—Melanie, ¿dónde estás ahora? —Siseé a través del móvil. Por fin había llegado el momento.
Después de un largo viaje de ida y vuelta, Melanie y Leve estuvieron de mi lado para apoyarme, ¡qué bueno! Solo que no teníamos ni idea de donde se encontraba esa chica.
—Estoy de camino —contestó.
—Solo ven directa al pasillo —digo antes de colgar.
—¿Vamos? —Le pregunté a Phoebe, quien me saludó con un asentimiento de cabeza.
Abrí la puerta de su coche y entré.
—¿Puedes conducir tú? —me pregunta haciendo un puchero. Asiento y salgo del coche para ponerme en el asiento del conductor.
Encendí la radio y arranqué el coche.
Aparcamos el coche y nos bajamos. Mi vestido rojo casi tocaba el suelo y sin manga, pero llevaba una chaqueta encima porque si no me congelaría aquí mismo.
—¿Lista? —pregunté nerviosa.
Ella sonrió brevemente y luego entramos al edificio.
—¿Dónde está Melanie? —Susurré temblorosa, justo cuando un Volkswagen negro entró al estacionamiento y Melanie bajó del coche. Ella llevaba un vestido negro corto que marcaban todas sus curvas y tenía el cabello recogido en una coleta alta.
—¿Leve ya está allí? —Preguntó molesta cuando vino hacia mí. Negué con la cabeza y volví a mirar a mi alrededor. Y vi a una chica de rizos rojos corriendo hacia nosotros. A diferencia de nosotras, ella llevaba una falda y un top, se veía como siempre.
Melanie hizo una mueca.
—Podrías haberte arreglado un poco y tal —dijo con los labios fruncidos antes de hacer una burbuja con su chicle. Puse los ojos en blanco y estaba a punto de golpear a Melanie.
—Perdón por llegar un poco más tarde. Mi madre no quería dejarme... Ya sabes... por esta cosa... La despidieron sin motivo —comenta—. No me quedaré mucho.
—Está bien, pero ahora vamos a por lo que hemos venido.
Y entonces fuimos en busca de la puerta de atrás. No pasó mucho tiempo antes de que lo encontráramos y entramos al edificio.
—Comencemos, hay que llevarla al baño —les susurré, asintiendo al mismo tiempo y nos separamos.
Leve cogió una bebida y la miré irritada. Este no es un momento para beber... Pero luego sucedió algo que realmente debería haber esperado. Leve fue hacia Mae, chocó con ella “accidentalmente” y vertió todo el contenido sobre su vestido.
—¡LEVE! —Gritó Mae con la boca abierta, la chica fingió disculparse, pero Mae negó con la cabeza y rápidamente se dirigió al baño, muchas caras conmocionadas, pero siguieron con su trabajo.
—Uno a cero, diría Leve —dije entre risas antes. Saqué mi móvil y me acerqué un minuto después. La puerta estaba entreabierta, así que traté de captar la imagen tal y como era posible. Le di rápidamente al botón de vídeo y comenzó a filmar cuando Melanie fue con Leve.
—¿Qué fue eso? —Gritó Mae con rabia.
—¡No lo hice intencionadamente! —Soltó Leve mientras le tendía un pañuelo. Mae se lo quitó de la mano.
—¡Por eso despedí a tu madre! Dime, ¿no lo entiendes? No eres bienvenida a estos eventos. —Melanie agarró la mano de Leve.
—Vamos, Leve… Déjalo —dijo ella en una voz suave. Hombre, estas chicas eran maliciosas. Leve asintió y las dos se volvieron hacia la puerta antes de que Mae agarrara a Melanie por el brazo y tirara de ella hacia atrás.
—Dame tu vestido —le dijo ella. Melanie abrió los ojos y se separó.
—¿Por qué se supone que debo dejarte mi vestido?
—Oh, ¿sabes qué? ¡Qué te jodan! ¡Que os jodan a las dos, hablaré ahora con mi papá y ustedes dos no pueden destruirme! —Gritó desesperadamente. Eso significaba salir de allí rápido mientras se dirigía directamente a la puerta.
Listo. Ya lo tengo.
Corrí rápidamente por las escaleras a mi izquierda. La suerte estaba conmigo, porque justo ahí se encontraba el laptop que transmitiría su presentación a las pantallas. No había mucha gente allí porque Mae todavía no estaba en el escenario.
—¡Tengo una mejora de la señorita Mae! —solté mientras entraba en la habitación.
—No debemos cambiar nada —dijeron al unísono mientras negaban con la cabeza.
—¡Soy una de sus mejores amigas! Y ella me lo ha pedido —los técnicos se miraron antes de hacerse a un lado y dejarme espacio.
—Es una sorpresa… ¿Así que seríais tan agradables y dejarme sola? —Les dije cuando me di cuenta de que todos estaban mirando la pantalla. Dieron media vuelta y puse las manos a la obra.
—Me alegro de que todos hayan venido aquí hoy... —escuché la voz de Mae a través de los altavoces que estaban a mi lado.
Oh mierda, tengo que darme prisa.
—Doy gracias especialmente a mi padre… —La multitud aplaudió lo que probablemente significa que él también subió al escenario.