Capítulo 1: El Pasado

Dicen que contar una historia es difícil, pero el verdadero reto no es el inicio, sino el pasado. Es el acto de recordar, de volver a ese momento en el que la vida era normal.

En un día soleado, una chica mira a través de una ventana. Su historia podría ser la de cualquiera: una adolescente tranquila, a punto de terminar el último año de bachillerato, con la única meta de que el tiempo pase rápido.

Marianna es una de esas personas. No lo tiene todo, pero está convencida de que su futuro es brillante. Planificar no es su estilo; para ella, la vida se compone de momentos interminables y de anécdotas que solo el tiempo puede escribir. Su último año de secundaria es el lienzo perfecto para eso.

—¿Puedes salir de tu ensoñación? —una voz la interrumpe. Marianna vuelve de su mente a la realidad y se encuentra con la mirada de su mejor amigo.

—No es una ensoñación —responde—. Es simplemente ignorar la realidad. Deberías intentarlo.

—No creo que sea buena idea —Anderson susurra, mirando al frente—. Y menos en clase.

Anderson tenía razón, pero a Marianna no le importaba demasiado. De todos modos, sabía que pasaría el examen final. Lo que sí le importaba era tener un amigo a quien sí le importaba la clase. Lo conocía desde octavo grado, y después de tanto tiempo, ahora estaban juntos viviendo el final de una fase y el inicio de otra completamente nueva.

—¿Ya vas a salir de tu cabeza y nos vamos, o quieres ser la única que se quede?

Marianna se dio cuenta de que el salón estaba casi vacío, solo quedaban ellos dos.

—Ya voy —dijo, mientras recogía sus cuadernos.

—¿Y los demás?

—Nos están esperando afuera —respondió Anderson, rodando los ojos—. Y seguro se mueren por irse.

Cuando salieron, el grupo de amigos los recibió. Se empujaban, bromeaban y caminaban sin preocupaciones. Parecían simples adolescentes disfrutando un día normal de clases. En la salida, cada uno se dirigía a su casa, riendo y pensando en lo que harían mañana.

—De verdad, este año será fantástico —dijo Anderson, mirando a su amiga.

—Yo también lo creo. ¿Qué es lo peor que podría pasar? Este año será inolvidable —Marianna sonrió, sin saber que, en efecto, ese sería el año de los cambios más grandes en su vida.