Zed
Voy caminando con dirección al salón de mí primea clase, de repente siento una mano en mi hombro, me volteo para ver quien es:
—Te estaba llamando y no
contestabas—habla Tyler, lo miro; hoy lleva puesto un suéter Nike verde, jeans, zapatillas negras Adidas y su cabello perfectamente peinado.
—No escuche—comienzo a caminar con él a un lado. Le dirijo una mirada disimula y me percato que en su mejilla derecha hay una leve cortada ¿Qué le habrá pasado? En verdad tengo curiosidad, pero lo ignoro no tendría por qué importarme. ¿Tendrá que ver con la llamada que recibió ayer? Creo que fue muy extraña.
¿No era que no te importaba?
Cállate te digo a mi conciencia.
De repente veo como que comienza a caminar más rápido, se acerca a una chica ¿Quién será? Parece que se confundió porque le pide disculpas a la chica y sin decir nada sale apresuradamente o mejor dicho corriendo, alejándose del pasillo.
Me acerco a la chica para saber que paso; ella tiene el cabello negro, ojos brises, de un todo de piel ligeramente bronceado.
—Hola me gustaría saber que te pregunto mi amigo—ella me mira, es un poco más baja.
—Me llamo por el nombre de Sofía, la verdad no entendí, pero si quiere que sea su Sofía no hay ningún problema—habla con un tono de voz coqueto.
—Gracias—me alejo de ella. ¿Debo buscar a Tyler? Su reacción me preocupa un poco, decido caminar hasta el salón de literatura para ver si se adelantó, entro, el salón está completamente lleno, pero él no está. No sé qué hacer ¿presentar nuestro trabajo o irlo a buscar?, dejo de pensar y actuó, salgo de la clase, si es necesario lo buscare en toda la universidad.
Comienzo en la cafetería, no está; busco en la biblioteca, pasillos, baños, al frente de la universidad, salones de tecnología, la piscina, en la cancha y tampoco lo encuentro; treinta minutos buscándolo ¿se habrá ido? Decido revisar los estacionamientos, su deportivo sigue estacionado, me quedo pensando si acércame o no. Decido acercarme a mi moto; escucho que comienza a sonar el motor de su deportivo y comienza a moverse, después sale del estacionamiento. Sin tener control de mis acciones, me subo a mi moto y decido seguirlo.
Ahora que voy unos metro detrás de él, reparo en lo que estoy haciendo, perseguirlo; esto no es lo tenía planeado, solo quería saber que le paso, pero creo que mi persona está más intrigada. Odio esto, cuando mi mente dicta una cosa y mi conciencia hace lo contrario, cada día siento que me involucro en cosas que no debería, los sentimientos. Esquivo a unos autos para acercarme más a él, solo espero que no sea muy lejos donde quiera ir o que no se pierda de mi vista, ya que entonces me encontrare perdido, no se di que calle es esta, menos a donde se dirige.
Después de unos 15 minutos veo que va reduciendo la velocidad, hago lo mismo, él se estaciona al frente del ¿cementerio? Sí, es un cementerio.
Mira a donde he venido parar por mi curiosidad.
¿Estás seguro que es solo eso?
Puff, claro. ¿Porque más vendría?
Pensé que era porque te sientes atraído.
Sabes que no, eso no puede pasar. Perfectamente conoces las consecuencias.
Tienes razón, solo venimos como amigos.
Como el amigo que somos para él.
En ocasiones creo que estoy loco por hablar con mi conciencia, pero en muchas ocasiones era la única que me podía entender.
El sonido de una puerta serrándose me saca de mis divagaciones; Tyler entra en el cementerio y por más loco que parezca, apresuro mis movimientos, bajándome de la moto para seguirlo.
Camino unos cuantos metros detrás de él, ya que si me llega a ver no sé qué le diría. Se detiene en una de las tumbas y por loco que parezca esto ( ahora que lo pienso todo esto es loco), es bonita; tiene una pequeña estatua de un ángel, a los lados tiene sembrado rosas de distintos colores, por lo que parece es una de las más cuidadas aquí. Tyler se sienta a un lado de ella, me acerco un poco, procurando que no se cuenta de mi presencia.
—Hola mamá, perdona por no haberte visitado la semana pasada; estuve muy ocupado—comienza a hablar—. Las cosas no van nada bien ¿y no entiendo por qué siempre es lo mismo? Mi padre ha cambiado tanto y en parte lo entiendo, yo sé que él te amaba de una forma inexplicable; no ha superado tu muerte. Sabes que trato de ayudarlo pero es muy difícil lidiar con sus groserías y palabras de odio hacia Sofía, las que me dice en verdad que no me importa, solo quiero que el este bien.
No sé qué es peor, que lo esté vigilando o lo que escucho. Lo que si se es que esas palabras han causado una opresión en mi pecho, de alguna manera me gustaría ayudarlo.
—He recibido una llamada que me ha dado esperanzas y también recursos tormentosos, no sabes la felicidad que ha causado en mí. Yo sabía que ella se contactaría de algún modo conmigo—sique hablando—sé que tiene miedo de volver, pero en verdad me gustaría que estuviera aquí, yo la cuidaría—no logro ver su rostro bien, pero por lo poco que escucho sé que está mal, su voz está un poco nostálgica—. Mi abuela sigue extrañándote, como todos estos años; nunca dudo de que volveríamos a saber de mi hermana. Sé que tu muerte fue un accidente, algo que no podíamos controlar, pero me gustaría que mi padre también lo viera de ese modo; culpar a alguien más por cosas del destino no lo ayudaran a ser feliz.
Él de ojos turquesas sigue hablando por unos minutos, quisiera irme de aquí, pero algo me lo impide. En serio que no sé qué es lo que espero, solo quería saber que le pasaba y de un modo termine enterándome de cosas que no debería saber.
—Necesito tu ayuda, guíame para hacer feliz a Tany y no lastimarla con mis problemas; sé que ella no tiene que pagar por mis dudas—al escuchar esas palabras sentí un vacío en mi ser, odio esto porque no logro entender. Tengo que salir de aquí, me giro cuidadosamente de no ser visto o escuchado, cuando doy un paso ciento un pequeño impacto; al frente mío esta un señor pequeño, con un gran ramo de rosas (aunque ahora con menos pétalos), algunas de las espinas han dejado pequeños rasguños en mis brazos. El señor da un paso atrás, puedo ver que él también tiene unos cuantos en el rostro.