Naciste para mí

Capítulo 28

—Hola—contesto.

—Hola Annia, ¿cómo estás?  

—Muy bien…—respondo, intrigada.

—Annia, quiero disculparme contigo, te juro que el licor y el calor del momento me descontrolaron y… —lo interrumpo.

—Ostin, yo también tuve la culpa, tranquilo, todo está mucho mejor, he vuelto con Alex y…

—¿Volvieron? —me pregunta con asombro.

—Sí, hemos vuelto. 

—Entiendo… bueno, en ese caso, me toca desearte suerte. Espero te vaya muy bien, aunque…

—¿Sí? —lo animo a continuar.

—Olvídalo, es una tontería, espero seas muy feliz—me cuelga.

Quedo pensativa ante su actitud y no lo culpo, no hizo mal las cosas conmigo, simplemente no nos pertenecemos.

Luego de realizar mis tareas, pienso en la llegada del fin de semana y con él, la fiesta a la que asistiré con Alex.

Llamo a Lesly y le propongo ir al centro comercial, para mi suerte, ella acepta.

(…)

—¿Crees que este me queda bien? —le pregunto, observándome en el espejo.

—Mmm no lo sé, date la vuelta—me pide—, creo que deberías probar otro—me aconseja.

—Está bien, pero este será el último—refuto.

Al cabo de unos minutos, me aparezco nuevamente.

—¿Qué tal? —le pregunto, rogando que este le agrade.

Esta vez me probé un vestido floreado, era un poco corto, pero no vulgar, tenía un escote de forma circular en la espalda.

—¡Sí! ¡Ese es perfecto! —aprueba, mi amiga.

Compramos el vestido y decidimos ir por un helado, la iba pasando genial con Lesley. Llegamos a la heladería y un chico nos atiende. Pedimos dos enormes helados de chocolate y vamos a una de las mesitas, esperamos un par de minutos y nuestro delicioso helado llega.

—¡Esto si es felicidad! —expresa mi amiga.

El chico que trabaja en la heladería se acerca a nosotras y nos da una bandejita de galletas con chipas de chocolates y una crema, también de chocolate.  Lesley y yo lo miramos y decido hablar.

—Disculpe, no pedimos esto—le digo, señalado las galletas y la crema.

—Lo sé, pero los jóvenes de la mesa del rincón han pedido esto para ustedes—me explica.

Lesley y yo miramos hacia el rincón del sitio y vimos a dos chicos, mirándonos de manera coqueta.

—Ni se te ocurra—le advierto a mi amiga.

—Ay por favor, no haremos nada malo—se excusa.

Los chicos se acercan a nuestra mesa y se presentan, a su vez, Lesley les invita a compartir la mesa con nosotras, pasamos unos cuantos minutos charlando y nos fuimos.

El taxi que habíamos tomado llevó primero a Lesley a su casa y luego me llevó a la mía. 

Abrí la puerta y en el mueble se encontraba Luke, estaba durmiendo.  Apago la tv y alejo el celular, el control remoto de su lado y la Tablet.

Cuando tomo la Tablet, veo que Luke ha estado revisando una página de regalos para parejas.  Dentro de la selección de detalles, Luke había escogido globos en forma de corazones, manteles color rojo, unos lazos y un par de ramos de flores. Había estado comprando por Internet.

Pensé en que tal vez estaba organizando algo especial para Sophy, pero ese pensamiento se me esfumó al recordar su comportamiento en estos días.

Subo hasta mi habitación y veo a Alex plácidamente dormido sobre mi cama. Me sorprende encontrarlo aquí.  Dejo mis compras en el armario y me coloco a su lado.  Lo miro y le doy beso, Alex despierta y me regala esa sonrisa que tanto amo.

 



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En el texto hay: romance juvenil, primeramor, romance

Editado: 20.11.2024

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