Naciste para mí

Capítulo 11

Despierto y veo que a mi lado está el chico que amo. Intento quitarme de su agarre lentamente, hasta que quedo liberada. Me alisto y me dirijo a la cocina por el desayuno.

Mientras termino de preparar todo, Alex se aproxima a mí.

—Buen día, preciosa. —Está con su cabello más despeinado que de costumbre, sin su camisa, lo que me hace distraer con su trabajado abdomen.

—Buenos días, amor.

—Luke no ha llegado, ¿verdad? —me pregunta.

—No, se quedó con Sophy—le respondo.

—Eso se ve bien... —Me mira de pie a cabeza.

Tengo puesto un pantalón corto y una camiseta que lo cubre. Sé que no se refiere al desayuno y lo miro coqueta.

—¿Solo bien? —le pregunto en tono seductor.

—Se ve delicioso—se refiere a mi cuerpo. 

Las mariposas, hormigas, o qué sé yo, me caminan por el estómago, me acerco a él y me sujeta con fuerza. Nos besamos.

—Entonces come—le digo, con voz suave.

Ambos reímos ya que la noche anterior Alex me dijo que era mejor esperar, pero ahora estamos aquí; yo tentándolo y él resistiendo, es divertido hacerle eso.

—Sí, eso haré. —Se suelta del agarre y se dirige a la barra del mesón a comer.

Desayunamos y luego me dice que necesita una ducha, asiento y le presto una camiseta de Luke.

Una vez fresco como una lechuga, me abraza muy fuerte.

—Te confesaré algo—menciona.

—Dime.

—Es la primera vez que duermo con una mujer y no hago nada—ríe.

—Bueno, siempre hay una primera vez—le respondo.

—Así es, preciosa. —Me abraza con fuerza casi asfixiándome.

—¡Alex, me matarás!

Ambos reímos y la risa se interrumpe al escuchar la puerta. Es Luke. Bajamos.

—¿Alex? —Suena confuso. —Tomaron la caja de condones, ¿verdad?

—Creo que más falta te hizo a ti que a mí —le respondo.

—Nada de eso hermanita, la mamá de Sophy tenía una en su baño—empieza a reír junto a Alex y los fulmino con la mirada—. En serio no quiero ser tío aún—dice acabando la risa y mirando serio a Alex.

—Tranquilo, no ha pasado nada.

—Está bien, les creo. Ahora si me disculpan, quiero dormir, no he dormido en toda la noche—dice sonriendo como un tonto.

Al cabo de una hora Alex tuvo que marcharse. La hemos pasado tan bien, esto es demasiado lindo para ser verdad. Son las 13:00 y empiezo a comer, Luke despierta y come conmigo, pero no me comenta nada en cuanto a Sophy.

Luke lava los platos ya que yo preparé la comida, y me dirijo a mi cuarto, tomo mi celular para escribirle a Sophy, pero hay un mensaje.

—«Totalmente enamorado de ti. Te amo Annia Lorn. ¡Mierda, me tienes embrujado!».

Sonrío como una boba.

—«Inmensamente enamorada de ti Alex Borns, no es embrujo, es amor».

Le envío el mensaje, pero no responde. En eso me llama Sophy.

—¡Ya era hora!

—Hola Sophy, ¿cómo estás? Yo bien amiga, cogí toda la noche—me dice ella con sarcasmo.

—¿Qué? ¿estuviste con Luke? ¡Cuéntame todo!

—Te lo resumo—Me responde.

—Ok.

—Luke es un cabrón en la cama, ¡es malditamente bueno! —dice emocionada—. Mi mamá está de viaje y pasamos juntos toda la noche, aunque jamás he estado con nadie debo confesar que Luke es... ¡Aaag! —va a reventarme el tímpano. —Y sé que es bueno, por todo lo que he visto, leído, escuchado… en serio se lleva un Oscar.

—¡Cálmate! —Me resulta un poco incómodo hablar sobre eso y que el protagonista sea mi hermano. —Oye... ¿y no te dolió? —le pregunto, pero sin nada de vergüenza. Sophy es mi mejor amiga y con ella jamás me siento cohibida.

—Ahora que lo mencionas, con lo prendidos que estábamos, pues ni me acuerdo—ella no para de reír.

—Mierda... y cómo diablos voy a saber ahora si duele o no—le digo.



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En el texto hay: romance juvenil, primeramor, romance

Editado: 20.11.2024

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