Lina.
–¿Jhoath? –llamé a mi hermana, tocando levemente la puerta de su habitación –. ¿Puedo pasar?
–Adelante –escuché un murmullo, por lo que abrí la puerta, encontrándola en su cama, con la espalda recostada en el cabecero, las rodillas flexionadas hacia su pecho, recargando su barbilla de estas.
–¿Qué sucede? No has salido de tu habitación en todo el día –le pregunté preocupada, porque hace unos días estaba excelente.
–Cometí un error, Lina, un gran error –murmuró con voz ronca, y al fijarme en sus ojos, me di cuenta que estaban rojizos e hinchados, como si estuviera llorando.
–¿De qué error hablas?
–El primero, fue explotar a causa de los celos con JungKook. La chica que él ama lo invitó a salir, así que me puse celosa y quise evitarlo, pero él se negó a hacerme caso, por lo que le dije algunas cosas que no fueron del todo lindas –fue su respuesta.
–Te dije que no podías obligarlo a dejar de amar a alguien, menos si es algo toxico, no es algo que se supere de la noche a la mañana –le recordé, sentándome a su lado en la cama.
–Llegué a la misma conclusión cuando llegué a casa, pero sigo sin creer que él no pueda darse cuenta de la perra que es –explotó, haciendo una mueca de furia –. Ella considera a JungKook como una clase de juguete, eso me irrita demasiado.
»No merece el amor que JungKook le da, no cuando ha sido tan mala con él. Quisiera la oportunidad de demostrarle que existen amores más bonitos y correctos, que sanan y no hieren, pero lo eché a perder…
–¿Por qué lo dices?
Jhoath suspiró, girándose a verme con ojos humedecidos y nariz sonrojada, señal de que aguantaba las lágrimas.
–Lo presione demasiado, lo obligue a ser alguien que no quería o del que no se sentía listo, hice que me viera como la mayoría de personas lo hacen, como la chica que saca buenas notas, como aquella a la que sólo le haces caso cuando te conviene.
»Sigo siendo la misma chica que sabe mucho de la escuela, pero nada de la vida, la que se mete en problemas por su mal comportamiento, pero que se salva por su cerebro, esa soy yo.
–No puedo creerlo –murmuré, conmocionada por lo que decía, pues habían pasado años desde que ella se expresaba de ese modo de su persona, desde que lloraba por esas palabras. ¿Quién la hizo creerse esas palabras de nuevo? –. ¿Quién te dijo eso?
–Ella me confesó que JungKook se lo había dicho –contestó, limpiando con su manga sus humedecidas mejillas.
–JungKook jamás se expresaría así de ti.
–No lo sé, Lina. En mi afán de ayudarlo, lo he perjudicado. Fui tan impulsiva y tonta, que lo obligué a hacer un entrenamiento que no quería, ¿para qué? Para al final dejarlo en una posición más vulnerable.
»¿Crees que ella no les diera a los otros idiotas que en realidad no somos amigos? Ellos no dudaran en lastimarlo, no podré ayudarlo y será por mi culpa, por mi maldita culpa.
»¿Por qué soy así, Lina? ¿Por qué? –preguntó entre sollozos, apretando los puños entre la sabana –. ¿Por qué me dejo llevar por mis emociones y no por mi cabeza? ¿Por qué siempre lastimo a los que quiero? ¿Por qué?
Sin decir nada, atraje a mi hermana en un abrazo, acariciando su espalda y cabeza, mientras ella se aferraba a mis brazos, sollozando y murmurando “por qué”. Quiero llorar de odio y tristeza, quiero saber quién le hizo tanto daño a mi hermanita, porque confió en que JungKook no lo hizo, al menos, no de la manera en la que ella cree. Algo anda mal, alguien quiere separarlos, quiere lastimar a Jhoath donde más le duele, y lo están logrando.
Ella me ha confesado que se enamoró de JungKook, y ahora sus sentimientos la están lastimando. Voy a llegar al fondo de esto, haré que los responsables paguen por cada pregunta y lagrima de mi hermanita. Nadie la lastima si puedo evitarlo, Jhoath no recibirá más dolor, nunca más.
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–Ah, eso lo explica todo murmuró Jin, asintiendo un par de veces, mientras fruncía el ceño por su comentario.
–¿De qué me estoy perdiendo? –cuestione confundida.
–Luego de su cita con esa chica, fui a ver a JungKook, porque quería saber que había pasado. Sinceramente, creí que estaría saltando en su cama, gritando y celebrando, sin embargo, lo que encontré fue un chico cansado, irritado y decepcionado.
»Dijo que la cita fue muy sosa, asfixiante y aburrida, que ya no sentía lo mismo que antes, una cosa muy buena para él, porque de ese modo, podría continuar con los nuevos planes que se había formado.
–¿Qué planes?
–No tengo idea, creo que tenía que ver con Jhoath, pero no esperaba que ella se alejara así de él, por una mentira. Te juro que nunca vi a JungKook llorar con ese dolor en los ojos, al menos, no desde la muerte de mis padres.
»Fue muy duro verlo de ese modo, me hizo confirmar que sus sentimientos por tu hermana son sinceros. Todavía no sé muy bien cómo va a arreglar esto, pero va a lograrlo, eso te lo aseguro –dijo él confiado.
–No pongo en duda eso, pero Jhoath ha estado actuando de manera tan extraña, que no sé si será tan sencillo como pensamos –murmuré, recordando la postura indiferente y aislada que ha tomado ella, es incómodo de ver.