CAPITULO 3
¿Dijo después camina 100 metros hacia adelante hasta llegar al árbol o gira en el árbol y camina 100 metros?
Llevo tres veces rodando el mismo árbol, hasta que algo cae en mi cabeza.
-¡¡Auch!!
-17 minutos llevas dando vueltas –Me responde su voz pero no logro ver de dónde proviene-
-¿Tu llevas 17 minutos aquí? ¿Qué estás haciendo?
-No es obvio, me estoy riendo de ti niña –Volvió a responder, después escuche un golpe y al girar se encontraba frente a mí-
-¿Dónde estabas? ¿Le hiciste daño a mi madre? –Pregunte escandalizada-
-Sabes algo –Dijo mientras se arreglaba el pelo- Jamás lastimaría a tu madre, es una buena enfermera.
-¿La conoces? –Pregunte aún más asustada-
-No lo niego
-Y para que me necesitabas porque es muy noche
-Son las 11:27 niña, es temprano.
-¿Entonces?
-El empezó a caminar y era cada vez más noche así que lo seguí-
Llegamos a una gran casa, era color beige, grandes ventanas de cristal con un gran patio.
-NUEVO MENSAJE-
D2: ¿Charlotte?
Tú: No llegare
D4: No lo podemos hacer sin ti
Tú: Déjenmelo a mí
-El entro a la casa y camine detrás de él, hasta que nos encontramos con la puerta de un sótano-
-En esto necesitaba tu ayuda niña –Saco una llave que se encontraba debajo de su camisa en una cadena de plata y abrió la puerta-
-¿Me vas a encerrar? –Pregunte seria- Porque esta sería la manera más fácil.
-Niña no digas tonterías, no hay espacio por el momento.
-¿Por el momento? –Exclame-
-Ven –Bajamos las escaleras y termine topándome con el maldito infierno en carne y hueso-
Era un gran sótano y en medio había una gran mesa pero solo podía ver la mitad de esta.
-¿I-Isaac…? –No me salían las palabras-
-Solo espera lo mejor –Isaac parecía un pequeño niño mostrándome todos los juguetes de su habitación-
-Encendió la iluminación del otro lado de la habitación-
-Es una pers….. –Mi boca se habría pero no salían las palabras y el chico empezó a tratar de gritar pero por el pañuelo dentro de su boca no se escuchaban sus gritos-
-Tú y yo vamos a jugar un juego
-¿Un juego?
-Póntelo –Me mostro esa extraña sonrisa mientras me ponía una venda en las manos-
Tenía miedo pero algo me decían que él no era malo.
¿Cómo puedes decir eso de alguien que tiene secuestrado a alguien?
¿No me digas que...? ¡Dios! ya te la pusiste, te encanta jugar con fuego Charlotte.
-Tú vas a seleccionar algo de esta mesa.
-No puedo ver nada.
-Ese es el punto niña.
-Sin poder ver nada empecé a mover mis manos arriba de la mesa hasta que encontré un objeto que con el tacto me causo curiosidad-
-Buen gusto niña.
-No veo nada Isaac
-Quítatela
-El chico mostraba temor en sus ojos, su mirada estaba nublada sus ojos ya no dejaban salir lagrimas se encontraban rojos-
-¿Sabes para que uso esto? –Pregunto mientras sus manos jugueteaban el objeto- Bueno te daré una pequeña demostración.
-El miedo me consumía, ver a Isaac caminando hacia el chico, un paso, luego otro hasta terminar frente a el-
-Cuando Isaac levanto al chico y empezó a arrastrarlo frente a la mesa empezaron los gritos, gritos y más gritos-
-La risa de Isaac-
-El sonido de objetos de la mesa-
-Minutos que se convirtieron en años-
-Exactamente 20 minutos-
-Quiero que mires esto niña –No me había percatado que había cerrado los ojos-
-¡Ay dios!, Isaac ¿él está?
El cuerpo del chico ya no estaba en una pieza, ahora eran solo pedazos muchos pedazos.
-Muerto, si muy muerto, no aguantó nada.
-¿Y ahora?
-O lo dejas en la calle o escondes el cuerpo.
-¿Qué?
-Si no hay cuerpo no hay crimen niña.
-¿Por qué no te da miedo matar y mostrármelo? –Pregunte-
-La primera impresión que tuviste de mi fue esta, solo lo repetí.
-¿Matando? –Pregunte-
-Exacto, pero esto ya lo habíamos pasado antes.
-¿Qué?, jamás te había visto asesinar algo.
-Tienes razón, olvídalo –Respondió- Ven ayúdame a limpiar esto.
Salió, minutos después volvió a bajar con bolsas negras, guantes y quita manchas, este chico estaba preparado.
-Así que aquí vives –Hable para romper la tensión que había en el aire mientras limpiábamos-
-Eso parece.
-Bueno creo que me retirare son las… -Saque mi celular de mi bolsillo para ver la hora- ¿las 2:20 am?
¡Dios es muy tarde!
-¿Te iras? –Preguntó- Es tarde
-Me voy
-Salimos de la gran casa, y como se encontraba un poco lejos tardamos en pasar el bosque ya que Isaac era extraño y prefiera morir ahí que en una calle iluminada-
-Aquí vivo –Comente al llegar al frente de la casa-
-Lo se niña, no entraras.
-Si por el árbol.
-Información confiable –Hablo y soltó una pequeña risa-
-Trepe el árbol para subir por mi ventana y el me siguió-
Cuando entro su vista viajo hacia ese traje negro que había dejado en la cama.
-¿Eso qué es? –Pregunto-