Gregory no entendía nada de lo que sucedía con el asunto de Alana ¿Qué otro hombre había en Young que podía robarle el corazón de Alana? Según juzgaba, nadie era capaz.
Daba vueltas por los cuarteles como alma que lleva el mismísimo infierno, nadie le daba noticias de los acercamientos de Alana.
La condenada había decidido hacerse la santa en esos momentos, maldecía y refunfuñaba, si pudiera la arrastraría de los cabellos hasta su palacio y la encerraría en una de las torres a pan y agua—meneó la cabeza— eso era de Bárbaros, pero funcionaba, entonces se frenó y pensó que tal vez la única persona que podía desenredar ese enredo era una hembra y él tenía una muy leal en sus filas.
Entonces llamó a Rutia que acudió presta al llamado de su señor, lo que no esperó era afrontar la parte sentimental del joven príncipe.
—Rutia, debo decirte algo que me atormenta y que solo tú como hembra, en tu condición puedes entender.
La joven se puso rígida, sin saber por qué. Lo cierto es que no siempre los soldados veían en ella su condición femenina, por eso se sentía incómoda; sin embargo, ya se imaginaba la razón de esa charla y es que todos habían notado que el príncipe andaba muy interesado en la joven Alana Lorenzo y que era correspondido por ella.
—Gusto de alguien…
—Lo sé, señor, es Alana Lorenzo.
—¿Lo sabes?
—Bueno, es muy evidente, señor.
Supuso Gregory que eso era suspicacia de hembra.
—¿Qué piensas de Alana?
—Es una hembra muy digna y valiente.
—¿La has visto con alguien más?
—No, señor, se mantiene muy recta y cordial con todos, pero no intima con nadie.
Entonces, compartió las dudas que tenía en su corazón y que le molestaba.
—Revelé mis sentimientos a Alana y puedo jurar que soy correspondido por ella, pero se niega a mí, dice que se debe a alguien más. Pensé en el enclenque de Casio, pero él niega todo. Sin embargo, sé de muy buena fuente que ellos eran novios.
Eso desconcertó a la joven que le preguntó.
—¿Fuente? ¿Cuál fuente?
—La princesa Esther. Ella me dijo que Alana deseaba subir en la vida involucrándose con un príncipe.
No tenía que decir que Esther le desagradaba, pues siempre los miraba por encima del hombro y ahora se atrevía a decir una mentira, por eso dijo lo que pensaba.
—Con todo respeto, señor. Pienso que la princesa Esther mintió a propósito al príncipe.
—¿Por qué haría eso Esther?
—Para poner en mal a Alana. Hacerla ver como una interesada.
Para ese momento, Gregory se sentía confundido y no entendía por qué una princesa se atrevería a mentir para poner en mal a la joven de sus sueños, lo sentía ilógico, por eso preguntó.
—¿Por qué?
—Porque esa es la típica actitud de una hembra celosa. Pienso que Esther gusta de usted y al no ser correspondida pone en mal a la joven de sus afectos.
El joven lo pensó muy bien para decir.
—Suena lógico.
Entonces ideó un plan para descubrir los verdaderos sentimientos de Alana.
Fue a hablar con Alana y a narrarle algunas anécdotas del joven príncipe.
—El príncipe ayudó al rey de las sirenas del mar, Sielo con un problema que tuvo con su hija.
—¿En serio?
—Sí, señora, por eso el rey Sielo en agradecimiento le dijo un par de anillos mágicos al príncipe.
Eso extrañó a la joven que le preguntó.
—¿Anillos mágicos?
—Anillos mágicos, muy similares el uno del otro. Lo que sé de ellos es que cuando el príncipe se enamore de verdad deberá entregarle a la dueña de su corazón uno de ellos y cada vez que se separen ante cualquier adversidad, el destello del anillo guiará sus corazones hasta encontrarse.
—¡Qué linda historia!
Rutia entonces le dijo a la joven a forma de confidencia.
—He visto la caja con los anillos dentro, son preciosos, pero no pueden ser usados hasta que el príncipe encuentre a su amor verdadero.
Alana tomó una de las flores y le dijo a su amiga.
—El amor verdadero parece una utopía de encontrar. Mira a Esther, ella está enamorada y no es correspondida. Mírame a mí, soy amada y no puedo corresponder a mi amor.
—¿Por qué señora?
La joven suspiró y le dijo.
—Cosas mías.
—¿Ama a otro?
—No podría, antes, cuando vivía en mi pueblo creía que amaba a un joven… solo fue llegar aquí para darme cuenta de que eso no era amor.
“El amor es fuerte, poderoso, intenso, que te abraza el alma y tienes la certeza de que no se acabará nunca con facilidad. Eso lo descubrí en Young.
Rutia le dijo entonces.
—La entiendo, señora. Yo siento igual, más los sentimientos no siempre se pueden afrontar.
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Editado: 14.11.2025