Naciste para mí

Capítulo 9

Mientras vamos en el auto, Luke pone música a todo volumen.

"Twist and Shout- The Beatles".

Es inevitable no cantarla.

—¡Empezamos con pie derecho! —Luke estaciona el auto y apaga la música.

—Sí, somos felices con las personas que queremos y por supuesto, tenemos vida, es suficiente—le respondo.

A pesar de los malos ratos, de los problemas y sustos, somos felices.

—Sabes, jamás creí cambiar por una persona, no lo sé, Sophy hace que vea las cosas de una forma distinta.

Lo miro con ternura.

—Antes para mí las relaciones se basaban, ya sabes, en...

—Sexo—termino su oración.

—Exacto, pero me fijé en Sophy y créeme que con ella todo es distinto.

Luke era así: usaba a las chicas, salía a fiestas y se acostaba con quien él deseaba. Conmigo Luke siempre fue cariñoso, amable, nada comparado a otros hermanos que se la pasan peleando. Es por eso que a veces no me cabía en la cabeza cómo Luke podía usar a las chicas de esa manera.

Sophy tenía toda la razón en tener ese criterio de él, pero es cierto, Luke ha cambiado.

—Quiero demasiado a Sophy como para hacerle daño.

—Sophy es tierna a su manera, pero tierna; bella, inteligente, hermosa, graciosa.

—Y tiene un bello trasero—dice, riendo a carcajadas.

—¡Luke! —lo regaño.

—¿Qué? no soy ciego. —Ríe una vez más.

Observo a todos lados, pero no hay rastro de Sophy, lo que se me hace extraño. Me dirijo al salón y la encuentro dormida sobre su puesto.
Cuando no... aún la clase ni empieza y ella ya está durmiendo.

—¡Sophy! —le grito.

—¡Mierda! —grita ella, asustada y me burlo de su expresión—Annia, ¿Sabías que es ilegal despertar a una persona de esa manera?

—No, no lo sabía, ¿Está escrito en la ley? —me sigo burlando.

—¡En mi constitución, sí! —Me fulmina con la mirada.

—No he visto a Lesley—desvío el tema.

—Tiene que andar por ahí—dice sin cuidado.

Y al segundo llega Lesley con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Y eso?

—He hablado con Sam y todo está bien entre él y yo, ya no estamos peleados.

—¿En serio? ¡Les, me alegro muchísimo! —menciono—. Yo también he arreglado todo con Alex. —Les comento todo lo sucedido y ellas casi se infartan cuando les menciono lo de Luis.

—Y yo que pensaba colgarlo de las pelotas—dice Sophy, poniendo su cara de tristeza.

—Sophy, deja de decir eso.

—Annia, parece todo de película, y yo creyendo que Luis era un buen chico. —Lesley no se lo cree.

—Bueno, en vista que Alex te ha salvado, Lesley y yo ya no tenemos a quien colgar de las pelotas.

Lesley comienza a reír. —Claro que sí, apenas llegue ese imbécil de Luis, le haremos pagar.

—Chicas empiezan a asustarme, pero me temo que su plan no se llevará a cabo, Luis no se aparecerá en esta escuela, ni hoy, ni mañana, ni nunca —les comento.

—Misión fallida—agrega Sophy.

—Tranquila colega, ya tendremos a quien colgar. ¡Luke por ejemplo! —Dice Lesley, sobando su mentón con el dedo índice.

—¡Ni se te ocurra tocar las pelotas de mi novio! —le advierte Sophy. —Pero bueno, amiga, en serio me alegra que no te haya pasado algo peor, y de cierto modo, Luis tiene más que merecida la paliza que le dio Alex.

(…)

No puedo esperar un minuto más en el salón, necesito salir de estas cuatro paredes. Por suerte la campana suena y siento como la libertad se asoma.

Al salir del colegio nos percatamos de la presencia de muchos estudiantes en el estacionamiento. Entre ellos Luke y a Alex, menos Sam.

Todos miran hacia la parte alta del colegio y la curiosidad nos invade.

Sam no está por ningún lado, pero en cuanto miramos a la misma dirección que el resto, quedamos boquiabiertas.

Hay un letrero inmenso, tipo gigantografía de manera horizontal, en la que dice con letras enormes:




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