Capítulo 1. Primer encuentro.

Jin.

–¿Estás seguro de tu decisión? –preguntó papá, dejando de leer el periódico.

–Por supuesto, esa universidad me ayudará muchísimo, su plan de estudios es excelente y me ayudará a mejorar mi inglés –dije con seguridad y emoción.

–Lo tienes todo planeado.

–Ya sabes como soy, papá, me gusta tener todo bajo control.

–Lo sé hijo, soy tu padre y te conozco bien –dijo con una sonrisa –. ¿Sabes que es curioso?

–¿Qué?

–Que tu madre y yo habíamos decidido enviar a JungKook a que cursará la secundaria allá, para que mejorará su novel de inglés.

–Oh, eso no lo sabía.

–Era un secreto, pero ahora que ambos se van, pueden vivir juntos y cuidarse mutuamente, siempre y cuando eso no te moleste.

–Claro que no papá, sabes que me gusta pasar tiempo con Kookie, solo no se lo digas –pedí con una sonrisa traviesa. Papá siguió riendo, como si le hubiera contado un gran chiste.

–De acuerdo. Vamos a comenzar a preparar todo para su mudanza, para que tengan lo necesario.

–Muchas gracias, padre.

–No agradezcas hijo, me alegra que estés tomando buenas decisiones para tu futuro. Sabes que la empresa será tuya y de JungKook algún día, y me hace sentir orgulloso que estés enfocándote en eso para ser el mejor –dijo él, haciendo que sonriera.

No me pesaba estudiar la carrera de arquitectura para suplantar a mi padre en la empresa cuando fuera el momento, era algo que me gustaba hacer. Quería ser uno de los mejores, y sabía que, si me esforzaba, lo lograría, a pesar de que para eso tenga que alejarme de mi familia por un tiempo, pero bueno, tendría a JungKook a mi lado, y con eso, ya me sentía feliz.

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–Cielos, esta ciudad es muy grande –dijo JungKook realmente sorprendido, mientras caminábamos por las calles de Londres.

–¿Crees que te perderías de camino a la escuela? –pregunté acomodando la bufanda en mi cuello, hacía mucho frio.

–No, pero me sería de mucha ayuda si me acompañas los primeros días.

–De acuerdo Kookie, cuenta con eso.

–¿Cuándo comienzan tus clases?

–En dos días.

–¿Y cómo te sientes?

–Muy emocionado, ya quiero comenzar.

–¿Para ver a chicas lindas?

–No, pequeño niño hormonado –dije, sacudiendo su cabello –, es que su plan de estudios es muy bueno.

–Perdóname, es que no te caería mal salir con alguna chica.

–No estoy interesado en ello por ahora, pero igual no descarto la posibilidad.

–Te deseo la mejor de las suertes, Hyung.

–Gracias, Kookie. Vamos por un café, se me están congelando las manos.

–De acuerdo –dijo acomodando su gorro.

Pasé un brazo por sus hombros, guiándolo a una cafetería. Una semana en Londres y ya me estaba gustando más de lo normal, sobre todo porque estaba con mi hermano, mi mejor amigo luego de los demás chicos.

Ambos contábamos con la amistad de cinco chicos excelentes. Namjoon y Taehyung eran nuestros primos, mientras que Jimin, Yoongi y Hoseok nuestros amigos, nuestras familias siempre fueron unidas y, por ende, nosotros también.

Estaba preparado para mi vida universitaria, una vida que estaba segura sería la mejor de mi vida, pero jamás creí que sería la que marcaría mi vida para siempre.

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Apenas habían pasado tres horas desde mi primer día de clases, y estaba muy feliz con la elección que hice. Los profesores que tenía eran muy buenos, sabían cómo explicar su materia, hasta ahora todo era sencillo, y eso era realmente espectacular.

Estaba tomando un descanso antes de la siguiente clase, tomando un pequeño refrigerio que había hecho, no creo acostumbrarme a la comida de aquí, así que mejor me hice mi comida.

Mamá me enseñó a cocinar desde que tenía quince años, dijo que necesitaba saber de todo para sobrevivir en la vida, pero nunca creímos que sería un gran cocinero.

Mis platillos causan sensación, incluso mamá ha admitido que tengo mejor sazón que ella, y eso ya es demasiado, porque mamá cocina de maravilla. De vez en cuando, al sentirme algo triste, enojado o confundido, comienzo a cocinar algo, lo que sea.

Hago desde platillos elaborados hasta sencillos postres, nada es muy complicado para mí, y sé que JungKook este feliz de que este con él, porque así disfruta de mis comidas diario. Recordar a mi hermano me hace sonreír, lo amo muchísimo, por él daría la vida sin dudarlo.

JungKook suele ser algo tímido, pero cuando agarra confianza, es un torbellino. Ama jugar, ama los deportes, ama dibujar, ama correr riesgos, es un niño realmente energético, pero su cara dulce y tierna hacen creer que es todo lo contrario.

Tomé el último bocado de mi desayuno, notando que ya faltaban diez minutos para la clase. Guardé mis cosas y con la mochila al hombro comencé a caminar al edificio. Muchas personas se me quedaban mirando, no sé si porque nuca vieron a un chico coreano o por mi aspecto físico.