Tyler
Aun no me lo puedo creer.
Yo tampoco.
¿Por qué lo hicimos?
Sabes la respuesta.
La cita fue perfecta, todo lo que había planeado salió bien ¿Cuál fue el problema entones? Pues que cuando las cosas tomaron otro rumbo, ya no pude seguir y termine ocasionando que Tany quedara inconsciente.
Flashback
—Todo fue perfecto—dice Tany cuando entramos a mi departamento. Ella no ha dejado de sonreír, eso me confirma que lo hice bien.
—Me alegro que te haya gustado—se quita los tacones y los deja en una esquina.
—¿Sabes que me gustaría hacer ahora?—pregunta con voz coqueta, se acerca lentamente a mí; cuando ya está lo suficiente cerca, pasa su brazos por mi cuello, haciendo que baje la mirada, nada quedar a su tamaño—que me besaras y me hicieras tuya—dice. Comienza a darme besos por la barbilla.
—¿No quieres tomar unas copas antes? —digo y suavemente me libero de sus brazos, para caminar a la cocina y buscar una copa de vino. Sé que estuvo mal que la dejara sola en la sala, pero es que no puedo acostarme con ella, es una estupidez, pues ella es mi novia y ya lo habíamos hecho.
Miro las botellas que tengo; hay un vino que no contiene mucho alcohol y otro que sí. Perdóname Tany por lo que hare digo mentalmente. Agarro la botella con más alcohol y dos copas y regreso a la sala.
Ella está sentada, su cabello suelto con ondas, un vestido rojo corto; cuando se percata de que regrese sonríe, hago lo mismo. Me siento alado de ella, abro la botella y lleno las copas, le paso una.
—¿Te acuerdas del día que me pediste ser tu novia? Nunca pensé que te llegaría a gustar—habla, yo la miro, pero ella tiene su vista fija en una esquina—creí que solo me mirabas como una hermana, no de la forma que te miraba yo.
—Siempre has sido muy importante para mí—cometo, me mira.
—Si lo sé, pero…—se queda cayada unos segundos y vuelve hablar —. Te agradezco por hacerme feliz todos estos años, desde que éramos solo unos niños.
Paso mi brazo por su espalda y la pego a mí.
—Soy yo el que te debe agradecer, fuiste mi mejor amiga, una que me ayudo a sobrellevar mis problemas, la que decía tonterías para hacerme reír, la que le rogaba a su padre que la llevara a mi casa para que no me sintiera solo.
—Yo haría todo por ti, solo quiero que seas feliz—muevo su rostro y rosa sus labios con los míos; un rose delicado, cariñoso—. Creo que me he pasado de copas, estoy un poco mareada.
Eso hace que me sienta mal; fui yo el que pidió que nuestro vino tuviera alcohol y le eche una sustancia para que se durmiera, de cierto modo la he emborrachado toda la noche, para evitar algo que debería ser normal entre nosotros.
Me recuesto en el espaldar del sillón y hago que su cabeza quede en mi pecho, nos quedamos así por unos minutos, siento como su cuerpo se relaja cada vez más hasta que siento que ya se está quedando dormida.
—Te amo—susurra antes de quedarse completamente dormida. Mentalmente solo soy capaz de insultarme de todas las formas posibles, como daría por poderle decir lo mismo.
Una hora después de maldecirme de todas las formas posibles decido moverme un poco para levantarme, cuando ya lo estoy la agarro cuidadosamente entre mis brazos y la cargo, en verdad que no pesa nada, trato de no despertarla y la llevo a mi cuarto, abro la puerta, me acerco a la cama y la acuesto; ella de una vez se acomoda, busco una manta y la arropo.
Después de ver que este bien acomodada me alejo de ella y la observo desde una esquina; es linda hasta cuando duerme. Muchos nos tachan como perfecto, pero siempre he creído que es ella, yo solo grillo gracias a su luz. No entiendo que es lo que me paso, de un tiempo a otro, mis sentimientos ya no son los mismos ¿acaso ya no estaba completo con ella? Cualquiera persona desearía tenerla en su vida, yo lo deseo, aunque ya no crea que del mismo modo.
¿Quién emborracharía a su propia novia para no tener relaciones? solo alguien como yo. No creo que sea justo por ella, merece que adoren su cuerpo, pero yo ya no hago y lo he comprobado en estos meses.
¿Por qué no termino nuestra relación entonces? es que no puedo, me da pavor solo pensar que sufra por mí, la quiero mucho para hacer, yo quiero que sea feliz. Siempre he tenido claro que sería capaz de sacrificarme por un ser amado y Tany es demasiado importante para mí, no hay nada que no haría por ella.
Cuando sentí el primer impulso de conocer más a Zed nunca llegue a pensar que llegaría lejos eso que creció en mí, en lo más profundo de mi pecho. ÉL tuvo razón cuando dijo que me arrepentiría de lo que había pasado esa madrugada, solo con ver a la chica que me sonríe todos los días un nudo en mi garganta crece. Me gusta Zed, un chico, hasta me sorprendo cuando recuerdo que es un chico, pero en verdad no me importa que lo sea. Tampoco le meto mente si soy gay o bisexual o lo que sea, esas palabras solo son etiquetas que tachan a uno, como si fuéramos diferentes; siempre he creído que eso no importa, lo primordial es encontrar a la persona que te haga feliz, no te debe importar si es una chica o chico, solo concéntrate en el sentimiento que te brinda.
Que Zed sea gay me tiene sin cuidado, eso lo que es ya, pero por alguna razón he llegado a pensar que la razón por la que se mudo tiene que ver con eso. Me sigue dando curiosidad su persona, pero trato de ignorarlo; solo recordar lo que paso me pone mal, esa noche estaba frenético, sentí una cantidad de cosas cuando nos besamos, me sentí otra persona. Pero todo lo que dijo después se repite una y otra vez, un maldito rollo, sé que entre los jóvenes es normal, pero eso no significa que lo sea para mí.