Tyler
La mañana a trascurrido normal, Clary y Trevor avisaron que caminarían un poco por el bosque; espero que sea eso lo que hagan. La abuela invito a Roma a buscar unas flores que siempre le han gustado. Tany y Zara están nadando en el lago.
Después de que termine de arreglar mis cosas en la cabaña hable un poco con mi abuela, estaba a punto de contarle de la llamada de Sofía, pero no lo pude hacer; sé que ella también la extraña, es una de las razones por la cual siempre trato de venir a este lugar, me ayuda a conectarme un poco con ella.
Ahora en estos momentos me encuentro sentado en el suelo, debajo de un gran árbol, el cual se encuentra en una esquina de mi cabaña; solo me he dedicado a mirar a las chicas nadar. Planeaba recorrer el lugar, pero por más que vine a liberarme no lo estoy haciendo.
— ¿Puedo acompañarte? — Una voz me saca de mis pensamientos, levanto mi vista para confirmar que es persona que creo y efectivamente es, Zed. Asiento y él se sienta también en el suelo, fija su mirada en el lago y lo imito; ninguno de los dos habla. Estoy un poco incómodo con su cercanía y a la vez relajado, creo que no puedo entender que es lo que me pasa.
— ¿Qué te parece el lugar?—pregunto.
—Es un lugar lindo y relajante, pero parece que no te ayuda a ti—lo miro, el también a mí.
—La verdad es que no creo que lo consiga en esta ocasión.
—Hay ocasiones en que más que relajarnos queremos encontrar la libertad—comenta. Libertad ¿qué eso para mí? la verdad no sé qué tipo de libertad es la mía.
—Tienes razón, creo que estoy buscando algo que la verdad no es nada comparado con lo que necesito.
—Almenos ya tienes una idea, puedes buscar lo que de verdad necitas—buscar lo que necesito ¿qué es eso que me podrá ayudar y liberarme de las cadenas que me atan a esta vida?
—Tengo una duda ¿por qué te cambiaste de universidad? —él se me queda mirando unos segundos.
—Por la misma razón que ustedes vienen a este lugar, huir de la realidad.
— ¿Y qué se siente huir?
— ¿Preguntas por qué lo estás pensando?—levanta una ceja. Yo jamás podría hacer eso, por más que quiera; no sería capaz.
—No todos tenemos esa opción—nos quedamos mirando unos segundos. Después aparto la mirada para ver a las chicas.
—la verdad no te podría decir que se siente porque ni yo entiendo cómo me siento en estos momentos.
— ¿Tan complicada son nuestras vidas?
—Eso es lo que parece—lo vuelvo a mirar—ahora ¿puedo hacerte una pregunta?—que quera saber.
—Sí.
— ¿Quién es Sofía? —porque quiere saber de ella.
— ¿Cómo sabes de ella?
—En la habitación que diste hay una caja en el closet y dice propiedad de Sofía—no sabía de eso, pero probablemente serán las cosas que se quedaron en la mansión y mi abuela las recogió.
—Es mi hermana.
— ¿Dónde esta ella? — a mi también me gustaría saber la respuesta de esa pregunta.
—No sé —su rostro muestra que está confundido—un día se fue y nunca volvió.
— ¿Por qué? —en verdad parece tener curiosidad—perdón me estoy metiendo en tu vida, mejor no contestes.
—Ella se sintió culpable de muerte de mi madre y se fue.
—Lo siento mucho.
—Yo también; la verdad es que lo de mi madre destruyo mi familia. Pero debiste sentir algo parecido con lo de tu padre.
—No.
— ¿No?
—No, mi padre merece estar muerto y el día que salió de mi vida sentí que una carga desapareció de mis hombros.
— ¿Por qué dices eso?
—Sencillamente él era de las personas que no quieres en tu vida—lo miro con un poco de comprensión—. No me mires así.
— ¿Así cómo?— no entiendo a que se refiere.
—Es un tipo de mirada de pena por lo que pase.
—No es pena, es compasión, porque aunque no me creas yo también he sufrido, me han mirado con esa mirada que dices tú, pero la de compasión es la de una persona que se pone en tu lugar y llega a entenderte.
—Te parece si hablamos de otra cosa que no sean nuestros problemas—pregunta.
—Está bien—sonrió— ¿Qué lugares has visitado, ya que eres nuevo en la ciudad?
—El único lugar que he conocido es este, aparte de la universidad y el departamento.
— ¿Estás hablando enserio?
—Sí.
—Eso no se puede quedar así, cuando regresemos te llevare a conocer los mejores lugares de la ciudad.
— ¿Estás seguro? no quiero robarte tu tiempo.
—Claro, pero solo hay una condición.
— ¿Cuál es?
—Iremos en tu moto y después me ensañaras a manejarla.
— ¿Quieres que te enseñe a manejar mi moto?
—Exacto.
—Está bien, pero no me culpes si llegas a tener un accidente.
—Razón por la que me tendrás que enseñar muy bien—él sonríe. De algún modo hablar con él me ha ayudado, sigo teniendo estos sentimientos encontrados hacia su persona, pero ahora podría decirse que hemos comenzado una amistad y creo que es lo que necesito, alguien que entienda exactamente como me siento.
*************
—Chicos todo ya está listo,
reúnanse—nos llama la abuela. Ya son las 7:00pm. Después de seguir hablando un largo rato con Zed llego ella con Roma con las flores que buscaban, pero nos llevamos una gran impresión cuando vimos los pies y brazos de la italiana; pequeñas cortadas y picadas adornaban su cuerpo, la abuela dijo que se calló de un árbol y que las picadas fueron hechas por pequeños insectos que se sintieron atraídos por el perfume que utilizaba, era fragancia vainilla. Zed le dijo una cosas en italiano y le hizo señas de corona a Roma, la cual también le respondió en el mismo idioma y lo comenzó a perseguir, con unas converse de las que carga en la mano.
Clary y Trevor regresaron un poco raros, ella parecía triste y él tenía una expresión de enojado, no le pregunte que les paso, ya que en muchas ocasiones hacen lo mismo y después los vez juntos.Tany y Zara parecían pez en el agua, ya eran como las 3:00pm cuando se dignaron en salir del agua.
Yo me dedique a recordar los días que venía con mi familia, en parte me causo tristeza, pero en parte me hiso bien, creo que entiendo la frase ¨recordar es vivir¨.