Billy miró por la ventana, el cielo estaba volviéndose oscuro. Más oscuro de lo normal.
- ¿Va a llover?
Luego miró a su hermana, acostada como si estuviera durmiendo, pero con la piel fría como si estuviera sin vida.
- Espero que te recuperes pronto, Emilly.
Ellie estaba en su habitación.
- No puedo creerlo… está trabajando mucho para recuperar lo que... ¿me quitaron? – la chica comenzó a dudar – Entonces, ¿se puede recuperar? ¿Por eso está haciendo hasta lo imposible?
Se levantó de la cama y caminó de un lado a otro por toda la habitación, pensando y pensando en él. Tocaron la puerta. El ama de llaves entró para dejarle un refrigerio.
- ¿Se encuentra bien, señorita Elyon?
- No, exactamente… siento algo raro, como si estuviera nerviosa.
- Ya veo. A eso se le llama ‘sentir mariposas en el estómago’.
- ¿Qué?
- Tal vez me equivoque. Fue lo primero que me vino a la mente.
Sabrina quedó encerrada en el cubo de cristal azul, Lucy tenía el poder absoluto. Andrei y todos los demás salieron del laboratorio al notar la derrota de su amiga.
- ¡Este es el momento para disparar! – anunció Charlie.
Aprovechando que Lucy estaba de espalda a ellos, Andrei no dudó ni un segundo en dispararle, era la oportunidad perfecta.
Para sorpresa de todos, el rayo de energía se estrelló ante una pared invisible que rodeaba a Lucy. Lentamente se dio la vuelta para encarar a los humanos del Mundo Real.
- Si probaron esa arma con Sabrina y pensaron que al derrotarla me iban a derrotar a mí, están completamente equivocados. Yo soy mucho más fuerte.
Con una señal de su mano regresó el ataque hacia Andrei.
- ¡Cuidado!
Elysia se lanzó sobre su hijo para protegerlo. El rayo se estrelló contra el suelo, ella había llegado rápidamente y evitó una catástrofe. Ambos cayeron al suelo.
- ¿Estás bien? – preguntó la angustiada madre.
- Sí… no te preocupes – respondió al incorporarse lentamente.
Charlie e Isaac se acercaron a ellos en señal de apoyo.
Johann enfrentó a Lucy esta vez, aún sin tener ningún arma…
- ¿Cómo te atreves a hacer estas cosas? Tú no deberías pertenecer ni aquí ni a tu mundo de magia.
- Bien, como fallé con uno, voy a tener que derrotar al otro – Lucy extendió la mano que tenía la joya y apuntó hacia Johann – Serás el primero en pasar al olvido.
Johann no se movió de su lugar, era muy valiente. La joya brilló intensamente. Sabrina estaba golpeando el cristal con ambas manos y de repente algo increíble pasó…
- ¿Mariposas en el estómago? – preguntó Ellie – Eso no puede ser. Ya no puedo tener sentimientos como estos…
- Últimamente la he visto muy pensativa, señorita. ¿Se trata de alguien en especial?
Ellie no quería responder.
- Por cierto, ¿quiere que le enmarque esta foto? Llegó por correspondencia hace unas horas – la señora le mostró la fotografía del baile de graduación, donde había sido coronada con Andrei.
Se sonrojó al verla, la tomó con ambas manos y fue muy agradable recordar tantas cosas. La señora que estaba a cargo de cuidar a Ellie, había trabajado así por muchos años. Ella también era muy solitaria en casa, sus padres solo viajaban por los negocios que tenían. Sin embargo, a pesar de que Ellie estaba sola, siempre veía el lado positivo de la vida.
En las calles, toda la ciudad se veía nublada, como si fuera a llover…
- Son épocas de lluvia, es normal – decía Joey – No te alteres por eso, George.
- El cielo es más oscuro de lo normal. Tengo un mal presentimiento. ¿Sabes dónde está Johann?
- No, desde que terminaron las clases no nos hemos visto para ensayar. Lo que me preocupa es si Jessica seguirá siendo nuestra mánager después de todo lo que pasó.
- Tal vez por eso siento que algo malo va a pasar. Emilly se peleó con ella y… Johann está en medio de las dos.