Jin.
–¡Jin! –me llamó una voz femenina, por lo que dejé de guardar mis cosas en la mochila.
–Ah, Rebecca. ¿Qué sucede? –pregunté a la chica rubia con la que compartía clase.
–¿Entendiste la clase de hoy?
–Claro.
–¿Crees que podrías ayudarme un poco? Fue un poco complejo para mí –pidió, haciendo un puchero con sus labios.
–Puedo hacerlo, no hay problema –respondí, terminando de guardar mis cosas, colgándome la mochila al hombro, para salir del aula.
–¡Perfecto! –chilló ella, pasando delante de mí, ya que le cedí el paso –¿Hoy en la tarde sería muy apresurado para ti?
Pensé un poco en ello. Tenía planes para salir con Lina, era tiempo de comprarme un auto, y como JungKook tenía una clase de dibujo, le pedí a ella que me acompañara. Creo que la ayuda a Rebecca puede esperar, después de todo, aún hay tiempo antes de los exámenes. Salimos del aula, sin que le diera una respuesta concreta, pero ya lo decidí.
–Lo siento, Rebecca, hoy no puedo, tengo un compromiso.
–¿Con esa chica con la que siempre sales? –cuestionó interesada, en un tono que no me gustó nada.
–¿Hay algún problema? –fui directo.
–Si has escuchado de su modo conflictivo de ser, ¿verdad?
–¿Conflictiva?
–Sí. Se la pasa ofendiendo a sus compañeros, haciendo que trabajen siempre y ella recoge todo, quedando como la trabajadora con los profesores. Hay muchas malas opiniones sobre ella, no sería bueno para ti, estar con alguien tan manipuladora –aconsejó, acercándose un par de pasos, para jugar con un lado de mi suéter abierto.
» Te beneficiaria estar con alguien más flexible, complaciente y a tu altura, después de todo, no eres una persona cualquiera, tienes una imagen que cuidar, y esa chica no te ayudaría en eso, la destruiría sin pensarlo un momento.
Fruncí el ceño ante sus palabras, porque lo siento como una especie de “ataque-ofrecimiento”. ¿Cómo es eso? Lo explicaré. Sucede cuando una persona ataca la imagen de otra con comentarios maliciosos, intentando consolar a la persona a la que se lo dice, ofreciéndole algo más “sano”. Es aquí, cuando recuerdo las palabras de Lina, acerca de llamar la atención de Rebecca, quien me sonríe con coquetería, sin dejar de jugar con mi suéter abierto, sintiendo leves caricias en mi pecho.
Ahora, ella no sólo está ofreciéndome ser esa persona “sana”, también deja en claro, que sabe quién soy, quien es mi familia y el poder que tienen. No puedo evitar sentir la molestia y decepción, porque ella no sólo quiere llamar mi atención, ella quiere el poder, riqueza y fama que posee mi familia. Rebecca no me caía mal, tenía sentimientos neutrales con ella, pero ahora pasa a la lista, de aquellas chicas que sólo me buscan para obtener algo a cambio, y no habló de mi corazón precisamente.
No soy un hombre que traté mal a las mujeres, las trató con respeto e igualdad, pero tampoco soy suave en este tipo de casos, donde trata de manchar la reputación de alguien más con comentarios maliciosos y obtener algo de mí, que, por supuesto no voy a darle, así que es mejor aclarar todo de una buena vez.
–Estoy seguro de que conozco mejor a Lina Jensen que tú, y puedo decir, que ella no encaja en ninguno de los comentarios y opiniones que me has dado –comencé, quitando son suavidad la mano en mi suéter, que no dejaba de acariciar mi pecho
» Puede que ella de esa apariencia, incluso, he visto lo decidida y ambiciosa que es, pero jamás usaría esos rasgos para dañar a otros o someterlos, así que tus comentarios no son tan bien fundamentados como crees.
–P-pero…
–Agradezco tu preocupación sobre las personas con las que me relaciono –la interrumpí –, pero es algo de lo que me encargo yo solito, y es algo que hago muy bien. Puedo ayudarte con la clase que no has entendido, pero no aceptaré una opinión de un asunto personal, sobre todo, si no lo pedí.
» Ten un lindo día, cuida tus palabras a la próxima vez que nos veamos, tal vez no sea tan civilizado como ahora –me despedí, sonriendo con amabilidad fingida.
Ella no supo que decir, así que se fue, mientras negaba varias veces con la cabeza. ¿Cómo se les ocurre que voy a pensar mal de Lina, cuando soy quien más pasa tiempo con ella? Me molesta la mala fama que le quieren crear, no sólo conmigo, también con otras personas, cosa que ella no merece. ¿Acaso alguien que tiene sus metas claras, ambiciones medidas y determinación enfocada, será señalado como alguien cruel, déspota y frio?
Estos estereotipos me irritan, por ello, las personas señaladas se desvían de su camino, para ir en otro diferente, gracias a las opiniones no pedidas, de este tipo de gente. Afortunadamente, me han enseñado que no me deje guiar por eso, que espere a que la persona refleje su verdadera personalidad, para así, comenzar a hacer mis propios ideales sobre ella, y de ese modo, nadie sale herido. Por supuesto, he tenido una que otra decepción, pero muy pequeña mejor que si hubiera hecho expectativas tempranas.
Di la vuelta del lugar, para ir a buscar a Lina, pero no di ni tres pasos, cuando la vi detrás de una de las columnas, sujetando con firmeza la correa de su mochila, mirando al frente sin ningún enfoque en particular y completamente en silencio. Me sorprendí de verla ahí, por lo que me acerqué, para averiguar que le sucedía.