My Life, My Pride - La Joya Azul

Capítulo 14 - Declaraciones

Al final, solo se quedaron los que habían reprobado. Jeremy notó la sonrisa de su amigo, antes de hacerle el comentario a la chica.

- ¿Sucede algo? – preguntó, lleno de curiosidad.

- No, nada – contestó Andrei, olvidándose de sonreír.

- Se te veía muy sonriente hace unos momentos.

- Fue porque pasé el examen – contestó, con tal de que lo dejaran en paz.

- ¿En serio? ¿Eso te hizo feliz? Yo creo que no te alegrarías por eso ni en un millón de años.

Andrei ya no contestó, solo siguió caminando.

- ¿Es la primera vez que sonríes así? – seguía Jeremy.

 

Salieron del edificio.

- Oigan, vamos por una pizza – dijo Esteban, ignorando el tema – Aprovechando el tiempo libre.

- Yo tengo que ir a ver a mi hermana.

Jeremy y Esteban miraron a Andrei.

- Pero… Imelda va a ir de compras con Madyson.

- Tengo otra hermana, se llama Chelsea. Tiene 11 años, sabe que ustedes existen…

- ¡Vaya! Ya no me acordaba de ella – dijo Esteban.

- Tal vez sea porque viaja seguido. Bien, nos vemos mañana.

Se despidió.

- ¿Quieres ir por una pizza? – preguntó Esteban a Jeremy.

Él lo miró y sonrió.

 

- Vamos por un café – Lucy invitó a Emilly – Tengo algo muy importante que decirte.

- ¿Ah sí? Está bien…

Emilly se despidió de Evelyn, quien quería ir a casa para ayudar con los quehaceres en lugar de salir a otro lado. Fue con Lucy a la cafetería y se sentaron a platicar.

- Y bien… ¿tienes algo planeado para Johann? Deberías declarártele.

Emilly se sonrojó.

- No creo que sea buena idea. Muchas chicas se le han declarado y son rechazadas.

- Pero… - Lucy no tenía que perder – Quizá no pase lo mismo contigo. Tú no eres como esas otras chicas.

- No quiero arruinar la amistad que tenemos.

- Vamos, Emilly. Todo puede ser posible. ¿Quién iba a pensar que Michael y Andy quedarían en tercer lugar? Por ejemplo. No puedes asumir un resultado sin intentarlo.

- No es lo mismo. Créeme, me propuse este semestre a declararme, pero es muy difícil. Cada que veo a Johann, siento como si él… pienso que solo me ve como una amiga.

Lucy pensó por un momento y tomó la decisión de revelarle la verdad sobre su destino amoroso.

- Emilly – la chica miró a Lucy – Tú y Johann están destinados.

En las palmas de sus manos le mostró la ilusión de dos corazones. Ella se exaltó, no podía creer lo que estaba viendo.

- ¿Qué…qué es eso?

- Es magia.

- ¿Magia? – estaba muy sorprendida y volteó hacia los lados para ver si la demás gente se percataba de eso.

- Tranquila, nadie nos verá. En estos momentos no llamamos la atención – dijo Lucy, al tiempo que había una esfera invisible alrededor de las chicas.

- Pe-pero… eso no existe. Las teorías de Elysia sobre los poderes son falsas… - dijo Emilly, al recordar el trabajo de la historiadora – Muchos historiadores están en su contra.

- Bien, la magia sí existe. Ahora… lo que importa en estos momentos es que yo te voy a ayudar a conquistar a Johann.

- ¿Qué ganarías con eso? – Emilly no confiaba.

- Soy parte del Mundo de la Magia, yo hago que la gente sea feliz. Es como si fuera tu hada madrina.

- No puedo creerlo…

A Lucy le estaba costando trabajo hacer que Emilly confiara en ella, pero tenía que tomar la ventaja sobre Sabrina a como diera lugar y en estos momentos estaba perdiendo.

 

En casa de los Warton…

- ¿Vas a quedarte aquí a pesar de que saliste temprano de la escuela? – preguntó Imelda a su hermana menor.

- Sí, voy a preparar el almuerzo – contestó Chelsea, peinada de dos colitas, tenía el cabello largo.




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