My First and Last Love

Capítulo 29. ¿Qué le sucede a Lina?

Jin.

¿Qué le sucede a Lina?

Esa es la pregunta que más me he hecho estos últimos tres días.

Todo comenzó con Jimin avisándome que Lina se sentía mal del estómago, así que la llevó al hospital para que le dieran medicamentos, hasta ahí, todo bien. Al ir a verla a su casa esa noche, no fue cariñosa conmigo, pero tampoco era fría, sin embargo, lo atribuí a que se sentía mal, así que no le hice mucho caso.

Le sugerí que reposara por un par de días, una sugerencia que sorprendentemente aceptó, y hay que aclarar, que Lina no es de las personas que se desprenden fácil del trabajo, sin embargo, de nuevo lo atribuí a la enfermedad, debe sentirse de verdad mal para hacer eso.

Es extraño verla tan retraída, como si me alejara y al mismo tiempo, no quisiera hacerlo. Me preguntó qué es lo que pasa por su cabeza, no puedo hacerme ni una idea, ella suele ser un gran misterio y dilema cuando quiere. Iba caminando hacia mi oficina, cuando me encontré a Ryu en el pasillo, que sonrió cuando me vio, saludándome con alegría.

–Buenos días, Jinnie.

–Buenos días, Ryu –lo saludé, quedándome con él –. No sabía que hoy venias.

–Tengo una pequeña charla con Carol sobre mi espacio en la galería, aunque también quería ver a Tae, para hacer una colaboración en una nueva línea de ropa que está sacando una amiga mía que es diseñadora.

–Vaya, tienes una agenda ocupada –señalé, a lo que él se alzó de hombros.

–Así es, pero me gusta este estilo de vida, me hace feliz –aseguró, entrecerrando los ojos, observándome divertido –. Hablando de felicidad, ¿cuándo le pedirás a mi Reina que se case contigo? Sigo esperando una boda lo suficientemente elegante para sacar un traje impresionante que me hará ver más sexy de lo que ya soy.

–Creí que los únicos con derecho a destacar en una boda, eran los novios –bromeé, aunque algo me decía que hablaba en serio.

–Como si tú y la Reina no tuvieran la suficiente presencia para evitar que eso ocurra. No finjas modestia, eso es indignante cuando eres consiente de tu atractivo.

–No iba a hacerlo, y contestando a tu curiosa pregunta, lo haré pronto, cuando ella se mejore de su virus estomacal.

–¿Aun no mejora? Qué raro, ayer cuando la visite en el hospital, se veía mucho mejor.

–¿Hospital? ¿Qué hacía Lina ahí? –pregunté preocupado, a lo que Ryu frunció el ceño.

–¿No sabias que Lina se había quedado ahí ayer?

–No.

–Qué raro, pensé que te había dicho… Eso quiere decir, ¿que tampoco te hablo de Min Hyuk?

–No tengo idea de quien hablas.

–Bueno, no sé si me permita hablar de ello, pero me da igual, al final alguien tendrá que decírtelo –comenzó a decir, para luego, contarme la historia completa.

Confieso que el actuar de Lina me sorprende y conmueve, no esperaba que hiciera algo así, sin embargo, me encuentro orgulloso de las decisiones y responsabilidades que ha tomado por ahora, eso dice mucho del hermoso corazón que posee. No sé bien porque no me lo dijo, de hecho, es extraño que no me dijera nada de esto ayer cuando la llamé, lo que me hace recordar su extraño comportamiento.

¿Pasaría algo que la haya hecho actuar de ese modo, y no me he dado cuenta?

–Disculpa por la tardanza, Jin –dijo una voz masculina en inglés, llamando mi atención a un lado –. Me costó conseguir un taxi en el aeropuerto, sin embargo, logré darme a entender y ya me encuentro aquí –sonrió complacido, mostrando un par de hoyuelos en sus mejillas.

–Oh, por Dios… –murmuró Ryu en coreano, girando a verlo.

Pocas veces he visto a Ryu sorprendido, una de ellas, fue cuando le presente a los chicos, murmurando que eran los hombres más atractivos que había conocido, incluso, creo que tuvo un ligero flechazo por Tae y Namjoon que no pasó más que a admiración. Esas veces que se ha sorprendido, las puedo contar con los dedos de mis manos, sin embargo, nunca lo vi igual de cautivado, maravillado y ¿hechizado?

Su mirada estaba fija en Max Reyes, quien sería mi colaborador y socio en la nueva editorial que echaríamos a andar juntos, por no que ha venido a Seúl para supervisar y ordenar todo el trabajo que se hará en la misma. Max no tardó en dirigir su mirada a Ryu, quien rápidamente cambio su mirada por una mas ¿normal? Mientras Max sonreía amable y extendía su mano.

–Hola, mi nombre es Maximiliano Reyes, pero puedes llamarme Max –se presentó.

–Jodido cielo, su voz es malditamente caliente –masculló Ryu en coreano, supongo que pensó que no lo escuché, sonriendo de manera encantadora hacia Max, estrechado su mano –. Un placer conocerte, Max. Mi nombre es Kyun Ryu, pero puedes llamarme Ryu, soy amigo de Jin.

–Un placer conocerte, Ryu.

¿Soy sólo yo, o estos dos se están mirando mucho? Estoy al tanto de que a Ryu le gustan los hombres y las mujeres, aunque ha salido más con el primer género, ignoró si Max comparte sus gustos, pero mi intuición me dice que es lo más probable, porque no ha soltado la mano de Ryu, tampoco se incómoda o avergüenza por la mirada hasta cierto punto descarada de este.




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