para relajarse un poco –insinuó Lina, haciéndome reír.

Llegamos al lugar en unos quince minutos. Había infinidad de fotógrafos en la entrada, pero los ignoramos de manera experta. Caminamos al interior del edificio, saludando a una que otra persona, hasta que encontramos a Tae.