My Destiny

Capítulo 32 (2/2)


Tyler

 

Cuando pensaba en hablar era compartir palabras relacionadas con el mismo tema, pero es lo menos que hemos hecho. Zed trajo comida china y comimos callados, después de eso solo nos quedamos sentados, callados. Esto incomoda, le he dirigido un par de miradas, todo lo que ha ocasionado su presencia en mí en estos meses nunca lo espere; yo estaba bien en lo que podía, pero ahora estoy confundido, tengo que tomar decisiones que para nada son fáciles.

Parece que a él le ha gustado mi mesita de centro, ya que no ha apartado la mirada de ella en ningún momento.

—¿Cómo te fue en la prueba? —rompo con el silencio que me enloquecía.

—Creo que bien—contesta—. Todo te quedo perfectamente acomodado, diría que no pasó nada—me mira. Sé que habla de los muebles, pero eso ya es algo normal, he aprendido a borrar las evidencias de mis crisis, por la sencilla razón de que nadie se enterara.

—Ese es el punto—desvió la mirada—. Cuéntame que paso hoy—estoy esquivando el tema, sé que él se da cuenta, pero no me gustaría hablar de eso, tengo problemas más delicados.

—Emm, Trevor se ofreció a organizar una fiesta para mi cumpleaños, aunque pienso que es una excusa —lo miro, él sonríe con la boca serrada. Me alegra que ya estén mejor, estos meses se han unido, no diría que son confidentes de cada uno, pero es una amistad estable; Trevor es mi mejor amigo, sé que tomo malas decisiones, pero la vida le dio otra oportunidad.

—No negare que esa puede ser una razón—Trevor asiste a todas las fiestas—¿Cuándo cumples?

—El martes que viene—contesta—, pero no creo que deba gastar en eso.

—¿Cómo lo celebras tú?—parece sorprenderse por mi pregunta.

—Cuando era niño siempre eran fiestas temáticas, las organizaba mi madre. Los últimos años no hayo el motivo por celebrar, solo es un año más. Creo que me quedaría en mi departamento viendo una película y sería perfecto—hace un gesto para restarle importancia—¿y tú como cebras el tuyo?

—los de mi niñez eran elegantes cenas con personas que no concia, después de lo que paso con mi familia todo cambio. Ya no quería estar rodeado de gente, mi padre nunca estuvo y mi abuela por más que siempre trataba de estar conmigo algo ocurría; no lo celebre más. Lo único que me hacía feliz era…—hablo sin despegar mis ojos de él—, era cuando Tany llegaba en la mañana a felicitarme con un budín en las manos—y esa es la verdad. Tany iba temprano con un pequeño budín y me cantaba el cumpleaños feliz, después se retiraba.

—Ella es especial—dice Zed—es de entender porque la quieres—esperaba un tono diferente en sus voz, pero el habla de ella como si no fuera incomodo, es más, también puedo notar el aprecio que siente hacia ella.

—Sí, ella es demasiado importante, no hay nada que no haría por ella—son sincero con él, pues debe estar claro que no hay nada que no daría porque ella fuera feliz.

—Creo que es mejor que olvidemos, será mejor para todos—dice.

—Sigues queriendo huir—él se levanta y comienza a caminar de un lado a otro.

—¿Qué quieres que haga? Lo que sentimos es incorrecto, no quiero dañar a nadie —me levanto para quedar frente a esos ojos que me miran con impotencia.

—Yo tampoco quiero hacerle daño a alguien. Dime que propones entonces ¿volver a no hablarnos por seis meses más? —pregunto. Sé que todo es confuso, no quiero que él se aparte, pero no quiero lastimar a Tany.

—No sabes lo difícil que es para mí hablar de esto, siempre he tratado de mantener este tipo de sentimiento lejos de mi porque sé que tarde o temprano me dolerá—habla sin despegar la mirada de mi—, pero tampoco me gustaría alejarme de ti.

Sus palabras causantes de felicidad en mí, algo que no durara mucho.

—Tengo que ser sincero contigo y conmigo, no planeo dejar a Tany, no puedo—esto es duro—tampoco puedo dejar que algo más pase entre nosotros; eso sería seguir engañando a la persona que me ama—me acerco a él, treinta centímetros nos separan—, pero no quiero que te alejes, me gusta tenerte cerca. Por eso tengo una propuesta, la cual entenderé si rechazas.

—Dime.

—Podemos ser amigos que saben lo que sienten por el otro, pero que no permitirán que algo pase. Hablar, conocernos, salir, ir por unos tragos; me interesa mucho conocer más de ti, no solo lo poco que muestras—él sonríe sin gracia y se acerca a mí, coloca tu frente en la mía; su acción me roba el aire—y cuando…cuando encuentres a alguien estaré contigo, como el amigo que debo ser—susurro eso, aunque me cuesta aceptar la realidad, él puede fijarse en alguien más y yo no podré hacer nada.

—Es la peor propuesta que me han hecho—susurra sobre mis labios—, pero yo soy más estúpido porque aceptare; sé que tarde o temprano comenzare a pagar las consecuencias—me mira por unos segundo y se aleja, dejándome con un vacío.

Nathalia tenía razón, cualquiera decisión que tomáramos terminaría lastimando a alguien y con esta será Zed.

—¿Entonces cómo se comienza este tipo amistad? —Pregunta mientras se vuelve a sentar y con todo el esfuerzo del mundo hago lo mismo.

—¿Qué te parece si me cuentas la verdadera razón por la cual cambiaste de universidad? —noto que mi pregunta lo tomo por sorpresa, el color abandona su rostro y desvía la mirada.

—Es un tema del cual no me gusta hablar—me vuelve a mirar, en sus ojos noto una angustia—me cuesta mucho, pero…pero contigo puedo tratar.

—No te sientas obligado—él niega.

—Decidí mudarme porque ya no podía con mi vida—deja de mirarme y se concentra en la mesa—la verdad es que antes no estaba en una universidad, tomaba mis clases desde casa.

—¿Por qué? —él sonríe con tristeza.

—Porque me afecta lo que piensen los demás.

—No entiendo—él me mira.

—Comenzare desde el principio para que entiendas—suelta un suspiro—. Pasaba por las mejores fechas de mi vida, algo raro; mi madre estaba mejor, Cecilia había superado a Trevor y yo había comenzado a estudiar en la universidad que siempre quise con una gran beca. Una tarde normal Cecilia fue a mi casa; era algo normal en nuestra rutina, pero nunca se me pasó por la mente que ella sintiera algo más que un sentimiento de amigos por mí. Es difícil manejar una escena donde la persona que consideras como una hermana te cuenta que se ha enamorado de ti; trate de mostrarle que era un error, pero ella no lo manejo bien y le confesé que era…que soy…gay. Lo tomo mal, no me dejo hablar con ella y se fue, pasaron unas semanas…



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En el texto hay: amistad, miedos, amor lgbt

Editado: 15.10.2021

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