My Rain, My Night

~Ojos de cervatillo~

—Vamos Sr. Kim, solo serán algunos bocadillos— un joven delgado a quien su traje azul le quedaba un poco grande y chistoso, seguía los pasos casi apresurados de su jefe.

—ya te dije que no Jimin. No vinimos por diversión— habló hastiado Kim Taehyung —cuanto más rápido nos vayamos será mejor—

A diferencia del aniñado y delgaducho asistente, Kim Taehyung estaba en buena forma física. Llevaba todo su vestuario negro, incluso la camisa, lo que le hacía parecer más maduro y serio. A Taehyung le gustaba ese color.

Pasaron entre muchas personas que levantaban sus copas como saludo cuando lo veían.

Para aquella gente, Kim Taehyung era sinónimo de dinero fácil. Él representaba a la Compañía Kim, una empresa grande que beneficiaba a sus empleados y socios, por su gran competitividad y lucratividad.

Caerle bien al heredero de esa compañía era la prioridad de toda esa bola de avaros.

Taehyung y Jimin pararon cerca de un pasillo al fondo del salón. Ese lugar estaba solitario.

—Jimin espérame aquí, es mejor que yo vaya solo— Taehyung dio media vuelta al no oír respuesta del menor. Este se encontraba con la boca llena de comida y una copa de vino que le quitó a un mesero, en su travesía hasta allí.

—eres incorregible Park— dijo Taehyung, negando con la cabeza y sonriendo un poco.

Kim se encaminó a paso firme hasta el final del pasillo.

Ya tenía memorizado lo que iba a decir y como lo diría. Solo esperaba que todo saliera como él lo esperaba.

Llevó su mano izquierda a tocar la puerta, pero se detuvo al escuchar la voz de un hombre al otro lado.

te diviertes con él como lo hiciste conmigo

Era la voz de un hombre.

¿No se suponía que la futura prometida Ji Eun estaría terminando de arreglarse con sus amigas?

No podría ser el novio. Sang Woo estaba en la recepción esperándola.

Por más curioso que se encontrara Taehyung, se separó de la puerta y apoyándose a una pared cercana decidió esperar.

No quería ni necesitaba involucrarse en la vida de Ji Eun. No otra vez.

Conocía a Ji Eun casi de toda la vida. Habían compartido parte de su niñez y adolescencia. 
Eran muy buenos amigos, o eso creía Taehyung. Hasta que sus padres tuvieron la equivocada idea de querer casarlos, ese había sido el comienzo de su separación.

Taehyung la quería, pero al parecer Ji Eun siempre tuvo la costumbre de tener amantes escondidos, como ahora.

¿Quién sería ahora el desafortunado chico que se enamoró de Ji Eun, a tal punto de venir a su fiesta de compromiso?

Hasta sentía pena por ese chico.

La puerta se abrió de golpe, casi haciéndole saltar.

Taehyung vio a un joven rabioso, que casi tira la puerta al cerrarla.

Lo observo completo, queriendo saber quién era el desdichado a quien Ji Eun la había partido el corazón.

Era un chico común, desaliñado, su vestimenta era discordante con el evento.

¿llevaba una chaqueta amarilla?

A Taehyung le desagradan los colores vivos.

Quizá era por eso que Jimin le decía que se hacía más viejo cada día.

Terrible, pensó Taehyung.

Cuando su mirada volvió al rostro del chico se sorprendió.

Ese chico era demasiado joven, aparentemente en buena forma. Y no sabía si era porque parecía lloroso que sus grandes ojos se asemejaban a los de un cervatillo bebé.

Antes de poder si quiera decirle algo, la puerta se volvió a abrir.

—Jungkook espera, por fav...

Taehyung vio que el estado de Ji Eun era aún más desastroso que el del cervatillo amarillo.

—Subdirector Kim ¿qué hace aquí?— parecía nerviosa.

—¿está todo bien?— dijo lo primero que se le ocurrió. Taehyung había perdido el norte.

—no te importa— respondió mordaz el joven cervatillo.

Aquel niño ni siquiera esperó respuesta y se fue como si nada.

Taehyung arrugó su frente ¿cómo podía una cara tan inocente, tener una lengua tan áspera?

—¿y entonces? ¿Qué hace usted aqui?— Ji Eun carraspeó, tratando de que su voz sonara normal.

Taehyung volvió a prestar atención y recordó a lo que venía.

—Vine a hablar sobre un asunto contigo Ji Eun—

°
 

°
 

°
—Oí que su padre está enfermo— Ji Eun se acomodó su cabello frente al tocador, mirando por el reflejo del espejo a Taehyung.
 


Él estaba acariciando el adorno de flores que colgaban de las paredes. Tenia el ceño fruncido y la mandíbula apretada.

Como si estuviera decidiendo algo...

—¿lo está?— dijo un poco divertido y nostálgico —¿quién te lo dijo? ¿El Sr. Lee?—

—Taehyung te conozco desde que eramos niños— Ji Eun se acercó a Taehyung con cautela —se que no quieres estar aquí, y si viniste es porque necesitas algo de mi. Así que dilo—

Ji Eun estaba estresada y quería acabar con esto rápido. Hoy era su compromiso y no iba a retrasar más su calvario.

Taehyung por fin se dignó a mirarla con esos profundos ojos cafés.

—Necesito tu ayuda. En unas semanas se llamará a una reunión del directivo para posicionar al nuevo presidente de la compañía—

Taehyung extendió un sobre blanco a Ji Eun.

—se que hoy es un día importante para tu familia. Pero tú padre no me dejó otra opción—

Ji Eun parpadeó confundida. Tomó la carta dispuesta a abrirla.

—Es el contrato para adquirir locales en Tokio— Taehyung mencionó rápidamente  — Después de tu fiesta de compromiso se que tu padre te otorgará la mitad de sus acciones. Espero que puedas poner tu firma allí—

—mi padre nunca te apoyó en esto ¿por qué yo lo haría?— Ji Eun lo miro con ojos afilados.

No confiaba en Taehyung, no lo hacía desde que rompieron.

—por que yo seré el nuevo presidente de la compañía— habló confiado —Te conviene ponerte de mi lado. ¿querías una vida sin la manipulación de tu padre? Podre dártelo como te prometí—

La promesa.

Es una de esas cosas intangibles que te hacen feliz, aunque muchas veces no se puedan cumplir.



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En el texto hay: bts, vkook, gay bl

Editado: 17.10.2020

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