Mystical Power

CAPÍTULO 9: ADIÓS

NARRADOR:

Las situaciones más difíciles se superan con apoyo de los amigos y la familia, pero en este caso Layonel solo tenía apoyo de su mejor amiga, su única amiga, él no lo sabía, pero su única amiga se iría de España al día siguiente y él se quedará solo…

LAYONEL

Estaba a unos metros de ellos, mis padres, me temblaban las manos y me sudaban al mismo tiempo. Creo que por fin pudieron verme a lo lejos, mi madre se llevó sus manos hacia la boca, estaba sorprendida, en cambio mi padre solo me miraba de manera neutra.

-Papá…Mamá…- Los miraba con tristeza, nos quedamos en silencio por unos segundos, un silencio que se me hicieron eternos.

-Entra…- Dijo mi padre serio, obedecí y abrí la puerta para entrar en aquella casa que solo me daba tristeza y a la vez me extrañaba tener mi vieja y ordinaria vida.

Una vez que entramos los tres a la casa nos dirigimos al comedor, se avecinaba una conversación el cual no me gustara para nada, de hecho, no sabía que iban a decir ellos de mí.

-Hijo…- mi padre se detuvo por unos segundos, no encontraba palabras para empezar.

-No tienen que decir nada…Sé que piensan de mi…pero quiero que sepas que yo no lo hice…yo nunca lo haría yo hubiera hecho las cosas bien, para ayudar, no para destruir y matar…

-Lo se hijo…- Tales palabras me extrañaron, mi padre no me conocía realmente. –No importa si tienen estos poderes, te queremos tal y como eres…pero no permitiremos que te expongas ante la gente, ellos ya están demasiado asustados, hay que ser discretos. - Lo que decía mi padre tenía sentido, pero no podría imaginarme mi vida estando encerrado para siempre.

-Yo no quiero estar encerrado por el resto de mi vida, ¿Cómo voy vivir? ¿Qué voy a hacer aquí? ¿Y mis amigos? (Aunque solo tenga a Mariana)

-Veremos la forma, pero hasta entonces te quedaras aquí.

-Lo siento…pero no lo hare…

-¡¡Layonel!! - Pronuncio mi madre con sorpresa ante mi respuesta.

Después de 2 horas, solo me enredaban de comentarios sobre mi seguridad y que afuera estaría en peligro si me arrestan por un delito que no cometí. Pero estaba totalmente decidido a tomar el control de mi vida de ahora en adelante. No soportaba tener una vida más difícil, a medida que yo crecía en esta casa, me quería ir, no tenía una sólida confianza con mi madre y mi padre ni siquiera lo conocía, era hora de ser independiente, tomar las riendas de mi vida, ya no tenía nada que perder.

Me levante, con determinación y pronuncie -Lo siento…Me iré y recuperare mi vida a mi manera…Gracias por todo…Mamá…Papá…Los amo y hare todo lo posible por mantenerlos a salvo, aunque ya no los tendré cerca …siempre los recordare…. - Fue lo último que dije, me despedí sabiendo que ya no los volvería a ver.

NARRADOR

Casi llegando a la puerta, alguien sostuvo el hombro del chico, se detuvo, pero el hecho de detenerlo no era con la intención de obligarlo a quedarse, sino que era como soporte.

-Hijo…Sé que nunca convivimos como padre e hijo…pero quiero decirte que no es necesario hacer esto…halláremos la forma de resolver esta situación

- ¿Cómo padre? No hay una forma…

-Siempre hay una solución hijo

–No padre…ahora es cuando debo ponerle un alto a esto…lo encontrare y lo hare pagar, - volteó a ver a su padre directo a sus ojos con determinismo

–No sabes a que te enfrentas, es muy peligroso, podrías…morir.

–Él dijo que había alguien igual a él, le dijo “hermano”, debo ser yo, es obvio…- El hombre sostuvo las manos de su hijo, apretó los mismo con fuerza, no aguanto el llanto, sus pupilas derramaban agua salada, no soportaba la idea de perder a su hijo, su único hijo.

 -Te amo hijo…estés aquí con nosotros o no…te amamos. - Por primera vez el padre le daba el amor, el apoyo, la confianza, la sinceridad que nunca le dio a su hijo después de mucho tiempo, siempre pensó que para estar orgulloso de su hijo tenía que verlo exitoso en su vida, terminar la universidad, tener un trabajo, ser exitoso en la vida, pero se equivocó, ahora está orgulloso de su hijo por ser como es, no por algo material, sino por tener control de su vida, aunque eso signifique sacrificar cosas, como su familia, claro era un momento diferente, no todos tienen un hijo con súper poderes, el orgullo era más por proteger a los suyos, a su familia.

-Yo también los amo…- abrazo a su padre como si fuese el ultimo, y lo era. El abrazo duro casi un minuto, cálido para ellos, se separaron y se miraron a los ojos con tristeza, pero también con orgullo. Layonel salió, sin decir nada, ya no había nada que decir, todo era claro, un tormento del chico se liberó y también el de su padre, Layonel se fue sin mirar atrás, era el momento de enfrentar su destino, pero no sin antes hacer una última visita a alguien muy especial para el…su amiga, su mayor confianza, su mayor fortaleza, la chica que amaba…Mariana.

I. LA PROMESA

LAYONEL

Llego la noche, la luna hacia presencia iluminando el cielo que me transmitía paz interior, mis pensamientos no dejaban de proyectarme una imagen y un nombre…Mariana, la chica que siempre ame, la chica que me apoyo en las buenas y en las malas, y vaya que así fue, pero dentro de mi sentía tristeza, pues ahora yo no tenía futuro, eso significa que ella tampoco lo tendrá conmigo, pero si he de dejarla ir, es por ella, la protegeré a ella y a mi familia, cueste lo que cueste…

Saltaba de techo en techo hasta llegar a su terraza, pues acordamos una cita en esta noche tan hermosa.

Estaba por llegar, pero no sin detenerme a una distancia que me ocultaba por si acaso ella no estaría sola, pero sin duda estaba ahí recargada sobre la cerca de su techo, se veía pensativa, mirando hacia la hermosa luna, al ver que no había peligro alguno, no dude y fui hacia ella sigilosamente pero muy feliz.




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