Capítulo 12


 

Tyler

Cuando fui a buscar a Zed lo encontré en un momento muy íntimo con Zara, algo en mi ser se sintió mal por ver la escena. Ya no sé qué pensar respecto a él, pero cada minuto por más que trato de ignorarlo me doy cuenta de que me atrae de maneras inexplicables; puede que solo sea una obsesión de momento, que todo esto que siento cuando lo tengo cerca pase, pero en estos momentos lo siento, son cosas que no debería sentir y no porque sean malas, el problema es que son incorrectas.

Después de alejarme del cuarto de Zed regrese a la sala; los chicos estaban terminando de arreglar sus mochilas. Segundos después apareció Zara informando que Zed estaba terminando de arreglarse.

—Ya están todos listos—habla mi abuela. Zed entra en la sala; lleva puesto un suéter negro, pantalón gris y unas zapatillas negras, ¿no tiene otra ropa que no sea de color oscuro?, su cabello esta despeinado como siempre. El timbre suena ¿quién será a las seis de la mañana? —ya llego la última persona—abuela sale de la sala para abrir la puerta, segundos después regresa con una invitada—. Chicos ella es Roma, sobrina de unos vecinos. Espero que no les importe que nos acompañe a las cabañas—presenta a la invitada. Ahora que hay más luz la puedo ver mejor; es morena con el cabello negro, ojos verdes, su figura no está muy marcada, pero es bonita, tiene pecas en las mejillas lo que hace que se vea adorable y un piercing en la nariz. Además tenía razón, no pasa del metro sesenta.

—Hola—Roma saluda a los chicos—, hola Tyler y Zed.

—Hola, Roma—la saludamos al mismo tiempo Zed y yo.

— ¿Ya se conocían?—pregunta mi abuela.
—Sí—contesta Roma—. Sin querer me tropecé con Zed ayer.

—Esperen ¿ella es la chica que tiro al suelo a Zed?—pregunta Tany. Los chicos miran a Zed y después a Roma, la cual se ha puesto roja por la pena.

—Fue un accidente—se excusa Roma. Todos se ríen.

—¿Ya todos lo saben?—pregunta Zed apenado.

—Hay Zed perdona, pero lo tuyo si es gracioso, que ella te halla tirado al suelo no da mucho que hablar de ti—le dice Clary. Y es obvio que da risa, que una chica de menos de uno metro sesenta tumbe a alguien con la contextura de Zed es irónico.

—Chicos nos debemos ir—Zara nos avisa. Todos agarran sus mochilas con las provisiones. Trevor y Clary son los primeros en salir, Zed se acerca a Roma y salen juntos; parece que a él le cae bien ella. En estos momentos solo recuerdo la pregunta y el interés de Roma en él ¿a él también le interesa ella? No puede ser, lo vi hoy muy cerca de Zara.

—Zara, te van a robar el mandado—le avisa Tany.

—¿De qué hablas? —le pregunta. A Zara se le muy concentrada en todo lo que vamos hacer, ella siempre organiza todo; es una manía que tiene.

—A la tal Roma se le ve muy interesada en Zed—Tany está sonriendo. Yo solo escucho la conversación.

—¿Por qué lo dices?—Tany ha logrado que Zara deje de hacer lo que estaba haciendo.

—Los segundos que ella estuvo aquí solo miro a tu AMIGO—Tany enfatiza cada una de las letras de la palabra amigo. Después de decir eso sale de la sala sonriendo, segundos después la sigue Zara.

Sin querer aprieto mis puños. Las cosas son muy confusas, mis pensamientos y acciones son confusos. Sueño con regresar el tiempo a los días en que todo era más fácil, más tranquilo, pero eso no lo puedo hacer; además nunca he tenido un día fácil, mi vida es más complicada.

— ¿Tyler estas bien? — pregunta mi abuela. Se me había olvidado que ella no había salido—¿te pasa algo?

—No, vamos—contesto. Ella me mira por unos segundos, siempre se da cuenta cuando estoy mintiendo, así que salgo lo más rápido que puedo.

                      
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Treinta minutos llegamos caminando, falta poco para llegar a las cabañas. Mi abuela va de primera por el sendero, después le sigue Clary, Tany y Zara quienes van sudando minino han caminado kilómetros, en verdad no pareciera que lo de porristas las ayuda. Zed y Roma han estado hablando en todo el camino, como si se conocieran de toda la vida; tengo envidia, no debería sentir esto, pero lo hago; ella que solo lo conoció ayer ha logrado que él sonría y han hablado más de lo que he logrado yo con él.

—La italiana es linda—comenta Trevor que camina a mi lado. Lo miro su cabello castaño se le pego la en la frente, él no se muestra cansado, ya estamos acostumbrados a la actividad física. Él es del mismo tamaño mío, de piel bronceada, ojos negros—. Pero creo que Zed ya la engancho.

—¿Por qué lo dices? —cuestiono —, por lo que tengo entendido hay algo entre él y Zara.

—Clary me dijo que no hay nada—no parecía eso en la mañana—. Además Zed…

—¿Además que?—pregunto con más curiosidad de la que pretendía. Trevor se me queda mirando, creo que se ha dado cuenta de que me importa más de lo normal.

—Olvídalo, no es nada importante—sonríe—Tyler ¿Cómo te cae Zed?

Lo miro y aparto la mirada después de unos segundos, ¿Cómo me cae Zed? Por lo que he notado es buena persona, es misterioso, callado en muchas ocasiones y siempre parece perdido en otro mundo. Logra atraerme de una forma que no logro expresar, quisiera conocerlo más de que debería, es la persona causante de mis confusiones.

—Crea que me cae bien ¿Por qué preguntas?

—Por curiosidad. Me adelantare, necesito hablar con Clary—no me deja responderle, ya que se aleja rápidamente. Últimamente lo he notado extraño, pero debe ser la presencia de Zed. Sigo caminando solo hasta que mis ojos logran ver unas pequeñas cabañas y un gran lago, llegamos.

Cinco minutos después nos encontramos en las cabañas o mejor dicho el paraíso de Sofía; fue el nombre que mi mamá le puso a este lugar, me contó que compraron esta zona cuando nació mi hermana, un paraíso para Sofía.

—Jóvenes aproxímense a su abuela—a ella le gusta llamar nieto a todos mis amigos. Los chicos se acercan a ella.