Jin.
–¿Ya estás listo, mi pequeño niño guapo? –preguntó mamá, entrando a mi habitación, por lo que deje de acomodar mi corbata, para girar a mirarla.
Como siempre mamá se ve elegante y hermosa, así que le sonrió, ofreciéndole una mano que tomó con gusto, para acercarla más a mí.
–Por supuesto, mamá. Te ves maravillosa el día de hoy.
–Muchas gracias, cielo –respondió, acomodando las solapas de mi saco con esmero y cuidado –. No sabes lo orgullosa que me siento de ver a mi niño mayor graduado y con honores, siempre supe que tu vida está destinada al éxito, has destacado siempre y eres maravilloso, hijo, no lo olvides nunca.
–Ay, mamá, me vas a hacer llorar antes de tiempo –murmuré, sintiendo mis ojos picar por las lágrimas que querían comenzar a salir.
–Lo siento, es que has pasado por tantas cosas, que temó que te sientas inferior.
–Lo entiendo, mamá. No puedo decirte que soy feliz, porque no es cierto. Aun me siento dolido, triste, confundido y resignado, pero Lina de verdad necesita sanarse, y si alejándome de ella le doy un poco de paz, lo haré, aunque me duela.
–Jinnie, eres tan bondadoso y considerado, que rezaré mucho a Dios para que ni pase mucho tiempo y ambos puedan estar juntos.
–Gracias, mamá, lo apreció mucho –agradecí, sonriendo ante las caricias que dejaba en mis mejillas.
–Sólo quiero que seas feliz, mi Jinnie.
Le sonreí a mamá con dulzura, besando con cariño el dorso de su mano, cuando unos leves toques en la puerta llamaron nuestra atención.
–¿Interrumpo algo? –preguntó papá, asomándose por la puerta.
–Ya hemos terminado, querido. ¿Necesitas algo?
–Sólo iba a decir que JungKook y yo ya estamos listos.
–Ya salimos, papá.
–Mejor vamos, tu papá es muy impaciente respecto a llegar tarde –aconsejó mamá, cuando papá cerró la puerta.
Asentí ante su sugerencia, saliendo de la habitación, para ver a papá y JungKook juntos. Cuando ambos llegaron hace dos días, se quedaron casi toda la noche con él, consolándolo y reconfortándolo un poco. Eso no ha hecho que sea el mismo de antes, pero hay una mejoría, al menos ya no se la pasa encerrado en su habitación o no queriendo comer, ya hace las cosas con un poco más de iniciativa propia.
Luego de ponernos de acuerdo, fuimos al auto, para ir a la universidad y asistir a la ceremonia de graduación. Sólo nosotros asistiremos, porque a pesar de que los chicos querían venir, tenían cosas que hacer en Corea, sin embargo, me dijeron que tenían muchos regalos para mí, si sacaba varias fotos del evento. Acepté el trato, porque me encantan los regalos.
Mientras íbamos al evento, pensaba en Lina, sobre si asistirá a la ceremonia, i podría verla antes de volar a Corea, porque tengo que volver mañana, por ello, pedí que se me adelantará el tramitar todos los papeles para tener el título, ya que papá quiere que entré a la compañía lo más pronto posible, para que me vaya familiarizando con el modo de trabajar de la misma.
Es frustrante saber que no sólo vamos a tener una distancia emocional, también física, pero tampoco espero que sus heridas hayan sanado en tan poco tiempo, la única opción que tengo, es cargar con esta sensación de frustración constante. Fingiendo que nada malo pasaba, llegamos al lugar, donde apenas al estacionarme y bajar del auto, una voz masculina llamándome Jinnie llamó mi atención, impactando de repente mi espalda en la puerta del auto, pues alguien me abrazaba por la cintura de manera fuerte.
–¡Jinnie Hyung! ¡Te extrañé mucho!
–¿Taehyung? –pregunté sorprendido, mirando a mi primo abrazándome con fuerza –. ¿Qué haces aquí?
–Venimos a tu graduación, no podíamos perdérnosla.
Al escuchar eso, alcé la mirada, donde en la acera del frente, se encontraban mis demás amigos, Namjoon, Hoseok, Jimin y Yoongi, todos con traje formal, floré y regalos, incluso un globo con un búho que decía “Felicidades por tu graduación”. Infantil, pero me hizo sentir tan cálido y amado, que casi me pongo a llorar, es demasiado conmovedor ver el amor que estos chicos tienen hacia mí.
–P-pensé que estaban ocupados para venir –dije con voz ligeramente titubeante.
–¿Ven? Les dije que se creería esa tonta excusa –señaló Yoongi con una sonrisa burlona.
–¿Ah?
–Queríamos sorprenderte, así que Yoongi tuvo la idea de decirte que estábamos ocupados, para que no sospecharas –explicó Hobi.
No estoy sorprendido, estoy más que sorprendido, quisiera llorar y agradecerles que no me hayan dejado solo el día de hoy, pero contrario a eso, voy a hacer lo que siempre hago en estos casos: burlarme.
–Ya decía yo que no podían faltar a una reunión tan importante, le faltarían el respeto de una manera grave a su Hyung.
–Justo cuando tenía la esperanza de que ese ego se fuera, lo vuelves a traer aquí, a robarme el aire –se quejó Jimin, rodando los ojos.
–Al contrario de ti, bebé Mochi, no soy humilde –le recordé, guiñándole un ojo.