Aldem fue en busca del príncipe que estaba desayunando con Alana en los jardines de palacio, la joven le daba de comer y le decía:
—Deseo tanto retomar mis funciones como guardiana.
—No es necesario, eres mi esposa y esas funciones pasan de ti —le dijo él.
La joven le dijo entonces.
—No esperaras a que sea la típica mujer de un soldado que cuando se va a la guerra solo le quede saludarlo desde el balcón, ¿verdad?
Gregory la miró desconcertado, de hecho exceptuando a su abuela Elena, todas las mujeres de un arcano solían hacer eso y más si eran reinas, solían dedicarse exclusivamente a las labores de la casa, pero su bella esposa no pensaba así.
—Bueno… es que pensé que eso te gustaría.
—Me considero una mujer independiente, no puedo quedarme metida en un solo lugar viendo la vida pasar, quiero ser útil. La vida de una mujer no acaba casándose.
Aldem se acercó a prudente distancia e hizo el saludo marcial, Gregory lo saludó.
—Hola, Aldem, ¿sucede alguna cosa?
—Sí, señor, tenemos una incursión.
Gregory se levantó desconcertado y le preguntó.
—¿Una incursión?
—Sí, señor.
Alana vio la seriedad de Aldem y el cambio en el rostro de su esposo, los vio irse y decidió seguirlos para ver de qué se trataba.
Gregory se dirigió a los cuarteles, Notre le explicó la situación.
—Son gente nuestra, señor.
—Mi padre —dijo pensativo—, viene a destruir Young, no se lo permitiré.
Un rugido potente estremeció a Young era Sigfrido el dragón de su padre que estaba anunciando su llegada.
Gregory desde lo alto de la torre vio que eran muchos los soldados y estaban armados.
—¿Qué haremos, señor? —preguntó Notre.
—Ellos no pueden pisar Young, morirían si lo hacen, más eso no evita de que destruyan a Young de otra manera.
—¿Desea que hable con el rey?
—Mi padre no entenderá razones.
Alana se acercó y vio el sitio, se estremeció al ver a los soldados armados y más cuando Eljiah contestó con un rugido la provocación de Sigfrido, por eso le dijo.
—Gregory es tu padre, habla con él, por favor.
La mente de Gregory se dirigía en esos momentos a preparar una estrategia para el contraataque y le dijo a su esposa.
—Será imposible hacerle entrar en razón.
—¿Cómo sabes si no lo intentas?
—No puedo exponer a Young y a toda esta gente —se apartó molesto.
La sangre de un arcano parecía bullir al son de la guerra, eso no lo sabía nadie, incluso Notre estaba tenso, listo para la acción y le preguntó.
—¿Qué hacemos, señor?
—Prepararemos un contraataque.
Alana lo detuvo para decirle.
—Gregory no ataques a tu padre, por favor. Pide audiencia con él y ve lo que desea.
Sin embargo, Gregory estaba ciego por la rabia, pensó que su padre lo obligaría a dejar su vida en Young y desconocer el matrimonio con su esposa, todo eso lo tenía descontrolado y no hizo caso a sus palabras.
—Alana voy a evacuar a las mujeres y niños de Young, deseo que vayas con ellos.
Al ver sus ojos verdes llenos de turbulencia, puso sus manos en su pecho.
—Gregory tengo un mal presentimiento. Detente, por favor.
Él apartó sus manos de su humanidad y llamó a Rutia y le dio la siguiente orden.
—Lleva a la princesa a las cuevas y que no salgan de ellas, por favor hasta que esto termine. Cuídala con tu vida si es preciso.
—Sí, señor.
Alana se detuvo a contemplarlo, sintió un miedo atroz en su pecho, pero nada podía hacer por evitar que algo malo sucediese.
**
Erick veía el castillo azul fascinado, imaginó un poderoso ejército escondido tras sus paredes, más cuando recibió el reporte de uno de sus hombres se quedó bastante cortado.
—Solo hay críos, señor.
—¿Críos?
—Ningún adulto, tampoco veo un ejército poderoso. ¿Qué hacemos, señor?
Erick no lo pensó, ni consideró, solo había ido hasta allá por una sola cosa y no se iría hasta conseguirla.
—Vine por mi hijo y no me iré sin él. Ustedes también tienen a sus hijos allá, con ellos pueden proceder de la forma en que gusten, al mío lo quiero vivo y sano.
Griselda y Aimius veían lo que sucedía desde su altura. Aimius dijo preocupado por lo que iba a suceder.
—¿No podemos hacer nada, Griselda?
—Órdenes son órdenes.
—Hay mucha soberbia en ese rey —dijo mirándolo altivo y arrogante—. El príncipe esta recién casado no es justo Griselda.
#396 en Fantasía
#2030 en Novela romántica
principes y reyes, reina otro mundo animales mágicos, reinos magicos
Editado: 14.11.2025