MY TIME
«24, parece que
crecí más deprisa
que nadie
Mi vida ha sido una
película todo el tiempo
He estado corriendo
hacia donde sale
el sol cada noche»
Jungkook se encontraba a oscuras en aquella habitación digna de él, estaba en completa lágrimas. En este momento el Jungkook alegre de antes, él que siempre andaba con risas, con sus chistes molestando a los miembros. Ya no estaba, en su lugar se encontraba uno indefenso, débil, que ahora no podía levantarse por sí mismo. Los comentarios negativos llegaron a él aislando de todos a su alrededor, tan solo un pequeño error que él pudo ver, la gente lo hizo grande, haciéndolo sentir la peor persona del mundo.
—¿Dime que tienes Jungkook? —Un preocupado Namjoon pregunta al menor del grupo, sentándose en el filo de la cama de aquel pelinegro.
—Me siento cansado, física y emocionalmente. — cubre su rostro con ambas manos como cualquier niño lo haría, pero él ya no lo era.
—Entiendo. Te has esforzado mucho en todo este tiempo. Recuerdo aquel Jungkook de quince años que soñaba en convertirse en un gran cantante y bailarín, demostrando que la música puede sanar a todos. — Namjoon emite una sonrisa recordando esos momentos de Trainees.
Jungkook derrama lágrimas sobre la almohada ante la mirada de su mayor. Estaba muy cansado pues a sus veintitrés años no podía vivir plenamente como otros a su edad, su vida se basaba en viajes, promociones, fotos, entrevistas, etc. Alrededor de una apretada agenda entendiendo que la fama tiene un precio y él lo llegó a saber con el paso del tiempo.
No podía salir a divertirse, porque las cámara estarían sobre él, y tan solo un falso movimiento podía dañar a las personas que él quiere.
—He cambiado demasiado. —un suspiro de cansancio se asemeja en sus labios— No soy aquel Jungkook de 15, ni de 17 años, mi manera de pensar es muy diferente ahora, pero tengo miedo del futuro. — Jungkook se aferra a Namjoon. — Ayúdame para seguir adelante.
—Jungkook….
—No me dejes caer hyung, por favor. —pidió en un susurro.
«Es como si yo
hubiera estado en el mañana de alguien
El mundo entero
era demasiado grande
para aquel chico
Sigue corriendo cada día,
escoge tu micro
Los amigos viajan en metro,
yo estaré en modo avión
Me moveré en este mundo,
creé mi propia lotería»
Las presentaciones para el nuevo álbum eran de agotarse, ni un descanso, arduo trabajo, desgaste físico, pero él no mostraría lo mal que estaba. Tan solo al iluminarse el escenario él dejaría todo atrás y daría un buen performance.
Solo un poco más, Jungkook…
Se decía él mismo.
El cansancio se esfumaría en todos, pero al acabar, todos regresarían cansados y agitados.
—Estoy muy cansado. — murmura siendo audible para Jin, quien lo había escuchado claramente. Se sienta al lado del sofá del estudio del menor.
El mayor solo tiene una pregunta y aunque quiera decírselo solo apretaba los labios para no alarmarse sobre lo que pasaba últimamente con el menor del grupo.
— ¡Te veo mal últimamente! —Jin se acerca para poner su mano en el hombro del Jungkook.
Y lo que temía el mayor se hizo presente ante las palabras de su menor.
—Siento que estoy corriendo en círculos hyung. Siento que ya no puedo más, pero tengo que fingir como si en verdad fuera una persona fuerte cuando no lo soy. —Jungkook emite, sintiendo sus ojos arder.—Pierdo la fuerza de la que poseía. Me gustaría regresar al Jungkook de los 15 años, del que disfrutaba entrenar antes de debutar, salir con mis amigos sin ser perseguido por nadie, enamorarme como todos, ¿Acaso es mucho pedir eso? —siente sus párpados pesados, el cansancio le estaba jugando una mala pasada de nuevo. No dormir por demostrar lo mejor en la presentación, ensayar hasta altas horas de la noche era una de los factores más susceptibles que hay, pero ellos eran el centro de atención del mundo y Jungkook temía fallar a todos los que lo apoyaban.
Presión y más presión.
—Tu puedes Jungkook, es solo un obstáculo más. — sostiene la libreta, el borrador donde pulió una que otra canción, ahí estaba él olvidando por un momento todo lo que pasaba por su pensamiento.
«Pero quizá fue demasiado
rápido, vestigios desaparecidos
Con los que no sé qué hacer
¿Estoy viviendo esto bien?
¿Por qué estoy solo en un tiempo
y en un espacio diferente?»
Todo marchaba bien por el momento, estarían libres tan solo un mes y medio, podrían descansar de tan apretadas agendas. Sin cámaras. Sin escenarios. Solo serían ellos.
Pero eso no impedía que no siguieran trabajando, cada uno tendría una carta bajo la manga para cuando regresen al escenario.
Jungkook se encontraba yendo hasta Busan para estar con su familia, no recuerda con tanta exactitud la última vez que pudo ver a sus padres, su hermano mayor y también a Gureum, aquella mascota que llegó adoptar, que casi no estaba llegando a reconocerlo por lo cambiado que estaba Jungkook .
Disfrutaría más tiempo con amigos de los cuales no veía hace tiempo.
—¿Llegaste bien?—Jin pregunta a través de la línea.
—Si. No falta nada para llegar a casa. — sonríe como cualquier niño emocionado al saber que está a nada de ver a su familia.
—Saludos a todos de mi parte y de los chicos.
—Si Jin lo haré.
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Editado: 17.04.2022