En un pequeño departamento, la figura de un omega se encontraba inmóvil "¿Ahora que haré?" Pensó una y otra vez, mientras respiraba de manera frenética, su pecho subía y bajaba, abrazaba su vientre de manera protectora, Jimin sabía que tenía que irse de ahí, no quería que jungkook descubriera que estaba embarazado, si lo hacía condenaría a su hijo a una vida sin el amor de su padre, estaba seguro de que jungkook no lo amaba, solo había jugado con el amor que le tenía, si no lo amo a él ¿Qué le aseguraba que amaría a su hijo? El bebé de un omega recesivo, sin duda no sería bienvenido.
No tenía mucho tiempo para agarrar todas sus cosas e irse, lo que no sabía era a donde, no tenía amigos como para quedarse temporalmente en la casa de alguno, nunca le había interesado conocer a sus compañeros de clase, solo hablaba con ellos si era estrictamente necesario, se lamentó hasta que punto el mismo se hizo daño, evitando cualquier contacto que no fuera con Jungkook, privandose de una vida social activa, no podía culpar a nadie más que a él mismo.
Sin la posibilidad de conseguir ayuda de nadie, su única opción ahora era alquilar otro departamento, no importaba si era más pequeño que el que tenía actualmente, podría acostumbrarse, el problema es que no tenia muchos ahorros.
Los ojos de Jimin se abrieron completamente, recordando el dinero que tenía ahorrado desde hace ya un tiempo, rápidamente se puso a buscar desesperado, abriendo cada cajón de los muebles, la desesperación no le permitía pensar con claridad por lo que no podía recordar en donde había guardado aquella billetera, la cual contenía los ahorros de hace unos meses, fruto de los empleos a tiempo parcial que tuvo.
Agradecía a su yo del pasado por haber decidido conseguir un trabajo de medio tiempo, no le pagaban mucho pero con lo poco que recibía podía pagar sus gastos básicos para luego guardar lo demás por si lo llegase a necesitar en un futuro, uno que llegó más rápido de lo que creía.
Pasaron unos minutos en lo que Jimin buscaba la pequeña billetera lo más rápido que podía, el tiempo no era algo que le sobrará o que pudiera desperdiciar, estaba empezando a desesperarse, iba a rendirse pero en un último intento abrió un cajón, encontrando en una esquina la tan buscada billetera, sin perder el tiempo la agarró y contó todo el dinero que había dentro, el cual desgraciadamente no era mucho, un suspiro de frustración salió de sus labios, no podía creer que todo lo que había ahorrado no le alcanzaba ni para pagar un mes en su departamento, en un gesto exasperado tiró de sus rubios cabellos, se dispuso a buscar en todo lugar donde pudiese guardar algo, aunque sabía que no encontraría más dinero.
Estaba tan concentrado en buscar algo que pudiese ayudarle por lo que no se dio cuenta cuando con su brazo empujo una caja, haciendo que está se cayera. Se sobresalto al escuchar el estruendo que había provocado la caída, camino hacia la caja para luego arrodillarse y revisar que había dentro de esta, Jimin pudo contemplar dos relojes que parecían ser extremadamente caros junto a una cadena y una pulsera de lo que parecía ser oro puro.
"Esto es... ¡Si!"
Una idea paso por su cabeza, si vendía esos relojes, la cadena y la pulsera, tal vez podría conseguir el dinero suficiente como para mantenerse un tiempo, Jimin miro una vez más los costosos accesorios, recordando como habían llegado a sus manos.
Cada uno de ellos fue un regalo de Jungkook en diferentes ocasiones, Jimin no se atrevió ni siquiera a usarlos, los guardo en una pequeña caja como su tesoro más preciado, todavía podía recordar perfectamente cada momento en el que Jungkook le había regalado los carísimos accesorios, Jimin le había dicho que no le gustaba que gastará tanto dinero en él, aunque no había podido evitar emocionarse en ese entonces, sin embargo, odiaba pensar que podría ser una molestia para Jungkook, ya que constantemente le preguntaba si le faltaba dinero o si quería que le comprase algo.
Aquello había sido su mayor motivo para conseguir un trabajo y demostrarle que no necesitaba gastar dinero en él, jamás lo había hecho por su propio bien, siempre hacía todo con la intención de causarle el menor problema a Jungkook...
No se dio cuenta cuando sus lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, una después de otra, sin poder contenerlas.
Sintió como si la anestesia, representada por el enojo, perdiera su efecto, dejándole ahora el dolor a flor de piel.
En todo este tiempo no se había parado a pensar con claridad en todo lo que había pasado minutos antes, recordó aquella escena que tristemente presenció cuando entro a la habitación de Jungkook, su mente empezó a torturarlo con recuerdos de él esperándolo para cenar, de todas las veces que se quedaba despierto hasta altas horas de la noche esperando su llegada, a Jimin se le hizo inevitable pensar que seguro en todas las veces que Jungkook no llegaba a sus citas estaba con su amante, burlándose de él, pensado que nunca descubriría su infidelidad.
Aunque pensar de esa forma era realmente ser optimista, seguramente no le dedico ni un solo minuto de su tiempo, ¿siquiera ocupaba él un espacio en su mente?
Ya no podía seguir negando su realidad, no podía seguir inventando más excusas para justificar todo lo que hacía Jungkook, Jimin lo había visto con sus propios ojos, la persona a la que más amo en todos estos años con crueldad había jugado con su corazón, Jungkook no lo amaba y probablemente nunca lo hizo.
Jimin negó repetidas veces con su cabeza, "no puedo ser débil ahora" se repitió una y otra vez mientras secaba sus lágrimas con el dorso de sus manos "si lloro, mi bebé estará triste" ese pensamiento hizo que su corazón se apretara, Jimin se dijo a él mismo que iba a ser fuerte por su pequeño.
Después de limpiar sus ojos, borrando todo rastro de lágrimas en su rostro, procedió a guardar los accesorios de nuevo en la caja y colocarla a un lado, agarró una mochila junto con un morral y un pequeño bolso para luego guardar la poca ropa que tenía y unas cuantas cosas más en estos, cuando todas sus pertenencias ya estaban guardadas decidió que era hora de marcharse. Con todo su equipaje ya colocados en su espalda cargo la caja en brazos, miro una vez más a lo que por mucho tiempo fue su hogar, tenía buenos recuerdos en él, mayormente en estos estaba Jungkook, por no decir en todos, Jimin se empezó a dar cuenta de que la mayor parte de buenos momentos en su vida estaba presente Jungkook, no le había visto necesario conocer a más personas porque creía que con su amado bastaba, su vida había girado en torno a Jeon todos estos años.