My Destiny

Capítulo 27

 

Zed

 

Sus palabras son ciertas, no hay razón por la cual hablar del tema, pero eso no evita que su actitud fría me moleste un poco.

Veo como se aleja entrando al ascensor; es lo mejor, me repito mil veces. 
Es mejor que yo también suba, siento una vibración en mi bolsillo trasero; saco mi celular y contesto la llamada.

—Zed, necesito un favor—habla Marcus.

—No te acompañare a tomar café otra vez para que veas al mesero, una vez a la semana es suficiente.

—Idiota, no es para eso. ¿Te gustaría acompañarme a mi cita?

—¿No crees que ya estas lo suficiente mayor para tener un guachimán? no me digas que el mesero tiene miedo de estar contigo. Aunque pensándolo bien debería—hablo en un tono burlesco.

—Ya me estoy arrepintiendo de haberte llamado.

—Vale, cuéntame porque necesitas de mi presencia. — cuestiono mientas camino hacia el ascensor.

—Le pedí a Alex que saliera por un trago conmigo, una cita, él parecía sorprendido; pensaba que tú y yo éramos pareja o algo así, le confirme que para nada, no me van los serios. Bueno, el asunto es que acepto, pero me dijo que si no me gustaría tener una cita doble, así podría presentarte a un amigo y quien sabe—presiono el botón del ascensor mientas analizo sus palabras.

—¿Quieres  que valla para ser la cita del amigo del mesero, perdón, de Alex?

—Sé que no querrás ir, pues estas interesado en Ty…

—Si iré ¿cuándo es?—a mí no me interesa nadie, así que si quiero salgo con cualquiera.

—¿Estás seguro? —parece que no me cree.

—Ya te dije que voy.

—Bueno, es hoy, a las siete, en el bar que te lleve el mes pasado—esa vez fuimos todos.

—Está bien, nos vemos luego—me despido y cierro la llamada, no espero a que hable.

Hace unos meses no hubiera aceptado, pero me gustaría experimentar cosas nuevas. Además nunca he tenido una cita.

Siete horas después, me encuentra afuera del bar, respiro profundamente antes de entrar. Esta lleno, mucho chicos por todos lado bailando las canciones electrónica, hay otros que se besan y tacan sin ninguna vergüenza de ser vistos. Paso por todo el centro de la pista, muchos cuerpos me rozan, camino lo más rápido para llegar a las escaleras y subir a la segunda planta, donde se encuentran las mesas.

Después de minutos logro llegar a las mesas, me acomodo la ropa; una chica me ha tocado el trasero y otra quería meter sus manos por debajo de mi suéter, en verdad que son salvajes.

—¡Zed!—gritan desde una esquina, pero no logro ver al dueño de la voz—a tu derecha—vuelven a gritar, miro a la dirección indicada y veo a Marcus, camino y me acerco a él, en su mesa lo acompaña Alex; él tiene ojos achinados, pero no del todo, piel bronceada, contextura no trabajada y es como de un metro setenta, calculo que tiene como veintidós o veinticinco años, pero no podría estar seguro. El otro chico, el cual supongo es mi cita, es trigueño, cabello envuelto, no podría calcular su tamaño, ya que está sentado, diría que tiene como mi edad y tiene una contextura normal.

—Perdón por la demora, pero casi no logro pasar entre tanta gente—tomo asiento alado de Marcus quedando de frente a los dos otros chicos.

—Chicos él es Zed—me presenta Mar—. Zed, ya has de ver a Alex—señala al mesero, ya tengo que dejar de decirle así—y él es Liam—señala a mi cita, el cual me mira con una mirada intensa.

—Un gusto Zed—habla Alex, sonrió ¿qué es lo peor? mi supuesta cita no dice nada y solo me mira.

—Bueno, ya que llegaste te puedes quedar con Liam—dice parándose— ¿te gustaría bailar? —le pregunta a Alex, el chico asiente y se van juntos. Es increíble verlo así, en verdad que está interesado.

El tal Liam me sigue mirando y eso me molesta. Todos parecen divertirse, pero yo me siento incómodo.

—¿Les has creído? —escucho por primera vez la voz del chico—para mí que ya deben estar cogiendo en uno de los baños—dice tranquilo y toma un trago de una bebida azul. Nunca he tenido una cita, pero estoy seguro que no se comienza hablando de esos temas.

—Que discreto eres— digo, él sigue tomando su bebida—de seguro sabes por experiencia—su mirada vuelve a recaer en mí, deja su copa en la mesa.

—Que inteligente eres—habla con sarcasmo— ¿ya los has hecho tú? —su pregunta me deja en blanco, en verdad que no me esperaba que esto fuera el tema de conversación es mi supuesta cita.

—¿Por qué de importar si lo he de haber hecho o no? —cuestiono con un tono de voz cortante. Él se inclina en la mesa y queda más cerca.

—Sería interesante escuchas tus gemidos combinado con la musica—sus palabras hacen que me atragante con mi saliva y comience a toser. El estúpido me dirige una mirada superioridad y victoria.

—Te digo que no es nada interesante, ya los he escuchado—lo miro serio—. Además no creo que me gustaría escuchar los tuyos—a él parece divertirle la conversación.

—Eso lo que dices porque no los has oído—este día no lo olvidare jamás— ¿quieres que hagamos una prueba? 
—No gracias, es mejor que me valla—me levanto, pero su voz me detiene.

—Te da miedo—habla con superioridad.

—No, solo que no me parece compartir algo con una persona tan irrespetuosa como tú—le aclaro.

—Entonces probemos con un beso—él se levanta y se coloca frente a mí, es como tres centímetros más alto—si no eres capaz de darme un simple beso, me darás a entender que de verdad tienes miedo. Hay algo que me dice que somos iguales y me conozco muy bien para saber que algo así a mí no me importaría—su maldita voz de superioridad me tiene arto, miro a mi lado; está vacía la planta, muchos deben estar abajo bailando.

Sé que estoy loco por hacer lo que pienso, pero este jodido idiota no me va a ganar.

—Hagámoslo, pero lo hago porque prácticamente me suplicas. Espero que después no quieras más porque no pienso estar en otro lugar contigo— me mira fijamente antes de acercarse y unir nuestros labios, tardo unos segundos antes de seguirlo. El beso no tiene ningún sentimiento, pero la rivalidad y competencia de demostrar quién tiene razón se hace presente. Me agarra de los hombros y termina pegándome por completo a su cuerpo, su lengua entra a mi boca profundizando el beso, no lo voy a negar que besa muy bien. 
Cuando miro a un lado mi corazón late rápidamente, unos ojos color turquesa me miran; su rostro esta pálido, mi pecho se oprime cuando veo que rápidamente baja las escaleras. Me separo de Liam, parece molesto y sin decirle nada camino rápido para buscar a Tyler.



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En el texto hay: amistad, miedos, amor lgbt

Editado: 15.10.2021

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